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José Antonio Cabezas VigaraEl Club de la Historia Cádiz, 20 may (EFE).
- Las dunas que rodean el Cabo de Trafalgar, en Cádiz, continúan dando sorpresas sobre lo que han protegido, y ocultado, durante miles de años y, tras el reciente descubrimiento de unas termas romanas, se ha conocido ahora el hallazgo de una tumba de la Edad de Bronce intacta, con restos humanos y ajuares.
El hallazgo de esta tumba megalítica, con una cueva artificial que conduce a una cámara circular funeraria excavada en la roca a unos tres metros de profundidad, es todo un símbolo de que hace unos 4.000 años el paisaje debió despertar tanta admiración como la que conduce cada año a miles de turistas a pasear por este espacio de la costa de Barbate.
(...) El hallazgo y las características de esta tumba hacen pensar que el Tómbolo de Trafalgar fue una necrópolis y que en los alrededores probablemente haya más enterramientos descansando bajo la arena de las dunas, un elemento que ha facilitado la conservación de estos restos.
La tumba ha sido descubierta a unos quinientos metros del lugar donde recientemente un equipo de arqueología de la Universidad de Cádiz liderado por Darío Bernal halló, también bajo unas dunas, un complejo termal de época romana, de entre el siglo IV y V después de Cristo, en un estado excepcional de conservación, con una estructura de casi cuatro metros de altura.
Darío Bernal y su equipo, que desarrollan en la zona el proyecto de investigación "Arqueostra", alertaron a sus compañeros del departamento de Prehistoria de la UCA sobre el hallazgo en la zona de unas cerámicas que parecían ser prehistóricas.
Eduardo Vijande se acordó entonces de que en 1998, siendo estudiante, se detuvo durante una investigación junto a unas cuatro piedras en el Cabo de Trafalgar.
Tras la llamada ahora de sus compañeros el equipo de Prehistoria de la UCA volvió al lugar y rápidamente, tras una limpieza, observó que esas piedras eran sólo la parte visible de un pasillo excavado a unos cien metros del mar y que llevaba a una cámara funeraria de entre dos y tres metros de diámetro.
Después de la excavación, el hallazgo volverá a ser enterrado en arena, al igual que las termas romanas, al menos de forma tempora,l mientras se estudian las posibilidades de dejar estos restos protegidos y a la vista del público (...)