Relato estupendo de mi querido xienra, en su página http://xienra.blogspirit.com/ y publicado el lunes, 30 abril 2007
INESPERADO TERCER CAPÍTULO
Solo tardó tres capítulos en ocurrir…Ella inesperadamente, salió del papel como si siempre hubiera existido, mientras él la dibujaba en su ordenador con palabras. Llevaba melena recogida en un moño sujeto por una improvisada pinza que no era más que un bolígrafo. Al verla, se sumergió en su fantasía decidido si fuera necesario a ahogarse en ella:- Ven…quiero saber lo que sientes, quiero sentir por ti…- le dijo.- Estoy aquí para hacerte feliz.- le contestó ellaNo era como la había imaginado, porque su imaginación a veces tomaba decisiones por si misma que acababan llevándole por caminos totalmente inesperados. Sabía de la belleza de su corazón y de su aspecto algo frágil, “como una muñeca de porcelana” le había susurrado al oído alguna vez, pero no había conseguido aún ponerle cara. Por eso, cuando acercó sus labios a los de ella, sintió un terremoto de deseo sacudiendo la tierra de su vida tranquila, y en su corazón millones de pequeñas luciérnagas alumbraron quien sabe que caminos por andar. Hundió su rostro en el hueco que su piel blanca dejaba hasta su melena; su piel destilaba una fragancia de jazmines y lavanda que inundaron su corazón cada vez más inquieto y palpitante. Tras unos segundos, se sorprendió imaginando como habría sido no un beso, sino el beso... Aquel, que ella ya había sellado en los labios de su protagonista y que ahora ocupaba los deseos más anhelados de su creador. Un beso suave, cálido, húmedo y apasionado, pero también relajado, sentido y prolongado, pues de no ser por el tiempo y su manía de acabar con todo, hubiera durado para siempre.Las yemas de sus dedos no se resistieron a su cuello, ni a su escote. Sus caricias buscaban más que el placer, la delicadeza, la devoción, como peregrinas sobre el mapa en busca del santuario deseado. A llegar a la blusa, fue abriendo sus botones, solo hasta atisbar las curvas de su ropa interior. Su pecho subía y bajaba al compás del baile sensual que marcaba la respiración entrecortada: - Hubiera preferido que él fueras tú…. – dijo ella- Yo también lo deseaba...contestó él Pasaron los minutos como pasa la vida, en un instante, y antes de que ambos se dieran cuenta, el tiempo ya había hecho, una vez más, de las suyas. No importa pensó él, mañana volveré a imaginarte. - Adiós cielo, seré entonces lo que tú quieras que sea… - Serás mi reina, mi princesa, serás el hada de mi cuento, la doncella, mi cenicienta, serás mi alegría, mi pasión…, haré que corras por mis líneas…A la altura de un último párrafo, ella dejó caer un suspiro que bien hubiera valido un par de buenas exclamaciones, justo antes de perderse de nuevo en el papel, para buscar su destino en el mundo de las palabras aún no imaginadas.
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