(Copiado del blog de Pedro Ojeda Escudero. Profesor de Literatura Española en la Universidad de Burgos. Colaborador del Manifiesto de Cornelius junto con 3 más www.laacequia.blogspot.com/
Lema: "Una acequia es una conducción humilde de agua para regar los campos, es decir para cultivarlos" PAQUITA)
L.ROJO. 26.10.2007 (...) Entrevista a Pedro Ojeda, coordinador de ‘Mutantes. Las palabras en la Red' (...)
¿Cómo surgió la idea de crear unas jornadas en torno a lenguaje y el periodismo?
Facilitar a los alumnos una ampliación de información en un campo tan actual como es Internet. Las Jornadas se celebran anualmente desde hace tres años. Los dos coordinadores hemos querido siempre participar en la formación académica de los alumnos de la Licenciatura de Comunicación Audiovisual de la UBU facilitándoles la ampliación de aspectos académicos de su interés. Este año lo hemos dedicado a un campo muy actual, como el lenguaje y el desarrollo de la comunicación a través de ese medio tan revolucionario que es Internet, de ahí el título.
(...) Internet, en principio, no viene a sustituir ninguna de las fórmulas de comunicación existentes, sino a ampliar una de las capacidades que hace al ser humano ser lo que es, la de sociabilizarse con otros, intercambiar ideas, opiniones o incluso chistes. Sin duda, Internet es una nueva revolución tecnológica y cultural y ha producido una aceleración del tiempo histórico de la Humanidad cuyas consecuencias aún estamos por ver (...)
Sólo puedo decirte que aquellos que no leen se pierden buena parte de lo que nos hace humanos (...)
Locura y creación. Publicado el domingo 29 de marzo de 2009, hora 21:14.
Gustavo Adolfo Bécquer expresó una parte del proceso de creación, desde la perspectiva del poeta, como una fiebre que le hacía caminar entre la multitud indiferente con una silenciosa tempestad dentro de la cabeza. Expresión metafórica pero, quizá, experiencia de ansiedad: la creación artística de algunos autores se ha relacionado siempre con algunos trastornos mentales, posiblemente Bécquer también era un melancólico.
Decíamos el sábado que el Quijote se ha estudiado como análisis de una enfermedad mental y, a la vez, su lectura, se ha propuesto como terapia. En algunos estados depresivos, la única forma de calmar un tiempo los fantasmas y de comunicar lo que se lleva dentro es la creación: pintar, escribir, componer música. Si, además, se es un gran artista, el resultado suele ser excelente por su profundidad, su rareza y su originalidad. El poeta ha sido visto siempre como un loco que anticipa mundos.
Pero en la biografía de los artistas que tanto nos atraen por su locura, que tanto han profundizado en el arte que han descubierto fronteras de las que les ha sido difícil o imposible regresar, deberían escribirse dos líneas: en una de ellas, la descripción de cómo la exaltación les consumió de tal manera que lo mismo por lo que les admiramos acabó con ellos; en otra, la duda razonable por la que podríamos expresar si su misma enfermedad no les impidió escribir más obra.
De todo hay. Algunos nos legaron obras geniales y renovadoras precisamente porque sus trastornos mentales les hicieron no cumplir con los convencionalismos artísticos de su tiempo; otros, en cambio, no produjeron tanto como llevaban dentro porque su enfermedad les lastraba más de lo deseable.
Es posible que, dentro de pocos años, todo el funcionamiento de nuestro cerebro sea controlable con facilidad y que, a consecuencia de los fármacos podamos perder o ganar algunos artistas. Quizá, en ese mismo momento, una de las mayores expresiones de radical libertad del individuo sea negarse a impedir el aturdimiento de la fiebre, aun a riesgo de la locura. No sé si las leyes civiles podrían ampararlo.
1 comentario:
Gracias por este cariño que demuestras por mi trabajo en La Acequia. Un beso.
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