Publicado el 8 julio 2012 por Vicente http://networkedblogs.com/zFU7u de GIPLM -
Noticias del Parque Lineal del Manzanares y de la cuenca baja del Manzanares En 1996 Rivas Vaciamadrid estaba en plena expansión urbanística. Las nuevas viviendas adosadas saltaban desde su anterior núcleo, tan solo a unos metros de distancia. En pleno proceso de urbanización se descubrió que el lugar que debían ocupar unos chalets albergaba un pequeño asentamiento prehistórico. Finalmente los chalets no se construyeron, y en el año 2004 se realizó la excavación arqueológica y posterior construcción del centro de interpretación sobre los carpetanos que acabamos de visitar junto a unos pocos socios del GIPL.
> Se trataba del espectacular crecimiento urbano experimentado por el antiguo pueblo de Vaciamadrid, población que fuera completamente arrasada durante los enfrentamientos de la Batalla del Jarama, en plena Guerra Civil Española. Así, en el año 1954, la Dirección General de Regiones Devastadas lo reubica, trasladándolo desde la junta de los ríos Manzanares y Jarama hasta unas alturas un poco más alejadas de ambos valles, muy cerca de los primeros pobladores del lugar, de Miralrío.
Posteriormente, ya en el siglo XXI, Miralrío volvía a poblarse de seres humanos y, a diferencia de en otros lugares, se hizo compatible progreso y conservación de nuestro Patrimonio.
Esto es lo que quedó de todo ello.
La información que tenemos de la etnia carpetana no es excesivamente abundante. Nunca llegaron a tener un poder destacado ni una unidad política o social, aunque su localización, en el centro peninsular, así como sus costumbres comunes, los identifican como un pueblo diferenciado. La mayor parte de información nos llega desde las fuentes clásicas como Plinio, Plutarco, Tolomeo o Estrabón.
> El griego Estrabón, en el capítulo 3 de su libro III sobre la obra “Geographiká” del siglo I a.C. los sitúa en el centro peninsular. Limitarían al Norte con vettones y vacceos, y al Sur con oretanos. Con todos ellos mantendrían importantes relaciones comerciales y sociales.
“Los oretanoi que habitan más allá de las partes dichas, son los más meridionales y llegan hasta la costa comprendida dentro de las Columnas. Después de ellos están los karpetanoi, hacia el Septentrión, y más lejos los ouettones y los ouakkaioi, por entre los que corre el Dourios.” Estrabón (III,3,2)
“En las zonas altas habitan los karpetanoi, oretanoi y ouettones en gran numero.” Estrabón (III,1,6)
> Sus núcleos de población más importantes estaban en Complutum (Alcalá de Henares) y Toletum (Toledo). Éstos y todos ellos fueron rápidamente absorbidos por el dominio político, militar y social de Roma en el periodo que medió entre los siglos II y I a.C.
La excavación y puesta en valor de yacimientos como el de Miralrío han ayudado en las últimas décadas a comprender el modo de vida de estas gentes que habitaron las actuales regiones de Madrid, Guadalajara, Toledo y Ciudad Real durante la Edad del Hierro.
> Curiosamente su modo de vida no distaría mucho de aquel que existiera en España hace menos de un siglo, y aún hoy es posible ver la huella de sus costumbres en algunos pueblos del interior de Castilla.
Los carpetanos eran humildes pastores que explotaban pequeños cultivos. Sus poblados eran reducidos, construidos sobre elevaciones del terreno y, en muchas ocasiones, amurallados, dada la inestabilidad reinante antes de la entrada de los romanos en la Península Ibérica.
Las paredes de sus casas disponían de un zócalo de piedras unidas con barro que evitaba la propagación de la humedad del suelo por capilaridad. Sobre él se levantaba el resto del muro con el tan conocido adobe.
> Por su parte, el suelo de la vivienda se hacía habitable apisonándolo, y las cubiertas de estas pequeñas estancias eran a base de entramados vegetales, cohesionados con arcilla, permeables para el humo generado en el interior por el hogar o el horno, impermeables para la lluvia.
> No eran viviendas lujosas ni excesivamente espaciosas, estando constituidas normalmente de una o dos estancias. Pero debían ser muy efectivas. Aisladas por sus gruesos muros de adobe, eran frescas en verano y muy sencillas de calentar en invierno, dado lo reducido de su espacio y la práctica ausencia de ventanas.
> La excavación de Miralrío reveló que el cerro fue lugar de habitación durante diferentes pueblos a lo largo de la prehistoria. Los zócalos carpetanos evidencian que fueron reutilizados y reconstruidos sobre otros anteriores. Algo lógico en todos los tiempos, salvo en los actuales de insultante abundancia.
> El asentamiento humano de Miralrío se remonta a la Edad del Bronce, unos 1.500 años a.C. De este periodo sólo nos han llegado tres silos de grano practicados en el suelo y posteriormente reutilizados como basurero, rellenados de cenizas, restos orgánicos y fragmentos de recipientes de cerámica hechos a mano. Estos pequeños graneros, forrados de barro, mantenían el alimento a temperatura constante y a salvo de animales. No es difícil encontrarlos hoy en diversos puntos del Parque Lineal del Manzanares, pero de datación mucho más moderna.
> Afortunadamente, impedida la construcción de las unifamiliares, el último asentamiento humano de Miralrío es y será el del pueblo carpetano. Ellos lo ocuparon entre los siglos IV al II a.C. Hoy el entorno está dominado por un parque público del mismo nombre y el asentamiento se encuentra dentro de la red de Yacimientos Visitables de la Comunidad de Madrid, gestionado por el Centro de Recursos Ambientales Chico Mendes.
> El de Miralrío no llegaba a ser un gran poblado. Se trataba de un grupo de casas construidas sobre un pequeño cerro, en una situación privilegiada para el cultivo y la caza, ya que a pocos metros se encuentran los ríos Manzanares y Jarama. El valle de ambos ríos era dominado desde la suave altura ofrecida por Miralrío.
> Miralrío dependía de otro poblado mayor, posiblemente del importante asentamiento de La Gavia. Éste, excavado de urgencia y parcialmente arrasado por las lineas del AVE, es hoy un paradigma del abandono de nuestro Patrimonio histórico más valioso.
> Disfrutemos pues del yacimiento y pequeño centro de interpretación del asentamiento carpetano de Miralrío, porque desgraciadamente no es algo común en nuestros días y nuestras tierras.
PAQUITA dijo, el 12/8/2012:
"importante asentamiento de La Gavia. Éste, excavado de urgencia y parcialmente arrasado por las lineas del AVE, es hoy un paradigma del abandono de nuestro Patrimonio histórico"
Terrible lo de La Gavia. Tomo nota del de Miralrío.
Gracias y hasta... pronto?
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