Soy la madre de uno de los chicos que en la madrugada o en la mañana del jueves 28 -noviembre 2013- sufrió la detención de su hijo. Yo no lo presencié porque la brigada de información esperó a que me marchase. Mi marido entregó a mi hijo después de pedir la identificación a los agentes ¿Qué había hecho? Se lo llevaron esposado atravesando toda la calle, observado por todos los vecinos.
Mi marido se personó en la comisaría de Moratalaz, conocida como el Guantánamo madrileño.
No le dieron ninguna información pues se trataba de algo confidencial. Mi marido empezó a dudar sobre quién se habría llevado a su hijo de 21 años.
Tras horas de angustia y después de una concentración (dispersada tras una carga de los antidisturbios) de varios colectivos frente a la comisaría nos fuimos a casa sin saber nada.
Después vimos en el ABC un video en el que los detenidos desfilaban por un patio escoltados por diversos agentes policiales. Mi hijo nos contó que les hicieron desfilar hasta llegar a un muro sin salida. No entiendo el objeto de este “paseíllo” y sí, recuerda tristemente a Guantánamo. Aún menos entiendo su divulgación en la WEB de ABC y tampoco entiendo las declaraciones en el TWITER de la delegada de gobierno (que está de baja) a propósito de “los delincuentes con antecedentes” que atacaron Derecho. ¿Dónde está la presunción de inocencia del Estado de Derecho?
El tratamiento que han dado todos los medios de este suceso ha sido bastante denigrante. Nadie ha respetado la presunción de inocencia de los detenidos. Nadie ha averiguado que muchos de los detenidos no estuvieron presentes en la manifestación y que si lo estuvieron no entraron en Derecho o que si entraron no pasaron de la entrada y no agredieron a nadie.
Algunos estaban en el trabajo ese día y lo demuestran su ficha y los testigos.
Siento dolor por las detenciones arbitrarias y deshonrosas de estos chicos. Ellos protestan, si, y ¿Qué les queda? Aceptar el paro, emigrar, mendigar… estudiar para nada. Si se manifiestan, ¿ser detenidos, golpeados, humillados, multados?
Sin embargo los verdaderos delincuentes, los de guante blanco que han robado cifras millonarias al pueblo son indultados, tratados con casi admiración y todos pagamos su mala gestión, su meter la mano en la caja a manos llenas.
Golpear a los de abajo es fácil, deshonrarlos mucho más. Sin embargo ¿qué tipo de jóvenes son los que aceptan este holocausto de la juventud sin resistencia?
¿Cómo se ha procedido a detener y acusar a estos chicos y chicas pertenecientes a colectivos tan diversos? ¿Cuál ha sido el criterio? ¿Dónde están las pruebas de sus agresiones a otros estudiantes? ¿Por qué esta actuación tan aparatosa para detener a unos cuántos chicos y chicas cuyo mayor delito es salir a la calle a protestar?
¿Quién va a poder salir ahora a la calle con la nueva ley a protestar, a manifestar su disconformidad con el sistema? ¿Cómo estar de acuerdo con este sistema que nos empobrece, nos humilla, nos abandona y nos amordaza?
Frente a los juzgados de Plaza de Castilla se congregaron diversos colectivos para esperar la liberación de los detenidos al día siguiente. El aparato policial era impresionante. Ahí estaban los llamados “Yayos Flautas”, también los jubilados afectados por las preferentes que venían andando desde Génova dónde se habían manifestado. Gente muy dispar en cuanto a su ideología. Su nexo de unión, no quedarse quietos ante la injusticia.
Esperemos que las campañas mediáticas no enturbien más el honor de los que se oponen. Que los periodistas ejerzan su labor contrastando adecuadamente lo que les dicen o que lo averigüen por sí mismos como es su deber. Que no se permitan videos de exhibición de detenidos ¿para conformar a quién?
Los detenidos salieron con cargos contra los derechos fundamentales. ¡Menuda ironía!
Nos están amordazando y estamos perdiendo todas las escasas ganancias del último siglo que se consiguieron con sangre, dolor y muerte.
Gloria García Molina
DNI: 50697248G
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