Los estudiantes de economía están muy descontentos con la formación que reciben y han decidido denunciarlo públicamente. “No es sólo la economía mundial lo que está en crisis. La enseñanza de la economía también está en crisis, y esta crisis tiene consecuencias que van más allá de la universidad”, afirma un manifiesto firmado por 42 asociaciones de estudiantes de 19 países. Los jóvenes, sencillamente, están cansados de que les cuenten siempre lo mismo y reclaman una formación más plural que les prepare mejor para dar solución a los problemas actuales.
“Lo que se enseña en la universidad moldea la mentalidad de las próximas generaciones de políticos y, por tanto, da forma a la sociedad en que vivimos”, afirma el manifiesto, tituladoLlamamiento internacional de estudiantes de económicas a favor de una enseñanza pluralista. Los alumnos sostienen que es necesario reconsiderar el modo en que se enseña la disciplina para adaptarla a las nuevas demandas de la sociedad. “Estamos insatisfechos con el empobrecimiento progresivo del plan de estudios que ha tenido lugar a lo largo del último par de décadas”, reza el documento. “Esta falta de diversidad intelectual no sólo perjudica a la educación y a la investigación, sino que limita nuestra capacidad para enfrentarnos a los retos del siglo XXI, desde la estabilidad financiera hasta la seguridad alimentaria y el cambio climático”.
La mecha de esta rebelión la encendieron el año pasado los estudiantes de economía de la Universidad de Manchester, que crearon una sociedad llamada Post-Crash Economics para denunciar que solo se les enseñaba una visión neoliberal de la economía y exigir cambios en sus planes de estudios. Desde entonces, decenas de asociaciones de estudiantes de todo el mundo se han ido sumando a la iniciativa.
El movimiento, según los autores del manifiesto, crece día a día con la adhesión de nuevos grupos. Entre los firmantes hay, por ejemplo, asociaciones de Chile, Brasil, Rusia, Israel, EEUU, Alemania o España, agrupadas en torno a la International Student Initiative for Pluralism in Economics (ISIPE). Los jóvenes dicen contar con el apoyo de destacados profesores universitarios como Ha-Joon Chang, Victoria Chick, James K. Galbraith y Thomas Piketty, autor del libro El Capitalismo en el siglo XXI, convertido en una referencia para los economistas de corte socialdemócrata.
En España figura como firmante del manifiesto el grupo Post-Crash Barcelona. Apoyan la iniciativa, según los estudiantes, las asociaciones Economía Crítica y Crítica de la Economía (ECCE) y Econonuestra, así como profesores como Carlos Berzosa, Fernando Luengo y Antoni Domènech.
“Desde todas las partes del mundo, llamamos a un cambio de rumbo”, dicen los estudiantes en su llamamiento. “No pretendemos tener la respuesta perfecta, pero no cabe duda de que los estudiantes tendrán mucho que ganar con la presencia en los planes de estudios de perspectivas e ideas diversas. El pluralismo no sólo permitiría enriquecer la enseñanza y la investigación y revitalizar la disciplina, sino que conlleva también la promesa de poner la economía de nuevo al servicio de la sociedad”.
Para los firmantes, sus planes de estudio deberían incluir tres formas de pluralismo: de teorías, métodos y disciplinas. “Pluralismo de teorías significa ampliar el rango de corrientes de pensamiento económico representadas en los planes de estudio”, sostienen. Los estudiantes aseguran que no se oponen a una teoría en particular y que no se trata de tomar partido, sino de promover debates intelectualmente ricos y de aprender a contrastar ideas de manera crítica.
Mientras otras disciplinas abrazan la diversidad y enseñan teorías distintas aun cuando son incompatibles entre sí, los estudiantes sostienen que la economía es presentada como “un cuerpo de conocimiento unificado”, como si hubiera una única manera de hacer economía y de mirar al mundo. “Esto es inaudito en otros campos: nadie tomaría en serio una carrera de psicología en la que sólo se oyera hablar de Freud, o una carrera de políticas en la que sólo se hablara de socialismo de Estado”, opinan los alumnos. “Un plan de estudios completo debe promover una variedad de marcos teóricos, desde los enfoques neoclásicos frecuentemente enseñados, hasta los enfoques frecuentemente excluidos, tales como las escuelas clásicas, post-keynesianas, institucionalistas, ecológicas, feministas, marxistas y austríacas, entre otras”.
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