La Dirección General de Tráfico ha disparado la actividad recaudatoria hasta límites desconocidos: impone multas por valor de 16.528 euros por hora,
un ritmo que prácticamente decuplica el que se daba hace seis años,
antes de llegar al Ministerio del Interior Jorge Fernández Díaz y Juan
Ignacio Zoido.
El seguimiento que el diputado malagueño del PSOE Miguel Ángel Heredia efectúa, vía preguntas parlamentarias, sobre la actividad recaudatoria de Tráfico muestra cómo esta se ha disparado con el Gobierno del PP:
los 16,1 millones de euros que sumaban el valor de las multas de radar
impuestas en 2011 se vieron multiplicadas por siete al alcanzar los
121,3 ya en 2012. Y, a partir de ahí, el aumento ha sido constante:
124,2 en 2013, 129,6 al año siguiente, 119,2 hasta los primeros días de
septiembre de 2015 y una marca de 162,3 el año pasado.
La recaudación de 2016 supuso un hito. Las sanciones alcanzaron un ritmo de 18.485 euros por hora, diez veces por encima de los 1.483 de 2011,
mientras el número de sanciones se disparaba a 4.369.603, casi 500 por
hora. Esa actividad se redujo en el primer semestre de este año, cuando
la media de denuncias por minuto bajó de 8,2 a 8 (1.983.351) y la
recaudación se situó en 68,2 millones. No obstante, estos datos
responden al periodo transcurrido entre el 1 de enero y el 21 de junio,
previo a la época veraniega.
El peso de las multas de radar supone el grueso de la recaudación final de la Dirección General de Tráfico,
que en cinco años y medio, y sin incluir Catalunya y Euskadi, que
tienen las competencias transferidas, ha girado sanciones por un valor
superior a los 700 millones de euros. El año pasado alcanzó el 99,8% del
total, cuando solo 1.827.153 euros respondían a infracciones de otro
tipo.La siniestralidad se dispara
¿Ha tenido efecto en la accidentalidad ese aumento de
las sanciones? Las estadísticas de Tráfico indican que la
siniestralidad sigue creciendo y la Fiscalía de Seguridad Vial califica de "alarmante punto de inflexión" el
repunte de un 7% en las víctimas mortales registrado el año pasado,
cuando la cifra de accidentes alcanzaba los 102.362, una marca no
registrada en el último cuarto de siglo.
El número de accidentes en vías interurbanas se ha
mantenido en niveles similares, ligeramente por debajo de los 35.878 de
2011 (35.147 en 2014) aunque con picos como los 37.297 de 2013,
mientras el volumen total de siniestros no deja de crecer (de 83.027 en
2011 a 97.756 en 2015) y la cifra de fallecidos, estable por debajo de
los 1.700 aunque con una ligera tendencia al alza desde 2013, rompía
el año pasado esa barrera para dispararse hasta 1.810. Tanto la cifra
de accidentes con víctimas mortales como la de fallecidos (sin incluir a
los heridos que mueren en los 30 días siguientes al siniestro, más de
600 al año) registran en lo que va de año sendos leves descensos del 1% y el 2%.
La velocidad excesiva es la principal causa de accidentes en España
La velocidad excesiva es la principal causa de accidentes en las carreteras españolas, según las estadísticas de Tráfico,
que la detectan en algo menos de la octava parte de los siniestros con
víctimas en vías interurbanas: 6.936 de los 26.481 que tuvieron en una
origen una infracción en 2015, mientras el motivo no queda claro en
6.746 y las conductas sancionables no estaban presentes en otros 25.921.
Su peso supera al de otras causas como no mantener la distancia de
seguridad (4.766), saltarse señales de stop y prioridades de paso
(3.524), invadir el sentido contrario (1.700) o adelantar de manera
incorrecta (534)
"No están donde más accidentes hay"
La Fiscalía llama la atención sobre varios patrones
de accidentalidad. La causa más frecuente de los accidentes con víctimas
mortales (601 de 1.810) es la salida de vía, algo "muy expresivo de los
factores velocidad/distracción, como causas relevantes de la
accidentalidad y omnipresentes en las carreteras españolas", en las que "más del 10% del censo de conductores ha circulado en alguna ocasión en 2016 con exceso de velocidad" y en las que 89.678 automovilistas fueron denunciados el año pasado por utilizar el teléfono.
Llama la atención que la ubicación de radares no coincide con los tramos de accidentes
"Podemos
apuntar que la prisa y la tensión psicológica con la que se conduce,
trasunto de la aceleración con la que se vive en sociedad, el exceso de
velocidad consiguiente, la fatiga, el sueño, la utilización del móvil y
la distracción concomitante son las principales causas de la
siniestralidad", concluye el fiscal del Supremo Bartolomé Vargas.
Heredia, por su parte, llama la atención sobre el
hecho de que la ubicación de los radares, cuyo número ha crecido un 11%
desde 2012 (de 579 a 643 fijos), no coincide con los tramos de
concentración de accidentes. “No se están colocando donde más
siniestralidad hay", señala, mientras recuerda que los nuevos anunciados por Zoido en enero siguen sin instalar. De hecho, el parque de cámaras fijas lleva congelado desde 2015. Y, de ellas, las más activas están instaladas en autovías.
Mientras tanto, entidades como la Asociación Española de la Carretera cifran en más de 6.000 millones de euros el déficit en mantenimiento de las vías que acumulan el Gobierno central, los autonómicos y las diputaciones.
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