Jorge Medina Lopez 21 de julio · elespanol.com
Si
existiera vergüenza y dignidad en el borrego pueblo hispano el
franquismo hace años que hubiera sido declarado proscrito, fuera de la
Ley y perseguido jurídica y socialmente. No siendo así, el dedo acusador
de la Historia seguirá señalando a la ciudadanía española de
connivencia con la impunidad genocida franquista.
La exposición aborda la "eugenesia hispana" celebrada en las cárceles y los intentos del régimen por modelar la identidad femenina.
El psiquiatra franquista Antonio
Vallejo-Nájera se pasó la vida en busca del gen rojo. No entendía el
hombre que, con lo hermoso que podía ser un mundo remachado de nazismo
-al que él era tan afecto- existiese esa raza inferior e indeseable de
apetitos libertarios. "Es que son hasta más feos", se justificaba. Su
discurso pseudocientífico trataba de demostrar que el marxismo era una
enfermedad, una malformación, una inferioridad intelectual. "La
perversidad de los regímenes democráticos favorecedores del
resentimiento", sostenía, "promociona a los fracasados sociales con
políticas públicas, a diferencia de lo que sucede con los regímenes
aristocráticos donde sólo triunfan socialmente los mejores".
Ah, esa masa gregaria de imbéciles
sociales. Gentes sin espíritu. Un espíritu, claro, definido como
"militarismo, que quiere decir orden, hispanidad, disciplina, sacrificio
personal, puntualidad en el servicio". Esos "degenerados de la raza
española" gestados durante la República no eran, para el doctor, más que
una plaga a exterminar (...)
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