* Tercer día. Nos levantamos "relativamente" temprano, recogemos y entramos en el pueblo para "le petit dejeuner". A pie de carretera avisté algo que se llamaba "Relais del Capucins", doy por hecho que darán buen café -pensando en el capuchino- y allá que nos vamos. Primera cosa que choca: la señora que atiende la barra está vestida con un biquini rojo y un pequeño pañuelo le adorna las caderas, su edad frisa los sesenta pese a conservarse bastante bien y dos enormes canales recorren verticalmente su cuerpo, a saber, el formado por sus abultado pechos y otro que empieza en la cintura y acaba bajo el pañuelo ¿resultado de una intervención quirúrgica? lo lleva sin complejos ¡Será por el calor! que me digo yo. Pedimos café "olé", sin problemas, y algo de bollería, no hay, baguette, tiene que ser baguette, pues que sea, con mermelada, rien de rien, mantequilla y miel, tiene que ser mantequilla y miel, pues vale. Mientras esperamos Blas abre una revista -la que está encima de todas- y es... Playboy. Además de nosotros dos hay otros dos caballeros, cada uno por su lado, tomándose café -lo supongo- y una pareja joven que acaba de entrar ha salido ipso facto -reflejos más rápidos que los nuestros-. En algún lado leo "no se qué de routiers" es un bar de camioneros.
Aparece la señora con el desayuno, nos lo tomamos, el café regular, el pan bueno y la mantequilla... mantequilla. La cuenta, 9 euros con 40 céntimos, casi 1.600 pesetas de hace no tanto. Pagamos ¡habrá que pagar! y nos vamos a otra parte.
La otra parte será bien cerca, porque estamos en tierra de vinos, y mi pareja es amante de los vinos y lo consume de diario -ese suele ser su recuerdo "comprado" de los viajes, el mío la cerámica-. Habitualmente, cuando recorremos la península, nos solemos acercar a alguna bodega del entorno, de la que nos hayan hablado los del lugar -a los que preguntamos- y los propietarios, normalmente, están encantados de contarte el proceso seguido por la uva y te enseñan las instalaciones con orgullo. Porque ésta es una labor que aman, que miman, al menos esa impresión sacamos en nuestra visita a una bodega en El Bierzo -León- en Olite y en San Martín de Unx -éstas de Navarra- que son las que se me vienen ahora a las "mientes".
Aquí tenemos un problema de comunicación -el francés- y ni nos planteamos la posibilidad.
Hay un Super U, pues a él. Zona de vinos/Cabernet Sauvignon, estudio exhaustivo de los diferentes cartonajes -últimamente lo envasan en briks de hasta 15 litros, preparados de tal manera que evitan que se estropee durante su consumo, efectuado a través de una espita, cual tonel-. El exterior puede ser más o menos atractivo, pero ¿y el interior? el vino, que es lo que nos interesa, por que aquí no hay prueba que valga. Opta por dos distintos, uno de uva merlot y el otro no recuerdo. Será el primero del que salga encantado y del que pensamos cargar en el camino de regreso.
Acabada la misión, continuamos viaje. Son las once de la mañana.
Deshacemos camino, continuamos hacia Béziers, donde no paramos pese a ver en lo alto su catedral -vamos por la carretera nacional que atraviesa todas las poblaciones, algo más entretenido, pero que te da mejor idea de los sitios por los que pasas- bella estampa la que tenemos mientra atravesamos el río. Hay que seleccionar las visitas y elijo Montpellier.
38.- Plaza de La Comedia. Montpellier
* Algo que nos está encantando es que las poblaciones conservan la buena costumbre de mantener sus vías de acceso bordeadas de árboles de sombra, cual paseos, como fue aquí no hace tanto; en este caso, y en la mayoría, son plátanos, árboles majestuosos de copa imponente que se pueden encontrar en múltiples plazas españolas, con sus ramas trenzadas, trabajo artesano el que se toman.
Como son cerca de las dos hay que pensar en comer, que por estas latitudes son más tempraneros. El coche le dejaremos al lado del Corum, edificio moderno dedicado a exposiciones, y nos metemos en un restaurante, poco más arriba y a la derecha, en el que vemos franceses comiendo, por que ése es el elemento esencial, si come gente del lugar... será que no está mal. Comemos bien, Le Faubourg se llama, 33 euros en total, dos "menús du jour" y vino.
39.- Acueducto de Montpellier // "acueducto de San Clemente, siglo XVIII, longitud: 880 m. y con dos órdenes de arcos. Transcurre por el barrio de Les Arceaux y servía para llevar agua desde la fuente de San Clemente a la ciudad, que distaban 14 km. El acueducto desembocaba en un gran depósito situado cerca del Arco del Triunfo, desde donde el agua era redistribuida hacía las fuentes de la ciudad y los lavaderos públicos"
* Después, visita turística, subimos la larga escalinata que bordea el frontal del Corum -construido en pendiente, adaptándose al terreno- y estamos en "L´explanade de Charles de Gaulle" un parque alargado que desemboca en "La Place de la Comedie" un amplio espacio con el teatro a nuestra derecha, el ambiente estupendo. Es una ciudad muy viva y el turismo que la recorre es de interior, francés, al menos eso nos parece por lo que escuchamos.
40.- Chateau d´Eau = fuente de San Clemente. Montpellier
* Tomamos la calle de "La Loge",según vamos de frente, y al Chateau d´Eau, donde leí que había buenas vistas de la ciudad. Se accede por otro paseo arbolado y, efectivamente, las vistas son estupendas. Desde allí se aprecia la cantidad de árboles que están dentro de ella y es el final del acueducto que abasteció en tiempo a la ciudad, bien conservado. La impresión general es muy buena.
He omitido que Montpellier, al igual que Bilbao, dispone de tranvía ecológico que discurre parte del camino por verde pradera, éste de color azul, aquel verde.
41.- Catedral gótica. Nîmes
* A las 4 de la tarde, reanudamos nuestro tránsito, B. observa -es cierto que llevamos tiempo escuchándolo- el sonido de las chicharras. Es incesante, son días de calor y su canto nos acompaña de continuo.
Siguiente parada, cercana, Nîmes, otra estupenda ciudad, vital como la anterior, paseo de Charles de Gaulle igualmente. Aparcamos cerca de la Puerta Augusta, romana, y de la catedral.
42.- Iglesia
románico-gótica
de Nimes
* Tanto de la catedral como de dos iglesias en las que me he fijado, lo que más me llama la atención son sus torres, distintas, y mucho, a las nuestras, con más envergadura.
43.- Otra. Iglesia románica. Nimes
44.- Torre anterior
* De allí a "La Maison Carrée", cuadrada, templo romano de los mejor conservados -eso pone-, pero al que no le dedicaremos más que un vistazo porque estuvimos en Roma -primera salida al mundo exterior- en septiembre pasado con nuestros hijos -viaje familiar tras cinco años de viajes "separados"- y continuamos a la Arena de Nimes, anfiteatro romano dedicado en la actualidad a conciertos, como el que se estaba preparando en dicho momento
45.- Les Arenes. Anfiteatro romano
* Cola interminable de jóvenes esperando "la hora" del comienzo. Dentro se oyen los ensayos, suena horrible, de verdad.
46.-
La Maison Carrée
Nimes
47.- Pont de Gard. "(19 a. C.), famoso acueducto romano, construido por Agripa·
.
48.- Detalle Pont de Gard
* Continuamos viaje, aparecen algunas plantaciones de olivos.
Hasta ahora el monocultivo era la vid.
Álvaro nos recomendó puente del Gard.
A él nos dirigimos, pilla de camino
49.- Arcada puente del Gard
Rocas. Río
* Es un puente-acueducto romano perfectamente conservado, de altura considerable y que, en mi guía, ponía que podía andarse por arriba, si no se padecía de vértigo, o sea, yo.
50.- Gardon (o Gard)
* Pues no.
El puente-acueducto estupendo.
Andar por el puente -a media altura- sí, pero por la parte superior -49 metros de altura- "naranjas de la china".
Hay colocada una red metálica impidiendo el paso.
Lo sé porque subimos todos los escalones que nos llevaron a ella. Mi gozo en un pozo. Me tuve que conformar con las fotos.
Tras esto, intentamos entrar en dos campings que estaban al completo y en el último nos indicaron otro, más al interior. Así que, rehacemos camino, pasamos Domazan, Théziers y llegamos a Montfrin y su camping, efectivamente hay plazas y allí pasaremos la noche. Son las 10 horas p.m.
Crónica siguiente http://paqquita.blogspot.com.es/2006/08/crnicas-viajeras-iv.html
PAQUITA
4 comentarios:
Continuo observante tu viaje por tierras que me son bien conocidas. Para mí ir a esos lugares es como extender los recuerdos infantiles, adolescentes y también adultos.
Hasta siento los olores de la bollería matutina. Me entran unas ganas de bajar a por un croisant!
Qué bien lo cuentas! Gracias.
Mil besos,
In vino veritas. Y si francés, más veritas.
Epv
Veo que el viaje sigue siendo interesante con alguna que otra anécdota como esa parada para desayunar :-), habrá que mejorar los reflejos ;-), y esos escaloncitos subidos en balde. Por lo demás veo que bien y que os habéis echo con una buena provisión de vino francés :-)
Saludos
Mi niña, no pierdes ni un detalle...y yo aquí, "pisándote" los talones en este extraordinario recorrido lleno de aventuras!!
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