Manuel lleva diez años con lumbalgia, de médico en médico, bajas laborales y mucho dolor. Un día al fin le diagnostican ESPONDILITIS ANQUILOSANTE. La primera reacción de Manuel es el miedo ante los problemas físicos que conlleva la enfermedad. Pero es gracias a la asociación a la que acude, Manuel encontrará soporte emocional para enfrentarse y aceptar su enfermedad.
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