Tenía 19 años... muerte inesperada

http://www.laverdad.es/murcia/v/20130708/region/joven-acantilado-metros-cabo-20130708.html
8.7.13 - 00:44  | CARTAGENA

Se fue demasiado pronto. Tragedia para sus padres...

Tenía 19 años, se llamaba Alberto y su segundo apellido era Marwan

PAQUITA

De: Marisa Peña Obra: Tiempos de ceguera

Ante la muerte inesperada, ante el dolor ajeno,
¿qué podemos hacer? Tal vez muy poco -o nada-.
Todo acontece allí, detrás de los cristales.

Mientras nos deslizamos va cambiando el paisaje.
Las guerras, las catástrofes, las penas cotidianas,
los valores bursátiles, las crisis...

El hombre sufre, irremediablemente.
Es una cruel certeza que la historia confirma:
grandezas y miserias, mitos, héroes y dioses,
gestas, heroicidades, catedrales, masacres,
rayos de luna y sombras.

Todo confluye en una misma historia.
Los dioses de la vida, los dioses de la muerte,
moldearon del barro su criatura.
Tentada por los frutos del árbol de la ciencia,
buscando sin consuelo el fuego y la palabra.

Capaz de ser mezquina o generosa,
de entregar su propia vida sin reservas
o arrebatar, sin piedad, vidas ajenas.

Ecce homo: ¡creced y multiplicaos!
¿Por qué nos pesa tanto el nombre de los muertos?
Si no tuvieran nombre, ni rostro, ni ascendencia...

El hombre sufre: es cierto.
Y ese dolor atávico surca el inexorable paso de los siglos
como un río sin cauce que anega los caminos.

Podemos escondernos, protegernos, evadirnos
pero hay muchas formas de morir
y muchas formas de estar muertos.
Porque cuando doblan las campanas, sé,
con toda certidumbre, sin atisbo de duda,
que siempre, siempre, doblan también por mí.