febrero 20, 2014

Crónica Homenaje Embajada Palestina al Poeta Mahmud Sobh y al Arabista Pedro Martínez

Las fotos llevan una explicación y al relato lo precede un *asterisco. Lo "entrecomillado" es copia literal.
Para VER las FOTOS, sus detalles, deben AGRANDARSE clicando sobre ellas, una o más veces, al gusto.

* Con antelación, copié lo siguiente de Ángeles Fernangómez, que lo había publicado en su pág de fb:
"Este próximo Jueves 13 (febrero, a las 19h.), en la Embajada Palestina (Avda Pío XII, 20 - Madrid), Homenaje al Profesor y Poeta palestino-español MAHMUD SOBH. El Profesor ha tenido la deferencia de pedirme que, durante el acto, lea mi poema "Valió la pena", ése tan duro y real que subí hace un par de días a mi muro y que parece que os impresionó a muchos de vosotros. Como está basado en un hecho real, vivido por el profesor hace muy poco en Belén, dice que hará, él mismo, un preámbulo a la lectura del poema.
Al finalizar, y para endulzar la crudeza, habrá piscolabis con dulces árabes."

1.- Salón de actos. Láminas pintadas: aquí 4 niños palestinos; allí un miembro de Intifada

* Comenzó hablando el embajador, auxiliado por un intérprete. Tras él, el profesor Mahmud,  que pidió a Ángeles la lectura del poema 
que ésta escribió con motivo del suceso por el narrado,  "Valió la pena", mencionado arriba. El homenajeado dijo también algún texto suyo, en árabe y castellano.

2.- Ángeles, en pie, leyendo su poema y el profesor Mahmud, con pañuelo palestino, sentado




3.- Portada del libro "Palestina en el corazón
Recital poético por la paz. 

Texto inferior: Promovido y organizado por el profesor Mahmud Sobh. Con la colaboración de Ángeles Fernangómez (poeta) y José Bárcena (relaciones públicas del café Gijón)
Café Gijón (Madrid), 19 febrero 2009
Ateneo de Madrid, 27 de mayo de 2009

4.- Presentador, embajador, Pedro MartínezMahmud Sobh

* El presentador-intérprete introduce al profesor arabista Pedro Martínez.
Todo un descubrimiento este caballero, un encanto escucharle; la claridad y transparencia de sus palabras son dignas de alabanza, de tan escasos como estamos de ellas.
Su discurso se dirigió a la libertad del pueblo palestino a tener, y disponer, de su propio territorio, ocupado como es sabido por el estado de Israel.
Entrevista que le hicieron en 11/3/2009 

5.- Naklin Grupo, integrado por la  
cantante 
Esther 
Nuñez 
Gaviña  
y el guitarrista y también cantante
José Ayala

* El acto continuó con un caballero, de nombre Venancioy su guitara española.
Y tras él, el Grupo Naklin cantó el tema de Fito Páez "Yo vengo a ofrecer mi corazón" (versión de Mercedes Sosa) Una preciosidad


6.- Los dulces árabes, antes de que desa-
pareciesen, víctimas inocentes del paladar humano.

* Al final, veo que también están Ana Galán y Maite Cuesta, ambas de La Lobera. Las cuatro de La Lobera. Saludos, besos, abrazos y despedida.
A las 9h. me voy. Tengo hora y media de desplazamientos hasta mi casa, igual que a la venida.

Al día siguiente recojo algunas de las palabras de Ángeles sobre el acto:
" Resultó muy bello el Homenaje a los profesores Mahmud Sobh y Pedro Martínez en la Embajada de Palestina, que hicieron, codo con codo, grandes labores de traducción literaria hispano-árabe, entre ellas, a los Poetas árabes de la Resistencia". 

AÑADIDO a las 20h.: VALIÓ “LA PENA”
Valió “la pena” volver a Palestina. Mahmud Sobh

Valió la pena
dijo mi sabio amigo palestino y ya español.
Valió la pena –a pesar de darme mucha pena–, volver
a ver mi tierra y mis olivos
tras  tanta distancia de los ojos.
Por un lado “valió”
por otro lado “pena”.

Cómo quitar ya de los latidos
aquella sangre escrita por el suelo:
¡Take your jacket off!,
pero el maestro que cruzaba niños
de una a otra acera de Belén
no oyó al soldado, tal vez no le entendió, tal vez…
¡Take your jacket off! –repitió–,
pero el maestro siguió cruzando alumnos
al otro lado de una calle de Belén,
ausente a otro idioma que no fuese el de las manos de sus niños.
No hubo un tercer ¡Take your jacket off!
La bala del soldado
perforó y más  la prenda del desastre, y en la acera,
la sangre pintaba un cuadro rojo con título de odio.
Los niños ya supieron
que jugar a la guerra nada tiene que ver con jugar.

Fue grande la pena
de volver y ver la patria más herida.
Valió saber
que pisaba el suelo de mi abuela, de mis padres, el mío, Palestina.
Y, aunque la pena era muy grande,
volver valió la pena.
©Ángeles Fernangómez

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