- Autora texto: MARISOL SOTO ROMERO @MSolSotoRomero 23.12.2013
- Abordamos los retos de la privacidad y seguridad en la sociedad digital
- Seis millones de españoles son ya comunicadores digitales permanentes
- Al 72% de los europeos les preocupa el tratamiento de sus datos en internet
- En España se incrementan año a año las reclamaciones por derecho al olvido
- Ojo con tus datos se estrenó el 29 diciembre a las 23.20 h en La 2
Al poner nuestro nombre en un buscador quizá nos llevemos una sorpresa. ¿Por qué aparecemos en la red? Estamos facilitando nuestros datos personales para que sean accesibles en todo el mundo. ¿Somos conscientes?
¿Leemos lo que firmamos cuando hacemos clic en “acepto" en la aplicación gratuita que usamos todos los días?
¿Leemos lo que firmamos cuando hacemos clic en “acepto" en la aplicación gratuita que usamos todos los días?
Los retos de la sociedad digital
De la mano de expertos en las TIC, la seguridad, el derecho tecnológico y de la organización Pantallas Amigas, Ojo con tus datos nos aproxima a los retos que enfrenta hoy la sociedad digital en cuanto a laprivacidad y el tratamiento de los datos personales en internet.
Huella digital y derecho a la intimidad
Entre los ciudadanos españoles, pero también entre la mayoría de los europeos, crece el número de reclamaciones y la preocupación por el tratamiento de los datos personales en la red. “No somos conscientes de las formas en el que el día a día nos hace identificables”, reflexiona Jorge Campanillas, abogado y experto en derecho tecnológico. “Muy pocos se cuestionan por qué Google o Facebook son gratuitos,” dice el también abogado Samuel Parra: “Si no te cuestan nada y tú no eres el cliente, a ver si vas a ser tú el producto”
Entre los ciudadanos españoles, pero también entre la mayoría de los europeos, crece el número de reclamaciones y la preocupación por el tratamiento de los datos personales en la red. “No somos conscientes de las formas en el que el día a día nos hace identificables”, reflexiona Jorge Campanillas, abogado y experto en derecho tecnológico. “Muy pocos se cuestionan por qué Google o Facebook son gratuitos,” dice el también abogado Samuel Parra: “Si no te cuestan nada y tú no eres el cliente, a ver si vas a ser tú el producto”
Los motores de búsqueda pasan sus arañas por todos los rincones y ofrecen enlaces en cuestión de segundos a informaciones que antes eran difíciles de conseguir. Ofrecen un servicio con ventajas que nadie discute pero que también ocasiona perjuicios a algunos ciudadanos que ven como cobra relevancia en los resultados información de su pasado que en ocasiones atenta contra su derecho a la intimidad.
“Ahora para todo el mundo soy deudor y casado. Y no soy ni deudor ni casado.”, dice Mario Costejà. Cuando pone su nombre en un buscador aparece entre los primeros resultados un enlace que contiene información sobre una subasta por impago que él ya resolvió hace años y que a su juicio no debería tener tal relevancia en su identidad digital.
La Agencia Española de Protección de Datos ha resuelto dar amparo a cerca de 200 casos que considera fundados y ha pedido a Google que retire de su índice los enlaces para evitar el acceso universal, entre ellos el de Mario Costejà. El 19 de diciembre se hizo pública la sanción al gigante estadounidense: 900.000 euros por vulnerar derechos de usuarios.
Rafael García Gozalo, coordinador del Área Internacional de la AEPD resume así la situación: “El ciudadano ve que informaciones suyas de un pasado más o menos remoto, no confirmadas, no reales o falsas, que surgieron en un contexto muy limitado, se han expandido, reaparecen y se asocian con todas las demás informaciones sobre su vida, y en algunos casos causan perjuicios muy serios.”
La decisión sobre si procede retirar ciertos enlaces en los resultados de las búsquedas está en manos de los tribunales españoles y europeos que deben resolver como aplicar las leyes en estas nuevas situaciones ocasionadas por la evolución de internet y que entrañan una colisión de derechos fundamentales, entre el derecho a la privacidad, el derecho a la información y a la libertad de expresión.
Leyes de protección de datos obsoletas
Europa está en pleno debate en torno a la privacidad en internet, el control de los datos personales y el papel que juegan en todo ello las empresas de servicios cuyas sedes están fuera del territorio de la Unión.
“Queremos un continente unido con una única ley de protección de datos y todas las compañías que operen en este continente deben obedecer esta ley, independientemente de la nacionalidad de la compañía en cuestión”, declara la comisaria Viviane Reding, quien asegura que en la primavera de 2014 quedará aprobado un nuevo reglamento para la Directiva de Protección de datos, que necesita una actualización ya que data de 1995, fecha en la que los teléfonos sólo servían para llamar o empresas gigantes como Google o Facebook no existían.
La responsabilidad del usuario
“Muchas veces es el propio usuario el que por descuido, por dejadez, por ignorancia o por no comprender el funcionamiento de determinados programas, libera demasiada información personal y pone sus datos a disposición de los demás, y en cierta manera se pone él, a sí mismo, en riesgo,” advierte César Lorenzana, capitán del Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil.
“Ahora mismo tú lo que haces es instalarte una aplicación en el móvil y, sin mirar absolutamente nada, aceptar una serie de cesiones de datos, constata Enrique Dans, profesor de sistemas de información en la IE Business School.
Jorge Flores, director de Pantallas Amigas, una organización que promueve el uso seguro y responsable de internet entre la infancia y la adolescencia, considera que “los padres, madres, y educadores no estamos todavía capacitados para acompañar a los menores de forma debida porque el entorno de internet es demasiado cambiante y demasiado diverso.” En su opinión urge tomar conciencia a la hora de gestionar tanto nuestra privacidad como la de terceros, sobre todo desde que usamos smartphones.
El negocio del Big Data
Todas nuestras gestiones en internet dejan un rastro digital que nos identifica y no solo está por establecer el equilibrio entre la privacidad y la seguridad. Ahora también entra en juego Big Data, el gran volumen de información que contiene algo tan personal como nuestro comportamiento y que ya están recogiendo los estados y las corporaciones. Todos esos datos masivos, una vez procesados, ofrecen patrones con los que se pueden hacer predicciones y por tanto tomar decisiones en base ellas, con todas las ventajas y riesgos que ello entraña.
“Los datos están dando un poder tan grande a las empresas que los poseen que en el futuro yo creo que pueden llegar a mediatizar directamente el futuro de los países,” pronostica Chema Alonso, experto en seguridad informática. Y continúa: “las empresas ya tienen capacidad para gestionar volúmenes de datos ingentes, que tienen mucho negocio. Hay compañías aéreas que ya son capaces de planificar sus vuelos en función del Big Data que tienen y empresas como Google o Facebook podrían llegar a saber quién va a ganar las elecciones antes de que tuvieran lugar o qué es lo que va a pasar en cualquier pregunta que se haga hoy en día a la ciudadanía. Ya tienen mejor sentir que los propios políticos y los medios de comunicación.”
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