No hay nada más seguro después de nacer que en algún momento moriremos.
En DMD entendemos el derecho a decidir el momento de nuestra muerte como
la expresión última de nuestra libertad como ciudadanos.
Queremos que
la sociedad conozca el punto de vista del movimiento ciudadano por la
muerte digna que conformamos, y que comparta con nosotros la defensa por
los derechos de salida.
Si llegar a la estación final es inevitable
(mejor tarde que pronto) hagámoslo de forma tranquila, planificada y con
autonomía. 20/7/2015
http://blogs.publico.es/estacion-termino/2015/07/20/un-blog-que-ayuda-a-morir/
Fernando Pedrós. Periodista, filósofo y miembro de Derecho a Morir Dignamente (DMD)
Cuando a veces preparo estos párrafos para el blog, recuerdo a Jorge León Escudero,
un enfermero que, por una caída haciendo gimnasia en las barras
paralelas, acabó siendo un pentapléjico que tenía que ser trasladado
mediante una grúa de la cama a la silla de ruedas, que se valía de
respiración asistida, y que era capaz de escribir en su blog gracias a
un dispositivo acoplado a su cabeza. Murió un 4 de mayo de 2006 en
Valladolid, a los 53 años. Necesitó una mano amiga que le ayudara a
salir de la vida después de haberlo intentado en tres ocasiones y su
muerte volvió a abrir el debate sobre el artículo 143 del Código Penal,
que castiga con penas de prisión la ayuda al suicidio.
Sin duda el caso de Jorge León juntamente con el de Ramón Sampedro y el de Inmaculada Echavarría fueron los más sonados y de mayor incidencia mediática. De su blog
transcribo algunas reflexiones. Siempre fue consciente de su estado de
gran invalidez, pero a esto se añadió su deteriorado estado físico… “He
entrado en una fase que considero terminal porque a la pentaplejía
irreversible se ha añadido la cronicidad de las infecciones frente a una
tolerancia cada vez menor a los antibióticos, lo que me provoca
indeseables sufrimientos físicos y psíquicos”. Su decisión era clara:
morir con lucidez. “En mi caso prefiero acabar de morir, mientras tenga
control sobre mi cabeza”. Pero necesitaba ayuda y muchas veces en sus
escritos aparecía una llamada de petición de ayuda. “Necesito la mano
que sostiene el vaso, la mano hábil que supla mi mano inútil, una mano
que actué según mi voluntad aún libre: tengo todo preparado para que
quien me ayude quede incógnito”. Jorge deseaba morir y había pedido en
diversas ocasiones a sus médicos que le desconectaran el respirador que
artificialmente le hacía continuar en vida. Era una medida a la que
tenía derecho y que estaba permitido de acuerdo con la legislación
española.
El 16 de enero de 2005 el diario El País publicó una carta al
director, remitida por Jorge León, titulada ‘Hablemos de eutanasia’. En
el texto, se refería a ella como algo que “ha dejado de ser sólo una
cuestión ética en reflexiones minoritarias para convertirse en un
problema perentorio para un número de personas en constante aumento”.
Pero él veía que la política no era sensible al problema, a pesar de que
el PSOE lo había recogido en su programa electoral, y que la regulación
de las conductas eutanásicas iba para largo. “Yo no creo que tenga
tiempo -decía- hasta que haya una regulación decente y seguramente
tendré que recurrir a una salida ilegal”. Como salida de su aislamiento e
incomunicación y poder dar gritos de ayuda en agosto de 2005 abrió en Internet un blog,
en el que se identificaba como Lucas S. Conseguía manejar el ordenador
gracias a un adaptador labial. En sus mensajes hablaba de su situación y
en algunos pedía una ‘mano amiga’ que le ayudara a ‘morir dignamente’.
El 4 de mayo fue encontrado muerto en su casa. El respirador había
sido desconectado y había un vaso del que había bebido algo. Claro está,
la policía empezó con las investigaciones. Pero Jorge había dejado ya
escrito en su blog el señalamiento de los responsables: “Quede
en la conciencia de quienes impiden legalizar la eutanasia la carga de
los sufrimientos innecesarios”. Sin embargo a los verdaderos
responsables solo les preocupaba echar tierra encima, acallar la
situación. “Es un caso muy delicado -comentaba el subdelegado del
gobierno en Castilla y León- porque se trata de un pentapléjico
fallecido por la desconexión de la máquina que le mantenía con vida y
puede surgir un nuevo debate social, como el originado a raíz de la
muerte de Ramón Sampedro”.
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OTO ASUNTO: Hoy en Perroflautas del Mundo: El machismo mata, la hipocresía lo alimenta, de Nuria Varela
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