Imaginaos
un grupo de personas luchadoras que quieren cambiar el mundo, crean una
casa de campo y plantan semillas para que crezcan cerezas y peras, y
luego un cataclismo dirigido por una banda de golpistas quema sus
huertas, mata a sus habitantes y dispersa a los supervivientes. Tras
décadas de olvido, silencio y desmemoria, un nuevo grupo dice recoger la
antorcha y vuelve a la casa, pero deja entrar a quien odia las peras y
las cerezas, y se empeña en arrancar sus raíces y plantar
manzanas y melones, que es lo que siempre han plantado los poderosos,
pero dan más réditos en el mercado del pueblo. La vieja casa sufre
enormes transformaciones y sólo un pequeño grupo resiste y sigue
cultivando las viejas peras y cerezas casi en la clandestinidad y
siempre en la parte trasera. La gran mayoría de los nuevos habitantes de
la casa no saben ni quieren saber por qué y para qué se fundó aquel
proyecto, sólo quieren prosperar en el nuevo sistema y comer melones o
manzanas "como está mandado". Al final alguien en la finca de al lado se
pone a sembrar peras y cerezas otra vez, pero sin contar con aquellos
resistentes que aún seguían haciéndolo con memoria y amor. Todo se
precipita , los afines a los melones se pelean con los partidarios de
las manzanas,y los dueños del poder y la gloria se frotan las manos...
La pequeña parábola aún no ha terminado, pero me atrevo a aventurar que
cuando te olvidas de tus orígenes pierdes el rumbo y tal vez tengas que
construir la casa en otras tierras y empezar a plantar de nuevo, con
todo el dolor de tu corazón.
.............................................
OTRO ASUNTO. Hoy en Perroflautas del Mundo: Congo: El pueblo donde decenas de niñas han sido violadas sigue esperando justicia
No hay comentarios:
Publicar un comentario