Jose Eduardo Gimeno Garcia ha compartido un enlace. laicismo.org
La historia cruel de la represión
franquista durante la Guerra Civil y tras ella, deja capítulos de una
inconmensurable demostración de los nobles sentimientos que anidaban en
muchas de las víctimas. Muchos fueron esos casos de personajes
vilipendiados, acosados, torturados y finalmente asesinados por
la barbarie fascista. Un sector que destacó por sus principios
generosos, que fueron objeto directo de la represión, fue el de los
maestros republicanos. El franquismo siempre vio en la docencia y en la libre enseñanza a un enemigo a batir.
Ya se sabe que la educación y la cultura hacen a la persona libre y
crea mentes críticas. Y eso es incompatible con el fascismo.
Traemos el ejemplo de un maestro, Antonio Benaiges, al que la II República destinó en 1934 a un pequeñito pueblo de Burgos, Bañuelos de Bureba, 200 habitantes, 58 casas y 32 niños en la escuela, carente de agua, luz y ni tan siquiera caminos. Benaiges, hombre bueno y cabal
donde los hubiera, fue torturado, fusilado y luego arrojado a una fosa
común por el “gran delito” de haberse empeñado en que sus alumnos, sus
niños de una población rural del interior de la Castilla profunda, conocieran el mar. (...)
6 agosto, 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario