Graciela Caballero Irigoyen comparte publicación de Gemma Almagro.
EL POZO MÁS GRANDE DEL MUNDO
https://wordpress.com/post/gemmaalmagro.wordpress.com/2867
Había una vez un pozo
muy grande
que no tenía arena
sino agua
y cientos de niños
caían en él
y se morían
pero no había cámaras
y a las máquinas
y a los barcos gigantes
no les dejaban
salvar niños ni grandes
pero no era importante
porque las personas en su sofá
no podían verlo
y los señores que mandan
miraban hacia tierra firme
para no tener que ver
el mar,
y si de algo se enteraban
hacían como si nada
y así todo el mundo
podía ser feliz
porque los niños muertos
no entraban en sus casas
ni en sus oídos
y se morían discretos,
sin hacer ruido,
solitos,
en el agua.
Bajo las olas.
Entre los gritos de papá y mamá.
Con la ropa mojada.
Se morían los niños.
Se morían despacio.
Porque no sabían nadar.
Porque eran invisibles.
Pero no pasaba nada.
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