Paquita Caminante · eldiario.es Darío Pescador - 26/01/2020
Diversas
investigaciones explican por qué las toxinas que producen las plantas
son en realidad las que nos protegen de las enfermedades estimulando
nuestros propios antioxidantes
Christopher McCandless, el joven idealista que protagoniza la novela "Hacia rutas salvajes",
basada en su historia real, decidió vivir en la naturaleza y
alimentarse de lo que encontraba. Terminó muerto en el bosque por comer
las semillas de una especie de patata salvaje, que contienen una
conocida neurotoxina.
Aunque parezca una perogrullada,
el juego de la vida consiste en sobrevivir. Los animales no quieren que
otros animales se los coman. Por eso han evolucionado para tener
dientes, garras o ser muy rápidos.
Lo mismo ocurre con las plantas. No están ahí para
mejorar la salud de los seres humanos, y no tienen ningún interés en ser
devoradas, así que en su estado natural también se defienden. Algunas
defensas son evidentes, como las espinas, sin embargo la mayor parte de
las plantas hacen la guerra química, produciendo sustancias tóxicas para
los insectos y otros animales que intentan comérselas, además de
fabricar sus propios pesticidas contra bacterias, virus y hongos.
Pues bien, muchos de estos tóxicos se venden en tu herbolario como remedios naturales y antioxidantes, y tú te los tomas (...)
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