Fernando Broncano R 29/12/21
Me desayuno preparando clases y escribiendo sobre este documento de la modernidad que es Los embajadores de Hans Holbein el Joven: los nuevos estados, la diplomacia, los poderes del estado y la religión, la música y la perspectiva (el mismo laúd que Alberto Durero había usado para enseñar a dibujar en perspectiva), diversos relojes de sol, esferas estelares, un torquetum, libros de salmos y de matemáticas, una calavera en anamorfosis, como si fuera el fin de las vanitas.
Si un siglo más tarde Velázquez representaba en La familia de Felipe IV o Las meninas y Las hilanderas la invención de la imagen mental y de la imagen memoria, Holbein lo hace con la cultura material que construyó la primera globalización: estados poderosos, viajes a larga distancia, escrituras, cálculos, alianza de la palabra y la espada. Pintó un mundo, el del Renacimiento, que declinaba rápidamente y que las guerras de religión habrían de enterrar en pocos años. Un documento que vale por un libro de historia. Me pregunto qué fotografía definiría estos últimos años de nuestro tiempo.
Buenos días.
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