Muerte de un soldado republicano en Cerro Muriano (muerte de un miliciano), 5 de septiembre de 1936.
Algunos datos históricos argumentan que el fotógrafo americano Robert Capa captó este instante, que se convertirá en un icono utilizado, en una fotografía universalmente conocida de ese hombre enjuto, alto, calzado con esparteñas, que cae abatido por una bala enemiga.
Con el paso de los años, revisitando otras fuentes actuales, se clarifica que fue un "posado", un montaje, un gran fraude.
Durante la estancia allí de Capa, que tampoco era americano sino Húngaro (Endre Erno Friedman), no se produjo ningún ataque, ni hubo ningún muerto, estaban a unos 50 km de distancia del frente.
Capa, que trabajaba para la revista francesa VÙ, en algunas ocasiones alegaba que fue un tiro de bala la que abatió al miliciano y, en otras, a la revista LIFE, que fue ráfaga de ametralladora.
Entre las incoherencias de sus declaraciones y las comparaciones del escenario, (en el horizonte se ven varios cortijos, que determinan el lugar) que no se corresponden en absoluto con lo que argumentaba Capa.
Además de que el formato de los negativos no son de la cámara Leica que utilizaba Capa, sino de la cámara Reflex Korelle, que utilizaba su compañera Gerda Taro, se puede afirmar lo arriba expuesto.
Buen día.
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