(Publicado por Angus en viernes 6 de noviembre de 2009 en un de sus tres blogs, el llamado Charcos paralelos... PAQUITA) charcosparalelos.blogspot.com/
Los bacha bereesh son niños esclavos sexuales de los talibán. El asqueante reposo del “ legendario guerrero afgano” que todavía algunos tarados revolucionarios utópicos apoyan en su lucha contra el imperio del mal. Su número según algunas cifras de Naciones Unidas es escandaloso, especialmente en el norte de Afganistán. Son los llamados chicos sin barba, que disfrazados de mujeres, con cascabeles en los pies, danzan durante la noche para el uso y disfrute de los señores de la guerra. Son esclavos vendidos en propiedad a los comandantes muyahidines cuyas proverbiales costumbres irritan notablemente a los clérigos islámicos, pero ante los que estos hacen la vista gorda. Todos los radicalismos tienen dos lados, como el embudo, el ancho y el estrecho, y en un país donde la homosexualidad está prohibida bajo pena de muerte, está práctica queda amparada en el secreto de las montañas, en las cuevas de los insurgentes.
Los comandantes muyahidines organizan competiciones de baile entre ellos donde se cruzan apuestas y otros comercios carnales, irónicamente a éstas “ fiestas” las llaman el bacha baz, ( juego de niños) y en ellas se embriagan con los sonidos de la danza de los pequeños y sus cascabeles hasta entrar en trance… lo que sigue después os lo podéis imaginar. Es más, un signo de prestigio entre los jefes militares talibán es poseer al bailarín más bello. Pero todo esto no es noticia si mueren nuestros heroicos soldados. Si la O.T.A.N. bombardea una aldea por error, o si ha explotado una bomba en un mercado de Peshawar. No hay ruido de cascabeles que se pueda escuchar entre tanta estridencia. No agita nuestras conciencias ya demasiado agitadas. Son los fantasmas de la guerra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario