Acudo de nuevo, hoy a la mesa redonda sobre Miguel Hernández, la memoria histórica y la represión franquista sobre los intelectuales y artistas. Es miércoles 17 y a las 18 h., poco más, se inicia el acto.
El encargado de las jornadas hace las presentaciones, excusa una ausencia y da la palabra a Mirta Núñez Profesora Titular de Historia de la Comunicación Social en la Universidad Complutense de Madrid.
Nos habla del trato recibido en la cárcel por M.H., similar, en principio, al del resto de los presos, ya fueran intelectuales o artistas. La humillación a que les convocaban a cambio de pequeños favores de trato, traducible en poder recibir de sus familiares comida, ropa limpia, poco más. Menciona el caso de un dibujante de comics ¿Urrute? cuyo personaje Hay que evitar ser tan bruto como el soldado Canuto (2), utilizado para enseñar a la tropa, fue invitado, como todos ellos, a prostituirse moralmente. Y, curioso, menciona al pintor Manaut, sumido en el olvido -provocado- tras la guerra, que yo no conocería de nada si no fuera porque Estela, hija suya, es integrantes del grupo Poética en Gredos, y del que la propia UC3M hizo una exposición, coincidente con el Día del Libro de este año.
Pasa la palabra al más joven de ellos David Becerra. Entre los avatares de su currículo, destaco que es miembro de la Fundación de Investigaciones Marxistas. Hablará sobre la muerte hermenéutica de Miguel Hernández; traducida en la doble muerte, sobrevenida ahora, al olvidar, premeditadamente, la gran carga ideológica que tuvo M.H. durante la guerra, comunista convencido que luchó en el frente, algo inusual entre los intelectuales. David nos ilustra sobre Walter Benjamin y sus tesis sobre la historia. Considerado como el primero que la enfoca desde el punto de vista de los vencidos. Una de sus tesis es: El momento de peligro es cuando la historia pasa a ser un instrumento de la clase dominante. Menciona a Miguel Nuñez (2) insigne comunista. Termina con... la despolitización que se está haciendo de M.H. en este su año, del Materialismo Histórico.
Es el turno del último de ellos, Rafael Escudero, Profesor Titular de Filosofía del Derecho de la Universidad Carlos III de Madrid. Trata sobre la Memoria histórica y los procesos judiciales franquistas, en particular, El caso de Miguel Hernández. Dice que, la llamada Ley de Memoria Histórica No declaró la Nulidad de las Sentencias dictadas durante y después de la guerra por el bando golpista, el autodenominado Bando nacional... archiconocidos como franquistas; limitándose a declararlas injustas e ilegítimas, denominaciones ambas inútiles en un juicio. Comentó que la nieta de Miguel Hernández tiene solicitada la Revisión de la Sentencia ante el Tribunal Supremo.
TERMINA el acto, convocándonos el organizador de las jornadas a que consultemos la página Canal Biblioteca.
Nada de lo aquí escrito es reproducción literal de lo escuchado en la sala.
INFORMACIÓN COPIADA DE LA RED INTERNÁUTICA:
(1) "La Voz del Combatiente, uno de los periódicos clave de los republicanos durante la guerra civil, sobrevivió hasta el 26 de marzo de 1939. La tiras cómicas publicadas allí fueron recopiladas en 1937 bajo el amparo del Comisariado General de Guerra / Comisión de Propaganda y también con el sello Diana (U.G.T.). El dibujante de estas sencillas historietas usó las peripecias del personaje Canuto para repartir consejos entre los republicanos destacados en el frente mediante historietas generalmente de una página, con textos al pie redactados en verso.
Fue un tebeo dirigido a los adultos (concretamente, a los combatientes) por elaborar una ironía simple pero aguda sobre las conductas poco aconsejables entre la milicia. El carácter “adulto” del tebeo no residía en su profundidad, en contenidos truculentos o en el lenguaje usado, consistía, precisamente en que el mal soldado Canuto daba “ejemplo”, con su compendio de defectos, al resto de los milicianos sobre las relaciones sexuales. Así ocurre con la serie de historietas “Mucho cuidado con Venus”, que en tres entregas –en las que Canuto desfilaba entre picores– instruía jocosamente a los soldados sobre las enfermedades venéreas y lo pernicioso que resultaba no vigilar la higiene (si bien en ningún momento aconsejaba el autor no visitar a las “mujeres de la vida”)."
MÁS sobre los comics, antes y durante la guerra en www.tebeosfera.com/1/Documento/Recorte/CLIJ/LosTebeos/deMadrid.htm
(2) "Miguel Núñez, veterano de las cárceles franquistas. Fundador del PSUC, pasó 17 años en prisiones de la dictadura. 14/11/2008 Autor del texto: FRANCESC VALLS
Estrenó su experiencia penitenciaria en el Madrid de 1939. Con apenas 18 años, el comunista Miguel Núñez (Madrid, 1920) inauguró su paso por las cárceles franquistas: 17 años en total. Fue un madrileño-catalán: fundador de las Juventudes Socialistas Unificadas, en marzo de 1936, y cuatro meses después del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC). Todo ello convirtió a Núñez en un icono para las generaciones de antifranquistas de izquierda en Cataluña. Para morir -sucedió el pasado miércoles de un enfisema pulmonar- prefirió Barcelona. Contaba a sus amigos el temor de que su Madrid natal pusiese barreras a los deseos de extinguir su vida cuando ya no le resultara razonablemente soportable.
Uno de los episodios que rememoraba este hombre -condenado a muerte y salvajemente torturado en varias ocasiones- era el de su paso por el penal de Ocaña (Toledo), donde el cura participaba en las palizas a los presos y gustaba de dar el tiro de gracia tras las ejecuciones. En ese presidio coincidió brevemente con el poeta y gran experto taurino Miguel Hernández. Ya estaba muy debilitado, pero el poeta de Orihuela sacó fuerzas de flaqueza para retratar a ese sacerdote que confundía el humo de la pólvora con el del incienso: "La luna lo veía y se tapaba / por no fijar su mirada / en el libro, en la cruz / y en la Star ya descargada. / Más negro que la noche / menos negro que su alma / cura verdugo de Ocaña".
La sombra de esa España negra acompañó durante muchos años a Miguel Núñez. También convivió con la cotidianidad aplastante del estalinismo, los años de plomo del comunismo español, de "traidores titistas" (en referencia al líder comunista yugoslavo Josip Broz, Tito). Quizás por eso previno en sus memorias contra aquellos que se atribuyen en nombre de los partidos o las ideologías la facultad de juzgar a los demás y el derecho a no ser juzgados. "Nunca quise saber nada de las guerras intestinas", aseguró, y ello llevó consigo "que tuviera más simpatías que cargos; es decir, poco poder en el seno del partido".
Aprendió de los matices con sus enemigos. Un guardia en Madrid se ofreció a ayudarle a enviar una nota a sus padres cuando los falangistas decidieron entregar sus ropas ensangrentadas a su familia en su primera detención al término de la Guerra Civil. Ahí comenzó a madurar su idea de que la compasión florece en páramos inmisericordes.
Otro episodio similar lo vivió en 1958 en la Jefatura Superior de Policía de Barcelona. Había sido detenido por pura casualidad. Nadie tenía noticia de ello. Lo interrogó el temible comisario Antonio Juan Creix. Estuvo colgado durante varios días de una esposa en una tubería. Su hombro estaba dislocado. Allí, unos policías, viendo el espectáculo dantesco, se prestaron a hacer una gestión. A los dos días, Radio Londres y Radio París daban noticia de su detención y, por tanto, el mundo exterior sabía que estaba en manos de la policía.
Los matices, sin embargo, no le impidieron que en la reedición de sus memorias -La revolución y el deseo- acompañara el texto de las fotos de quienes fueron sus torturadores. Junto a ellos, su fe en la humanidad y sus sueños rotos por esa revolución que el estalinismo prostituyó a edad temprana."
PAQUITA
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