* El lunes, 21 M, a las nueve y cuarto,
salíamos de casa (...)
Parada en Burgos, quería volver a ver la catedral, que recordaba muy sucia, la piedra, y sólo eso, sucia.
Parada en Burgos, quería volver a ver la catedral, que recordaba muy sucia, la piedra, y sólo eso, sucia.
Fuimos directamente al
centro, aparcamos lo más cerca posible, como diez minutos a lo
sumo andando, estaba blanquísima, la limpiaron para Las Edades del Hombre,
celebrada cada año, desde hace varios, en ciudades distintas.
2.- Cimborrio. Rosetón. Catedral de Santa María Burgos // Crónica siguiente visita, nov. 2014 http://paqquita.blogspot.com.es/2014/11/sierra-demanda-burgos-ciudad-vuelta.html
3.- Portada
* Estaba cerrada, la rodeamos. La trasera se había quedado sin arreglar, se acabaría el presupuesto. Dicen que es de las más grandes, junto a la de Sevilla, unas fotos, también a la puerta de entrada a la ciudad Arco de Santa María, que da a la calle de su nombre y a la de la catedral de idem. Nos vamos por su lateral izquierdo, y calle abajo, llegamos al coche, de nuevo en ruta. A los pocos kilómetros paramos para comer, eran las dos y media, restaurante Sotopalacios se llamaba, y parecía tener muchos vehículos aparcados. Yo: menú, unos espárragos blancos con mayonesa industrial y carne guisada, mucha, y estaba buena. De postre: flan casero con helado, y Blas: ensaladilla y callos ¿a la madrileña? preguntó al camarero, no, a la burgalesa, le contestó. Añadió que no los había probado, él era de León, majo. 30 euros en total (...)
2.- Cimborrio. Rosetón. Catedral de Santa María Burgos // Crónica siguiente visita, nov. 2014 http://paqquita.blogspot.com.es/2014/11/sierra-demanda-burgos-ciudad-vuelta.html
3.- Portada
* Estaba cerrada, la rodeamos. La trasera se había quedado sin arreglar, se acabaría el presupuesto. Dicen que es de las más grandes, junto a la de Sevilla, unas fotos, también a la puerta de entrada a la ciudad Arco de Santa María, que da a la calle de su nombre y a la de la catedral de idem. Nos vamos por su lateral izquierdo, y calle abajo, llegamos al coche, de nuevo en ruta. A los pocos kilómetros paramos para comer, eran las dos y media, restaurante Sotopalacios se llamaba, y parecía tener muchos vehículos aparcados. Yo: menú, unos espárragos blancos con mayonesa industrial y carne guisada, mucha, y estaba buena. De postre: flan casero con helado, y Blas: ensaladilla y callos ¿a la madrileña? preguntó al camarero, no, a la burgalesa, le contestó. Añadió que no los había probado, él era de León, majo. 30 euros en total (...)
4.- Orbaneja del Castillo. Pueblo y riscos
* Seguimos por la N-623, parando, previo desvío, a dos kilómetros a la izquierda de la principal. Parece interesante; en Orbaneja del Castillo, la silueta de las rocas calizas que la coronan pueden simular las almenas de uno. Abandonamos el coche, monte arriba hemos visto un surgimiento de agua y nos acercamos. Sobrepasamos el cementerio y a la izquierda, y más alto, está. Tiene un caudal abundante, como abundante lo será otro que sale del propio pueblo, alimentando ambos el río Ebro, que nace algo más arriba, en Reinosa
* Seguimos por la N-623, parando, previo desvío, a dos kilómetros a la izquierda de la principal. Parece interesante; en Orbaneja del Castillo, la silueta de las rocas calizas que la coronan pueden simular las almenas de uno. Abandonamos el coche, monte arriba hemos visto un surgimiento de agua y nos acercamos. Sobrepasamos el cementerio y a la izquierda, y más alto, está. Tiene un caudal abundante, como abundante lo será otro que sale del propio pueblo, alimentando ambos el río Ebro, que nace algo más arriba, en Reinosa
Dejamos a
nuestra derecha el valle del río Pas, atravesamos Puente Viesgo y enlazaremos poco
más adelante con la N-634,
sentido Bilbao, para, ya cerca de Laredo, desviarnos a Limpias, nuestro destino
inmediato.
Atravesamos el pueblo, casi deshabitado y con muchas viviendas, viejas, cerradas, algunas son casonas. Seguimos la indicación de “Parador”, a la derecha entramos en una especie de parque, atravesando una puerta, abierta, para llegar camino arriba al susodicho, un palacio restaurado por la red. Dejamos el equipaje, siguiendo las instrucciones de una señorita que parece estar regulando el tráfico de visitantes, y Blas seguirá con el coche para aparcarlo más abajo (...)
La habitación está impecable, lo abrieron al público hace un año escaso (...)
Cerca de las nueve bajamos a cenar (...) Los dos: menús, de 27 euros cada uno, con el vino y la botella de agua se pusieron en 72. Una manera, como otra cualquiera, de subir los precios.
Atravesamos el pueblo, casi deshabitado y con muchas viviendas, viejas, cerradas, algunas son casonas. Seguimos la indicación de “Parador”, a la derecha entramos en una especie de parque, atravesando una puerta, abierta, para llegar camino arriba al susodicho, un palacio restaurado por la red. Dejamos el equipaje, siguiendo las instrucciones de una señorita que parece estar regulando el tráfico de visitantes, y Blas seguirá con el coche para aparcarlo más abajo (...)
La habitación está impecable, lo abrieron al público hace un año escaso (...)
Cerca de las nueve bajamos a cenar (...) Los dos: menús, de 27 euros cada uno, con el vino y la botella de agua se pusieron en 72. Una manera, como otra cualquiera, de subir los precios.
El martes, 22 de
marzo, cumpleaños de Blas, felicidades -ha tenido su regalo a media noche- (...)
5.- Laredo Puerta de Bilbao
* En Laredo, desayunamos en la calle principal, después de preguntar en dos sitios. Está bien y la bollería es buena, tomo nota, mental.
5.- Laredo Puerta de Bilbao
* En Laredo, desayunamos en la calle principal, después de preguntar en dos sitios. Está bien y la bollería es buena, tomo nota, mental.
Turismo por el
pueblo, parte antigua. Más allá del ayuntamiento, un señor, pendiente en la
oreja, nos indicará cosas interesantes a ver: los miradores sobre Laredo, en el
antiguo fuerte que lo dominaba, y el paso subterráneo al antiguo puerto de
pescadores. Vemos su Iglesia de Santa María de la Asunción catedral, que están limpiando para estos días de
semana santa, y tras pasar una de sus puertas laterales, accedemos a la
escalera que nos llevará, primero a La Puerta de Bilbao, medieval total, y luego de
ascender ciento y no sé cuántos peldaños, a los restos del fuerte y a los
miradores en él instalados / Atalaya
6.- Vista desde Mirador de Las Caracolas. Laredo y su playa
7.- Vista desde Mirador de La Rosa de los Vientos. Litoral
* El de Las Caracolas y el de La Rosa de los Vientos, uno sobre Laredo y otro sobre los acantilados y la montaña cercana. Vueltos a la calle inicial, al fondo, cruzamos el túnel, fresquito, que nos lleva a un pequeño puerto, en desuso.
8.- Santoña. Iglesia de Santa María del Puerto. siglo XIII
6.- Vista desde Mirador de Las Caracolas. Laredo y su playa
7.- Vista desde Mirador de La Rosa de los Vientos. Litoral
* El de Las Caracolas y el de La Rosa de los Vientos, uno sobre Laredo y otro sobre los acantilados y la montaña cercana. Vueltos a la calle inicial, al fondo, cruzamos el túnel, fresquito, que nos lleva a un pequeño puerto, en desuso.
8.- Santoña. Iglesia de Santa María del Puerto. siglo XIII
* La idea es hacer hoy los pueblos costeros de la Bahía de Santoña y los de las rías cercanas.
Santoña, famosa por su industria consevera, tiene una bonita iglesia prerrománica, vista por fuera, que por dentro no pudimos verla, porque justo cuando llegábamos salían por su puerta dos señores: uno con cámara y trípode, sería fotógrafo, y otro, viejecillo, cojeando un poco y con llaves, con las que la cerró, en la mano.
9.- Puerto Pesquero de Santoña. Paquita
10.- Más puerto Pesquero de Santoña. Aquí: redes
* Nos acercamos al puerto, lleno de barcas de pesca de pequeño tamaño y, algunas pocas, mediano. De camino a Noja pasamos por las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, de las que ignorábamos su existencia, y, por lo visto, es el humedal más importante de Cantabria para las aves migratorias (...)
11.- Pazo = Palacio de los Condes de Isla-Fernández. Isla, municipio de Arnuero
* Luego vendría Isla, otra cosa, más pequeña, enclavada en lo alto y con su palacio “amurallado” y ovejas pastando”tranquilamente”. Quisimos comer allí mismo, nos acercamos a un hostal que se anunciaba con grandes carteles, Hostal Javier, eso ponía, estaba cerrado (...)
Pasamos por Ajo, turístico, y vamos a ver su cabo de Ajo. Naranjas de la china, hay un faro de Ajo y el acceso cortado; eso sí, construcciones unifamiliares hasta la misma barrera. No me gusta, de pena, da pena.
12.- Torre Iglesia de Santa María de Bareyo
13.- Iglesia Santa María de Bareyo. Aquí: plátano sombra
14.- Ábside de ant.
* Tiramos hacia Galizano y vemos una iglesia románica a pie de carretera, Iglesia de Santa María de Bareyo, románico del siglo XII, es bonita.
Pasamos cerca de Somo, pueblo en el que han veraneado los dos últimos años Amalio y Pilar, no lo recordaba y nos lo confirmarán días después.
Bajamos a Hoznayo, para ver su palacio, casi derruido, y casi de noche, tomamos la autovía para volver a Limpias. Antes pasaremos por Laredo, la zona de tapas que vimos por la mañana, y nos tomamos algunas con su cerveza correspondiente.
El miércoles,
23, liquidamos cuentas de nuestra estancia en el Palacio de Eguilior y nos
acercamos a desayunar a Laredo (...)
* Cogemos la
autovía de Bilbao, primera parada Castro Urdiales, subimos a la parte antigua,
la iglesia catedral de Santa María, al borde de los acantilados, donde
dejamos el coche, en “el acantilado de
enfrente”.
Tiene todo el aspecto de fortaleza medieval, en la que se ve los distintos estilos por los que ha transitado: románico y gótico.
17.- Torre. Misma anterior
* Estan decorando la parte delantera, con escenario incluido, para representar algo de la semana santa, en la que estamos.
Paseamos por el puerto y el pueblo, cogemos información turística y Blas se tomará un café en el paseo marítimo; tiene ganas de mear.
18.- Paquita Bilbao
* Siguiente parada BILBAO, dejando al paso Santurce y Sestao, siguiendo la ría. Quiero ver el Museo Guggenheim Bilbao, ya que nos cae en el camino, está bien indicado y aparcamos cerca, en zona azul regulada, al lado de la misma ría de Bilbao, metemos el dinero correspondiente y para allá, está construido junto a un puente, casi debajo, forma de buque tan fotografiado, y dos cubos sobre los que proyectan rayos láser, que les da un color violeta claro plateado. Lo bordeamos, no entramos en el museo.
18.- Museo Guggenheim Bilbao
Tiene todo el aspecto de fortaleza medieval, en la que se ve los distintos estilos por los que ha transitado: románico y gótico.
17.- Torre. Misma anterior
* Estan decorando la parte delantera, con escenario incluido, para representar algo de la semana santa, en la que estamos.
Paseamos por el puerto y el pueblo, cogemos información turística y Blas se tomará un café en el paseo marítimo; tiene ganas de mear.
18.- Paquita Bilbao
* Siguiente parada BILBAO, dejando al paso Santurce y Sestao, siguiendo la ría. Quiero ver el Museo Guggenheim Bilbao, ya que nos cae en el camino, está bien indicado y aparcamos cerca, en zona azul regulada, al lado de la misma ría de Bilbao, metemos el dinero correspondiente y para allá, está construido junto a un puente, casi debajo, forma de buque tan fotografiado, y dos cubos sobre los que proyectan rayos láser, que les da un color violeta claro plateado. Lo bordeamos, no entramos en el museo.
18.- Museo Guggenheim Bilbao
* Actualmente hay una exposición itinerante de Cerámica precolombina, anterior a la llegada de Colón, que espero repitan en Madrid.
Blas me fotografía junto al perro, envuelto en flores, todo pensamientos de distintos colores, de la entrada, y decidimos dar una vuelta en “el tranvía” ecológico, recién puesto según nos dicen. Hace un trayecto circular que nos deja en el centro urbano, donde buscamos dónde comer. No preguntamos a nadie y “la cagamos”, entramos en “una taberna” con buena pinta, en la que nos envía para arriba, al restaurante, arriba es una salita con seis mesas escasas, atendido por una señorita, de no muy buena cara, mantel muy desgastado, tiene más de un agujero, y comida deficiente ¡vaya vasco! no es caro, ni bueno. Cerca está el Mercado de la Ribera, el más grande de los construidos en hierro a principios del siglo XX, en superficie cubierta, según el folleto explicativo. Vemos alguna iglesia, sin interés, y desembocamos en la parada del tranvía en la que nos bajamos antes. Ahora sentido opuesto, para completar el circuito. Bilbao resulta muy gris, de fachadas sucias, salvo escasas excepciones, tiene mucha industria, o tuvo, alrededor, nos bajamos en la parada más cercana a nuestro vehículo, hemos pasado al lado, a escasos cinco metros. Volvemos a bordear el Guggenheim, por la izquierda, la derecha está cortada, según nos dirá un guarda de seguridad que nos ve marchar hacia allá, pasamos, otra vez, al lado de la araña metálica gigante a la que se encaramó, antes, un poco, un muchacho, para que “su pareja” le tirara una foto.
Ya en carretera,
nuevamente, le planteo a Blas parar en Vitoria, por donde tenemos que pasar, y
ver la catedral vieja, que nos quedó pendiente en la visita anterior, conforme,
dirá, tras una breve duda, pero ¿seguro que está abierta? Lo confirmo llamando
por el teléfono móvil, que ya solemos llevar encima en los viajes, al número
que figura en uno de los folletos que me han dado. Sí está abiero y para entrar
hay que reservar previamente, toma nota la señorita, a las cinco y media empieza,
¿Sé donde tiene la entrada? creo que sí, frente al museo arqueológico. Son las
tres y media en este momento.
Llegamos poco
antes de las cinco de la tarde, y, como ya lo conocemos algo, subimos en el
coche a la parte vieja y aparcamos frente a una pastelería, junto a los arcos
que ganan el desnivel hasta la
Plaza de la
Blanca Paloma. Hay una señal de prohibido aparcar por obras
pero, la señora que nos despacha un pastel nos dice que, no hay problema, salvo
meter el dinero correspondiente en la máquina expendedora de Los tickets que lo
regulan, lo que hemos hecho. Son las cinco pasadas y apretamos el paso para
llegar a tiempo a la
Visita Guiada a las Obras de la Catedral de Santa María (Catedral Vieja), que
así se llama el programa, nos sobrará aún algo y esperamos a que se inicie. Es
un chico joven el que se presenta como nuestro guía, es arquitecto, nos hace
pasar a una sala donde nos ponen un audiovisual, con los antecedentes de la
catedral y posteriores ampliaciones y rehabilitaciones. Después nos tendremos que
poner un casco, estamos en una obra, y nos irá explicando el proceso de
recuperación de la vieja catedral, en el que intervienen, además de un
arquitecto ó grupo de ellos, antropólogos e
historiadores, es multidisciplinar. Pasamos por la cripta, la
capilla central, una galería interior elevada y decorada con arquillos, cuya
función era meramente estética, según nos cuenta. Nos enseña la portada
principal, muy elaborada, tipo Pórtico de la Gloria, para, finalmente, subir una escalera
metálica exterior que nos sitúa a la altura del tejado y del campanario.
Comienza a chispear y acabará lloviendo fuertemente, cuando llegamos abajo. El
tiempo ha aguantado hasta el final, la visita siguiente se quedará sin la
última parte.
Empapados, llegamos al coche, llevamos toalla grande que compartimos y seguimos camino.
Son las siete, pasadas, cuando salimos de Vitoria-Gasteitz.
Llamo a Pilar por el móvil, para saber cuando llegarán ellos, me dice que, como pensaban que nosotros lo haríamos mañana, han quedado con Amalio y Pili en salir al día siguiente, no hay problema (...)
Hasta Pamplona seguimos en autovía, la bordearemos, sin entrar en ella, para ir por la N-240, que pasa por Liédena y Puente la Reina de Jaca, donde paramos a la salida para tomar algo. Cenar en principio, eso queríamos, pretensión vana, preguntamos en el establecimiento que nos parece más propicio y nos dirán que solo nos pueden dar de lo que queda en el mostrador, nada de cocina, nos despedimos y vamos al otro, que nos contestará que no le queda nada de pan, ni bocadillos puede ofrecernos, volvemos al primero y tomamos lo que hay, dos pinchos de tortilla francesa fría, recalentada en microondas, bazofia, una con jamón y otra no sé con qué, un trozo de chorizo y uno de longaniza que les queda, más tres cervezas, dos para Blas. Cena penosa la nuestra y, con todo, aún tuvimos suerte porque, sin haber acabado aún, recogían los platos con los restos que les quedaba del mostrador y los metían para adentro.
Crónica siguiente http://paqquita.blogspot.com.es/2016/11/santa-eulalia-gallego-barranco-de-ena.html
PAQUITA
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Empapados, llegamos al coche, llevamos toalla grande que compartimos y seguimos camino.
Son las siete, pasadas, cuando salimos de Vitoria-Gasteitz.
Llamo a Pilar por el móvil, para saber cuando llegarán ellos, me dice que, como pensaban que nosotros lo haríamos mañana, han quedado con Amalio y Pili en salir al día siguiente, no hay problema (...)
Hasta Pamplona seguimos en autovía, la bordearemos, sin entrar en ella, para ir por la N-240, que pasa por Liédena y Puente la Reina de Jaca, donde paramos a la salida para tomar algo. Cenar en principio, eso queríamos, pretensión vana, preguntamos en el establecimiento que nos parece más propicio y nos dirán que solo nos pueden dar de lo que queda en el mostrador, nada de cocina, nos despedimos y vamos al otro, que nos contestará que no le queda nada de pan, ni bocadillos puede ofrecernos, volvemos al primero y tomamos lo que hay, dos pinchos de tortilla francesa fría, recalentada en microondas, bazofia, una con jamón y otra no sé con qué, un trozo de chorizo y uno de longaniza que les queda, más tres cervezas, dos para Blas. Cena penosa la nuestra y, con todo, aún tuvimos suerte porque, sin haber acabado aún, recogían los platos con los restos que les quedaba del mostrador y los metían para adentro.
Crónica siguiente http://paqquita.blogspot.com.es/2016/11/santa-eulalia-gallego-barranco-de-ena.html
PAQUITA
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