Las cholitas,
como se las conoce popularmente en Bolivia, son las
mujeres predominantemente indígenas y campesinas que durante
generaciones emigraron a las ciudades en busca de una vida mejor.
Consideradas
como de un estrato inferior durante décadas hasta el día de hoy, existe
la creencia en la sociedad boliviana de que deben quedarse en
casa, trabajar como sirvientas o como vendedoras ambulantes. Estos
oficios eran considerados por entonces como casi exclusivos para estas
mujeres que migraron a la ciudad desde las áreas rurales.
El término mismo en boca de algunos es despectivo: "cholas".
Sin embargo, en una vuelta del destino, estas bolivianas están en la
cresta de un resurgimiento que las ha visto transformarse de ser criadas
de las clases medias, sistemáticamente estereotipadas y discriminadas, a
tener influencia real en la economía, política e incluso en el mundo de
la moda: El atuendo tradicional de las indígenas bolivianas ha pasado
de representar un estigma a suponer un rasgo de reivindicación racial.
Uno
de sus hitos más destacados y que a nosotros nos atañe ha sido el de
conquistar por parte de 15 cholitas bolivianas las cumbres de las
montañas Acotango, Parinacota, Pomarapi y Huayna Potosí, además del
Illimani, la más alta de la Cordillera Real. Todas ellas tienen más de 6.000 metros de altitud.
Fotografías de David Mercado para Reuters
La mayoría de estas 15 mujeres, que tienen entre 40 y 50 años, trabajaban como cocineras o ayudantes de sus maridos que son guías de turistas nacionales y extranjeros que escalan montañas bolivianas.
Su
extrema aventura comenzó hace dos años, cuando las cholitas se pusieron
como meta conquistar diferentes montañas del país, según el portal AJ+.
Las fotografías son parte de The Wider Image, un proyecto periodístico de Reuters que las ha retratado en su nuevo entorno. Aquí tienes todas las espectaculares fotos de David Mercado.
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OTRO ASUNTO. Hoy en Perroflautas del Mundo: “Que no me entere yo de que ese culito pasa hambre”
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OTRO ASUNTO. Hoy en Perroflautas del Mundo: “Que no me entere yo de que ese culito pasa hambre”
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