Errekaleor lanzará un crowdfunding para tratar de autoabastecerse con energía renovable. Mientras tanto, el alcalde de Vitoria (PNV) llama “violentos” a los vecinos y promete derribar las casas.
No habrá energía eléctrica,
pero sobra de la otra. Una semana después de ser apaleados por la
Ertzaintza, los 150 vecinos de Errekaleor, el barrio autogestionado más
grande del Estado, buscarán convertirse en la “mayor isla autosuficiente
del sur de Europa”. El plan ya está diseñado: en los próximos días, la
asamblea barrial pondrá en marcha una campaña de apoyo, dirigida a
hacerse con 550 placas solares que permitirían dar luz a todas las casas
de esta antigua zona obrera de Vitoria, contra la que hoy cargan
(además de la Policía Autonómica) los responsables del PNV, PSE y PP.
Alcanza con dar una vuelta por la biblioteca del barrio
para confirmar que Errekaleor sigue encendido: una semana después de
que técnicos de Iberdrola (protegidos por un amplio dispositivo de la
Ertzaintza) cortaran la luz, en el centro cultural contaban con energía
renovable. Así lo confirmaba el colectivo Errekaleor Bizirik (Errekaleor
Vivo) desde su cuenta en Twitter, donde daba pistas sobre el futuro que
intentarán construir. “¡Primer tweet sostenible! Hemos colocado la
primera placa solar. Con tu ayuda serán muchas más”, anunciaban. Según
señalaron a Público sus portavoces, la campaña será presentada
formalmente el próximo sábado 3, en el marco de una manifestación a
favor de este proyecto autogestionario que se realizará en la capital
alavesa.
El objetivo será reunir el dinero necesario para
comprar las 550 placas solares que cubrirían las necesidades energéticas
del barrio. Para ello, se lanzará un crowdfunding que arrancará esa
misma jornada y se prolongará durante 40 días, plazo en el que
intentarán recaudar el importe necesario (aún no revelado) para poner en
marcha ese sistema. Si lograsen cubrir las expectativas, Errekaleor se
convertiría en el primer barrio del estado íntegramente
autogestionado, incluso en el ámbito de la energía.
Sin embargo, el futuro del barrio no sólo está en manos
de los posibles donantes. Tras el operativo policial de la semana
pasada (que se saldó con tres detenidos), el alcalde de Vitoria, Gorka
Urtaran, ha prometido que derribará Errekaleor quieran o no quieran sus
actuales vecinos, a quienes el político del PNV definió como
“antisistema”. Sin embargo, desde el barrio recuerdan que allí viven
personas de diferentes edades y condiciones, abarcando desde una niña de
apenas dos meses a una persona que supera los setenta años.
El plan de Urtaran consiste en meter las excavadoras,
destrozar todas y cada una de las viviendas y, en su lugar, crear una
zona verde. Hoy nadie habla del proyecto urbanístico que había para este
barrio, consistente en derribarlo para levantar allí una nueva zona
residencial. Aquella iniciativa del ex alcalde Alfonso Alonso (PP) se
estrelló con la crisis inmobiliaria, lo que provocó su paralización. Sin
embargo, prácticamente todos los vecinos fueron obligados a realojarse
en otras zonas de la ciudad. En septiembre de 2013, varios jóvenes se
instalaron en uno de los portales. Fue la mecha que encendió la llama:
en apenas unos meses, la vida volvió a esta desolada zona del
extrarradio de Vitoria.
Pedido de desahucio
El proyecto creció rápidamente. Las amenazas contra
su existencia, también. Mientras se incorporaban nuevos vecinos y se
ponían en marcha distintas iniciativas para rehabilitar la zona, los
grupos municipales de PNV, PSE y PP se unían para advertir que no lo
tolerarían. A finales del año pasado, la sociedad pública Ensanche 21
(que se reivindica como titular de este gigantesco espacio) decidió
presentar una demanda de desahucio contra todo el barrio. La medida fue
promovida por los representantes del PP y apoyada por PNV y PSE.
En ese contexto, el pasado jueves 18 llegaron varias
dotaciones de los Antidisturbios de la Ertzaintza, quienes hacían de
escoltas de un número más reducido de técnicos de Iberdrola. La misión
de estos últimos era cortar la luz, mientras que los primeros se
encargarían de apartar a quienes se pusieran en el medio. Así pudieron
constatarlo los numerosos jóvenes que rodearon el transformador de la
zona y que fueron sacados a rastras por los policías. Así, entre
forcejeos, Iberdrola cumplió su cometido. Según explicó la Policía
Autonómica, detrás del operativo se encontraba el departamento de
Industria del Gobierno Vasco, que había solicitado el corte de energía
por cuestiones de “seguridad”.
El PP y su “efecto llamada”
La polémica llegó este viernes al pleno del
ayuntamiento, donde quedaron claras las diferencias de visiones sobre
este asunto. Por un lado, el PP presentó una moción en la que instaba a
“poner en marcha todas las medidas legales necesarias” para que “Vitoria
deje de ser una ‘Ciudad Okupa’ y frenar el efecto llamada, sin entablar
vías de negociación con personas que ocupan ilegalmente viviendas en
nuestra ciudad”. Además, planteaba “abordar ya el desalojo de los okupas
de Errekaleor” y, acto seguido, demolerlo todo.
Por su parte, EH Bildu, Podemos e Irabazi Gasteiz
(coalición formada por Ezker Anitza y Equo) impulsaron una enmienda a la
totalidad, en la que reclamaban al ayuntamiento “establecer cauces de
diálogo con representantes del movimiento Errekaleor Bizirik”, además de
garantizar “el actual espacio de ‘suelo urbano’ conformado por los
edificios y sistemas generales del barrio”, lo que valdría de freno para
cualquier intento de desalojo.
Sin embargo, PNV y PSE (partidos que gobiernan en
coalición) votaron no a ambas propuestas, por lo que ninguna de ellas
salió adelante. En cualquier caso, el alcalde ya había dejada bien clara
su postura algunas horas antes, cuando a través de una “carta abierta”
se reafirmó en su intención de derribar el barrio y volvió a arremeter
duramente contra los vecinos, a quienes acusó de haber demostrado “su
poco bagaje democrático y su nostalgia por tiempos pasados donde la
violencia era un medio para conseguir el fin”.
“Todo gratis”
En su escrito, Urtaran (uno de los dirigentes del
PNV con mayor proyección) se mostró sumamente crítico con el modelo
impulsado en esa zona de la ciudad. “Se habla de autogestión cuando en
verdad se debería hablar de un colectivo que no acepta ninguna norma de
las que nos hemos dotado en esta sociedad para convivir. Ocupan
ilegalmente unas viviendas que no son suyas (sino de todos los
vitorianos) sin abonar un solo euro. Ni hipoteca, ni alquiler social”,
escribió. También advirtió que “no pagan el agua que beben y utilizan,
ni los residuos que generan, ni la luz que consumen. No pagan ni un
impuesto, tasa o precio público. Nada de nada. Todo a cuenta de la
sociedad. Todo gratis”.
El colectivo Errekaleor Bizirik tuvo ocasión de
responderle cara a cara, este mismo viernes, durante el pleno municipal.
Una de sus representantes criticó a Urtaran por su “mezquino cálculo
electoral, que deja a familias enteras sin luz para ganar unas
elecciones”. “Aquí le tenemos, amenazando a nuestra gente, rodeándola de
encapuchados armados y dando cobertura ideológica a su violencia.
Además, dice que somos ‘nostálgicos de tiempos pasados’. No sé quién es
aquí el nostálgico”, señaló la portavoz de ese colectivo, Karla
Berrojalbiz.
En medio de esta polémica, Errekaleor volverá a
responder este fin de semana con varias actividades festivas, lo que
servirá de prólogo para la manifestación del próximo sábado. Será
entonces cuando empezará a rodar la campaña de crowdfunding, dirigida a
obtener los paneles solares. PNV, PSE y PP intentarán que las
excavadoras lleguen primero.
INFO. ANTERIOR: http://perrosflautadelmundo.blogspot.com.es/2017/02/pnv-pse-y-pp-se-unen-contra-errekaleor.html
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