Pelayo Martín ha actualizado su foto de portada. 15/11/2017
Verás
hijo mio... en términos generales, este no es el país que nos contaron,
esta no es la cuna de los valientes y honestos hijos de Don Pelayo y
Viriato... esto es un experimento genético dirigido por una inteligencia
desconocida y algo sádica. Los españoles, en contra de lo que dice la
propaganda patriotera, somos una raza de cobardes... pero no de unos
cobardes de medio pelo, sino más bien la concienzuda y milenaria
selección que la historia ha realizado entre nuestros ya miserables antepasados.
Somos el país que más veces ha separado el grano de la paja, somos los españoles los que más guerras civiles hemos sufrido, somos expertos en expulsar y exterminar al valiente y honesto... y hacer prevalecer al apocado, al ruin, al embustero, al servil, y al despreciable.
Expulsamos al judío y al árabe que no renegó de su naturaleza... y nos quedamos con los sumisos.
Partieron a las Américas los más valientes, los intrépidos, los osados, los criollos que no volvieron, los que hicieron revoluciones y soñaron con ser libres... y quedaron aquí los pesebreros, los apocados, los cortesanos, los reyes y las deformaciones que llamaban hijos.
En nuestras innumerables guerras murieron los comprometidos (confundidos o no), los honestos, los que entregaron la vida por sus principios (legítimos o no), los que antepusieron su mundo soñado a sus intereses y los de sus familias... y sobrevivieron los traidores, los canallas, los especuladores, los sin entrañas, y los parásitos...
Y gracias a esa constante selección natural (salvo raras excepciones) nacemos como somos... y de entre nosotros triunfan los peores... y de entre los peores de entre nosotros... nacen los que nos gobiernan.
Somos el país que más veces ha separado el grano de la paja, somos los españoles los que más guerras civiles hemos sufrido, somos expertos en expulsar y exterminar al valiente y honesto... y hacer prevalecer al apocado, al ruin, al embustero, al servil, y al despreciable.
Expulsamos al judío y al árabe que no renegó de su naturaleza... y nos quedamos con los sumisos.
Partieron a las Américas los más valientes, los intrépidos, los osados, los criollos que no volvieron, los que hicieron revoluciones y soñaron con ser libres... y quedaron aquí los pesebreros, los apocados, los cortesanos, los reyes y las deformaciones que llamaban hijos.
En nuestras innumerables guerras murieron los comprometidos (confundidos o no), los honestos, los que entregaron la vida por sus principios (legítimos o no), los que antepusieron su mundo soñado a sus intereses y los de sus familias... y sobrevivieron los traidores, los canallas, los especuladores, los sin entrañas, y los parásitos...
Y gracias a esa constante selección natural (salvo raras excepciones) nacemos como somos... y de entre nosotros triunfan los peores... y de entre los peores de entre nosotros... nacen los que nos gobiernan.
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