mayo 24, 2024

Destruir un bosque mediterráneo para construir un “barrio sostenible” de lujo en Madrid, de Andrés Actis

 Andrés Actis   10 de mayo de 2024

Las imágenes 3D muestran una moderna urbanización construida en un amplio entorno verde. Árboles, flores, jardines. Parejas que hacen ejercicio, madres que pasean a sus bebés, jóvenes que montan en bici, amigos que juegan al voleibol playa. “Un lugar para todos”, resumen los promotores del proyecto urbanístico Montengancedo Pozuelo en la web que promociona los futuros pisos, 900 viviendas en altura y 150 chalets.

La urbanización, se explica en los textos que acompañan al render –como se conoce en arquitectura a estas imágenes digitales– formará un “barrio sostenible” en una “zona natural actualmente en desuso”.

Lo que la publicidad omite, lo que no se cuenta ni siquiera en letra pequeña, es que la nueva “urbanización verde” de Pozuelo de Alarcón, uno de los municipios más ricos de España (80.244 euros de renta bruta media, según datos de la Agencia Tributaria), se construirá sobre un bosque mediterráneo poblado con abundantes encinas –muchas centenarias–, con alcornoques, coscojas, quejigos, pinos piñoneros y sabinas, un ecosistema que, en palabras del biólogo botánico Emilio Blanco, es “valioso y único” por donde se lo mire.

“Estamos hablando de una zona silvestre que ha conservado su vegetación original, de un entorno natural que, en plena aceleración de la crisis climática, es imperdonable destruir”, advierte el experto, doctor en biología por la Universidad Autónoma y el Real Jardín Botánico de Madrid. Este encinar madrileño, explica el científico, representa “un punto intermedio de conservación para la flora y la fauna”, un nexo que los biólogos llaman “conectividad”. “En este contexto, este lugar vale muchísimo”.

Esta posible destrucción mantiene en vilo a muchos vecinos de esta ciudad madrileña y divide a la política local. El proyecto no es nuevo. Está sobre la mesa desde abril de 2020, cuando, en plena pandemia, el ayuntamiento, con mayoría absoluta del Partido Popular –mayoría que conserva en la actual legislatura–, tramitó la aprobación inicial de la reparcelación de la zona, con una inversión superior a los 300 millones de euros.

Por entonces, Aedas Home y Pryconsa, dos gigantes de la construcción que se reparten gran parte de la obra privada de la Comunidad de Madrid, presentaron un proyecto de “urbanización verde” para cerrar la “brecha urbana” existente entre el campus universitario de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y el barrio de La Cabaña, pegado a la M-40.

Tras la judicialización del expediente –la agrupación Ecologistas en Acción presentó en 2022 un recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid– y tras cuatro años sin ningún otro movimiento político, la Junta de Gobierno local aprobó el 17 de abril el proyecto de urbanización de manera definitiva.

Esta aprobación permite a los desarrolladores empezar, por ejemplo, a hacer las calles de la urbanización mientras, en paralelo, solicitan el permiso de construcción, trámite que, por el momento, no han iniciado. Esto significa que las empresas ya tienen la autorización política para talar 890 árboles –cifra que figura en el plan autorizado– y rellenar esta dehesa de hormigón (...)   

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