Fernando Broncano R, texto suyo. COPIADO el 28/6/2016
El caso de Podemos es paradigmático: las fluctuaciones emocionales han sido la regla desde el comienzo, entre otras razones porque se originó sobre la indignación. La exaltación, la depresión, la ira,... Es como un jardín donde se cultivan todo tipo de pasiones. Ahora es el momento de la depresión que se convierte en ira contra quien se interpreta como responsable, o, en los más inteligentes, de ira que se transforma en depresión al no entender bien lo que ocurre.
Aunque sé que es inútil decir que habría que bajar el tono emocional y escrutar con cuidado qué intereses representa Podemos, cómo se articulan, y cuáles son los mínimos de ideas y visiones compartidos, hay que decirlo y recordarlo. Es verdad que al depender tanto de lo mediático, y a veces de histriones pasionales, es difícil. Pero se puede hacer. Aunque los partidos estén para conseguir el poder, es en la oposición donde se forman, templan y desarrollan. A veces la mejor práctica es hacerse con una buena teoría y otras la mejor teoría es desarrollar una buena práctica. Ahora, lo mejor es combinar ambas cosas, bajar el tono de la voz, centrar la atención, y, ¿por qué no? dedicarse por un tiempo cada uno a su trabajo, si se tiene, o a buscarse la vida si no (mejor en común).
Por cierto, le recomendaría lo mismo al PSOE y a Ciudadanos. Tienen problemas similares.
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OTRO ASUNTO. Hoy en Perroflautas del Mundo: El imperdonable abandono de la República española, por Gilbert Grellet
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