diciembre 31, 2017

Herraduras, clavos, llaves... Cuernos, huesos... Maderas

Elaboraciones de Blas, a partir de elementos encontrados en el curso de nuestras excursiones


1.- 1990. Piedras de la playa de Saturrarán.
















2.- 2004. Garganta Lóbrega. Candeleda



3.- 2005. Garganta Lizara



4.- 2006.1. Chemin Mature
Santolaria.





5.- 2006.2. Casa Buisán. Santolaria


 








6.- 2008.1. Sierra Estronad





7.- 2008.2. Barranco Peonera. 
Río Alcanadre










8.- 2009.1. Respomuso





9.-  2009.2. Portugal











10.- 2010.1. Hoz Somera.




11.-  2010.2. Cuerda Somosierra





12.- 2011.1. Sierra Estronaz












13.- 2011.2. Cerro Cabezas


14.- 2013. Rodalquilar. Cabo de Gata


15.- 2014.1. Grifo del patio enmarcado







16.- 2014.2. Ibón Barbarisa


17.- 2014.3. Las Navillas. Toledo





18.- 2014.4. Tolmo. Estós






19.- 2015.1. Costa Rica



20.- 2015.2. Octubre. BODEGÓN.
Bizcocho, y otros productos, de Ana.



21.- 2015.3. Torre Cerredo






22.- 2016.1. Peña Ubiña






23.- 2016.2. Noruega

Tarjeta memorial con el nombre de los participantes.



24.- 2016. Octubre. Cuatro 4 Damas. Pedriza






25.1.- 2017. Junio

Laguna Fuentes Carrionas







25.2.- 2017. Junio. Misma anterior

Laguna Fuentes Carrionas


26.- 2019. Junio. Cuerda Gredos Oriental

Fraggle Rock

Fraggle Rock fue una serie infantil, creada por Jim Henson y protagonizada por muñecos (diferentes tipos de títeres) llamados Fraggles. Se emitieron 96 episodios entre el 10 de enero de 1983 hasta el 30 de marzo de 1987.

Características

La visión de Fraggle Rock articulada por Jim Henson era la de proporcionar un mundo divertido y colorido, pero también un mundo con un relativamente complejo sistema de relaciones simbióticas entre diferentes tipos de criaturas, una alegoría del mundo real, donde cada grupo ignoraba lo interconectados que estaban y lo importantes que eran para los demás. Creando este mundo alegórico permitió al programa entretener y divertir a la vez que se exploraba seriamente aspectos de prejuicio, espiritualidad, identidad personal, medio ambiente, y conflicto social. Fraggle Rock generalmente rechazaba sobresimplificar cualquier asunto individual, en cambio solo mostraba las consecuencias y dificultades inherentes de las diferentes acciones y relaciones. Aunque los Fraggles sí aprendían lecciones importantes, rara vez eran conscientes de haberlas aprendido. Los ideales de amistad, sinceridad con uno mismo, y aprender a amar a aquellos que son genuinamente diferentes, fueron la piedra angular del trabajo de Jim Henson a lo largo de sus 40 años de carrera, y él consideró Fraggle Rock como una de las expresiones más puras y exitosas de esa visión.

Los habitantes de Fraggle Rock

Fraggles

  • Fraggles, son pequeñas criaturas humanoides, de unos 30 centímetros de alto, que existen en una amplia variedad de colores y poseen colas con un pequeño penacho de pelo en la punta. Viven en un conjunto de cuevas naturales llamado Fraggle Rock, que están llenas de toda clase de criaturas y detalles, y que parecen conectar al menos dos mundos diferentes. Los Fraggles viven una vida muy despreocupada, empleando la mayor parte de su tiempo jugando, explorando y disfrutando en general. Viven a base de rábanos y 'construcciones de los curris' (ver abajo).
La serie se centró en un grupo de Fraggles en particular: Gobo, Musi, Rosi, Dudo y Bombo. Los cinco forman un íntimo grupo de amigos, y cada uno tiene una personalidad específica. Gobo es el líder, práctico y con los pies en la tierra, y se considera un explorador. Musi es muy espiritual y artística, siendo tranquila y contemplativa. Rosi, por el contrario, es exuberante y atlética; es una de las mejores nadadoras entre los Fraggles. Dudo es nervioso y patológicamente indeciso, aunque nada cobarde cuando el momento lo requiere. El rasgo principal de Bombo es la depresión y preocupación, y su pasatiempo favorito es lavar calcetines - Los Fraggles, sin embargo, parece que no usan calzado la mayoría del tiempo.

Goris

  • Mum, Dad y Son,
Más allá de la otra salida de Fraggle Rock vive una pequeña familia de Goris, humanoides gigantes y peludos que miden unos 7 metros de alto. Los padres de la familia se consideran Emperador y Emperatriz del Universo, con su hijo Junior como príncipe y heredero, pero a simple vista son simples granjeros con un cortijo y una huerta. Los Fraggles son considerados una peste por los Goris, porque les roban los rábanos. También existe en el mundo de los Goris un montón de desperdicios cognoscente (llamado Justina en hispanoamerica), y sus dos ayudantes con forma de rata Filo y Mena. Los Fraggles consideran a La Montaña de Basura como poseedora de toda sabiduría y acuden a por su consejo regularmente.

Curris / Inges

  • Curris / Inges
Dentro de Fraggle Rock vive una segunda especie de pequeñas criaturas humanoides, de color verde y trabajadores como hormigas, los Curris o Inges, según la versión latino-americana. De pie alcanzan los 15 cm de alto, son como unos antiFraggles, con sus vidas dedicadas al trabajo y la industria. Los Curris / Inges pasan gran parte de su tiempo construyendo todo tipo de estructuras inútiles por todo Fraggle Rock, haciendo uso de herramientas de construcción en miniatura y llevando cascos y botas de obrero. Para asegurarse de tener siempre una gran cantidad de trabajo que hacer, los Curris/Inges construyen sus estructuras a partir de una sustancia moldeable similar al caramelo (supuestamente hecha de rábanos) que apasiona a los Fraggles. Esta es esencialmente la única interacción entre Curris y Fraggle; Curris construyendo y Fraggles comiendo las sabrosas construcciones curris. Así pues ellos forman una extraña forma de simbiosis. La serie tuvo varios episodios con un curri como protagonista, la jovencita llamada 'Cotterpin' o 'Berbiquína' en español, y a medida que se revela más de la cultura curri se descubre que está sorprendentemente evolucionada.

Las criaturas del Mundo Exterior

Gobo tiene un tío llamado Matt, también conocido como Matt el viajero. En cada episodio de la serie Matt está de viaje por el Mundo Exterior (como llaman los fraggles a nuestro mundo), para explorarlo, y envía postales a Gobo cada semana. El acceso de Fraggle Rock al Mundo Exterior es un pequeño agujero en la pared del taller de un peculiar inventor llamado Doc, y Gobo debe adentrarse en el taller de Doc para recoger las postales de la papelera donde Doc las tira. Doc no es consciente de la existencia de los fraggles, pero su perro Sprocket los ha visto varias veces y pone gran empeño en sus intentos de mostrárselos a su dueño. Los fraggles llaman a los humanos «estúpidas criaturas» basándose en las descripciones de Matt después de que éste los observase y entrase en contacto con ellos. El verdadero nombre de Doc, Jerome Christian, es revelado en el último episodio. En el penúltimo episodio finalmente descubre la existencia de los fraggles y entabla amistad con ellos.
En una ocasión hubo una serie de libros sobre Fraggle Rock, uno de los cuales se titulaba La leyenda del Curri que no hizo. Este libro detalla la historia de un curri que fue en contra de la tradición curri cuando dejó de trabajar y estudiar. De acuerdo con el libro, un curri que no hace, de hecho, se convierte en un Fraggle.

El programa de televisión

En versión original, el primer episodio se emitió el 10 de enero de 1983, y el último el 30 de marzo de 1987, sumando cinco temporadas, con un total de 96 episodios. El programa fue una coproducción entre la compañía británica de televisión 'Television South' (TVS), la 'Canadian Broadcasting Corporation', el servicio de televisión privada americano 'Home Box Office' y 'Henson Associates'.
La serie fue producida con la intención de emitirse con variaciones internacionales. Las escenas en el entorno humano fueron rodadas independientemente para cada nación, de forma que el espectador pudiera siempre relacionarse con el mundo del programa. Sin embargo, tanto en la versión noruega como en la española se usó el rodaje americano. El programa ha aparecido ahora en más de diez idiomas y países.
  • En la versión británica Fraggle Rock es una isla o península rocosa en la costa y hay un faro en ella. El entorno protagonizado por 'Doc' en la versión norteamericana fue reemplazado en el Reino Unido por 'El Capitán' (interpretado por Fulton MacKay, y después de su muerte por John Gordon Sinclair) que vive en el faro. La península es conocida como Fraggle Rock por los humanos.
  • En la versión alemana, la acción ocurre debajo del taller del inventor Doc, interpretado por Hans-Helmut Dickow.
  • En Francia las escenas humanas tienen lugar en una panadería.
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OTRO ASUNTO en Perroflautas del Mundo:
CTXT Suscripción Anual, hasta 31dic.,40 euros




diciembre 30, 2017

Tenemos derecho a una buena vida y, desde luego, no es esta

Vivimos una especie de adolescencia caprichosa que nos puede llevar al colapso civilizatorio. La inercia informativa y desinformativa nos lleva a preocuparnos por cuestiones que, en realidad, deberían ser de segundo grado. El filósofo y poeta Jorge Riechmann reflexiona sobre ello. 
El día de la fiesta nacional (el 14 de julio, la Hispanidad, la Diada…, qué más da) yo me quedo en la cama igual, cantaba hace tiempo Paco Ibáñez en su versión de La mauvaise réputation, del gran poeta y músico francés Georges Brassens. En lugar de quedarme en la cama, este año el 12 de octubre decidí irme a Granada. Dejar la mente en blanco (ahora que está de moda el mindfullness), contemplar el paisaje, agostado en pleno otoño, el viaje en el autobús me permitió también terminar uno de los libros que había comenzado el día anterior, Tuits para el Siglo de la Gran Prueba. Disparos con parábola (Plaza y Valdés), de Jorge Riechmann.
En 2015 el filósofo y poeta madrileño creó una cuenta de twitter, @JorgeRiechmann, en la que al hilo de la actualidad, de sus lecturas y vivencias, ha ido plasmando su idea del mundo en el que vivimos. Y el mundo en el que vivimos es el Siglo de la Gran Prueba (título de un libro anterior publicado en Baile del Sol), un momento fundamental en la Historia de la Humanidad en el que tendremos que decidir si mantenemos una especie de adolescencia caprichosa, que nos puede llevar al colapso civilizatorio, o nos tomamos en serio nuestra relación con la naturaleza y damos un giro a nuestra vida que evite el desastre en el que ya estamos inmersos. Un giro que es incompatible con el capitalismo: “El capitalismo destruye lo que apreciamos para ofrecernos lo que no sabíamos que podíamos desear”, escribe Riechmann. En su hegemonía, nos cuenta el poeta, el capitalismo cuenta con un gran aliado, la tecnología, y recientemente, con la tecnología de Silicon Valley, en internet.
“Twitter tiene muchas virtudes, como sus millones de usuarios pueden atestiguar, y se ha convertido en un instrumento de comunicación política de primer orden; pero también supone algo así como la jibarización del pensamiento. Reducción de la reflexión a titulares de prensa; choque de ideas de donde casi nunca sale luz y casi siempre polvo extenuante. ¿Sería posible emplear este medio contra sí mismo? La respuesta es no, pero si lo fuera: solo mediante la creación de contextos. Es lo que pretende este breve libro”, explica Riechmann en el prólogo.
El cambio que propone Riechmann pasa por crear otra relación con la naturaleza (imposible de concebir con el capitalismo reinante y su extenuante búsqueda de beneficios a corto plazo), con los demás (también con los animales). Pasa por cambiar el modelo energético, por el abandono total de los combustibles fósiles. Pasa por la autolimitación, por cerner lo necesario y dejar fuera lo superfluo. Pasa por el derecho a una buena vida, con tiempo para disfrutar con los amigos, para leer (poder leer novelas de novecientas páginas, no solo en vacaciones), para el hedonismo real y no virtual. Pasa por otra universidad que no esté sometida a los dictados del mercado. Pasa por más democracia (“la democracia es actividad en primera persona”), por más igualdad y libertad. Pasa por desacelerar, por un ritmo lento. En el prólogo (clandestino) inicial, el autor recuerda este diálogo marxista:
“Groucho Marx. -Vamos, Ravelli, camine un poco más rápido.
Chico.- ¿Y para qué tanta prisa, jefe? No vamos a ninguna parte.
Groucho.- En ese caso, corramos y acabemos de una vez con esto”.
El poeta madrileño nos alerta contra el mito del Progreso, pero también contra el sectarismo, “el Sida de la izquierda”. Necesitamos a Marx, dice, pero también a Einstein, también a Buda. Necesitamos la belleza: “Que tras los horrores del siglo XX se siga creando belleza es una forma de esperanza”, sostenía Czeslaw Milosz. El cambio que propone Riechmann pasa también, cómo no, por más poesía, por desandar lo andado.
Estos tuits contextualizados son un acertado viaje de vuelta del mundo digital al papel, de internet a la palabra impresa. Y una excelente oportunidad para acercarse al pensamiento de uno de los filósofos más lúcidos de este país. A pesar de la irónica recurrencia a Casandra, aconsejo al lector no se deje amilanar con la tarea titánica que propone Riechmann, quien frente al desastre nos anima a aprovechar los huecos que aún nos quedan para resistir.
Termino de leer el libro de Riechmann y entramos en Granada. Aquí viví hace veinte años – ya nos dijo otro poeta necesario, Gil de Biedma, que llegados a una edad de todo hace veinte años – . A estas alturas de siglo, Granada aún no tiene conexión por tren. Lo que sí tiene son muchos más turistas, tantos que, como ha ocurrido con otras ciudades, han desalojado a muchos de los habitantes del centro, desplazados por los precios de las viviendas y de los servicios y por la invasión de cadenas sin ninguna identidad. Lo que eufemísticamente se llama economía colaborativa en realidad tiene poco de colaborativa. “Uber o Air BnB no es “economía del compartir”, sino capitalismo digital”, (de nuevo Riechmann). Junto a la construcción, el turismo (y todos somos turistas en algún momento) es el otro cáncer de este país. ¿De verdad que no tenemos otra forma de ganarnos la vida? El turismo es como un insecto que se comiera lo que hay dentro y solo dejara la cáscara. Algunos pueblos de esa España vacía ya son eso. Muchas ciudades también. ¿De verdad queremos vivir en parques temáticos y convertirnos en personaje Pastoralia, un cuento de George Saunders?
Pero no hay que perder la esperanza y siempre hay resistentes, como Jesús Ortega y Marta Badía, con quienes quedo para tomar unas cañas. Son amigos, viven en el mismo edificio del centro, cercado por hordas de turistas, y trabajan en el mismo lugar: el Centro Federico García Lorca. El edificio, diseñado por MX-SL, Mexican and Slovenian Arquitects, y situado en la plaza de la Romanilla, albergará muy pronto el legado de uno de los poetas que más luz han dado a la poesía española. La transparencia, la sencillez y el juego de líneas parecen dialogar con los poemas de Poeta en Nueva York o El romancero gitano. Hasta que lleguen los fondos del poeta, el Centro acoge exposiciones temporales y cuenta con un proyecto que casa muy bien con una ciudad en la que aún se valora más la poesía que la narrativa, en palabras de Andrés Neuman, a quien escuché recientemente en Madrid en conversación con Clara Obligado. Hablo de Granada Ciudad de Literatura de la UNESCO . Al frente de este proyecto está precisamente el escritor Jesús Ortega y estoy seguro de que muy pronto será un lugar de referencia en la ruta europea de la literatura, como ya lo es Praga o Heilderberg, por citar algunas ciudades. Petros Márkaris, Mircea Cartarescu y John Banville son algunos de los escritores que pasarán por aquí. Me llevo como regalo una edición bilingüe de Ósip Mandelstam. Palabra y destino, editado por el Centro Lorca/Granada Ciudad de Literatura en colaboración con el Museo Estatal de Literatura de Moscú y Heilderberg Ciudad de Literatura. El libro rastrea las huellas de uno de los poetas más representativos del siglo XX, muerto en el Gulag en 1938, con documentos inéditos, pinturas, dibujos, carteles, que repasan la vida de este escritor cosmopolita, revolucionario y víctima del estalinismo, que siempre sintió nostalgia de una cultura universal. Y regreso a Madrid con uno de sus versos: “Coger a alguien la mano:ser amable,/Y decirle: vamos de camino” (Ósip Mandelstam , trad. Tatjana Portnova)

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OTRO ASUNTO en Perroflautas del Mundo: 
Hausmann: "Tener un sentimiento de Estado potencia el desarrollo económico"




“Al envejecer, los hombres lloran”, mi despedida de bez.es


Cuenta el autor francés Jean-Luc Seigle que “como el periodista y el cámara no tenían permiso para filmar los combates auténticos, se tomaron la libertad de reconstruirlos, como si fuera cine. Hoy en día –continúa Seigle- muchos protestan contra eso y gritan que es un escándalo o una manipulación; pero se equivocan o no conocen el poder de la literatura. Es la prueba irrefutable de que la ficción puede decir la verdad que la información oficial se obstina en ocultar. La ficción no es una mentira, o parafraseando a Cocteau: `es una mentira que dice siempre la verdad´”.

Seigle construye con su novela “Al envejecer los hombres lloran” un libro reivindicativo, en el que la literatura no puede estar al margen de la historia, sin denunciar las mentiras sobre las que se asienta la sociedad actual. Es también una llamada al periodismo, convertido hoy en un instrumento para el juego del poder que ya no reside tanto en los Estados como en los cuarteles generales de las grandes compañías tecnológicas. ¿Y la verdad? Ya no importa. Un país que aguanta sin la menor rebeldía la imagen de su presidente del Gobierno testificando en un juicio de corrupción del partido político que preside y lo hace con la complicidad de los medios de comunicación que le jalean sus habilidades de prestidigitador de la mentira, es un país enfermo y sin futuro.
Los medios de comunicación están hoy en el aprisco de las grandes adormideras de la sociedad –Google, Facebook, Apple, Amazon, Netflix…-, alimentados con alpiste o con cebada, en función de si tienen inclinación por el vuelo corto o por el plácido pastueño. Salirse de ese aprisco, renunciar a entrar en él, lleva a la soledad y al olvido. Y, lo que es peor, a ser incluido en esa categoría social tan denostada, “los raros”.
Y están también los alimentadores del circo. Las grandes empresas y los consorcios bancarios, empeñados en maximizar beneficios, sin prestar la más mínima atención a los postulados que rigen en sus políticas de responsabilidad social corporativa. Ese mantra que algunos repiten sin descanso –“Hay que devolver a la sociedad lo que la sociedad nos dio”- no aguanta un asalto. Un mero repaso a las asignaciones de publicidad y patrocinio, en A y en B, nos daría pruebas suficientes para comprobar la gran mentira. Prohombres hechos a sí mismos a golpe de talón bancario en diferido.
Hubo un tiempo en el que ejercer la profesión de periodista era un servicio público, cuando la información no formaba parte de ningún negocio. Hoy, los medios van desapareciendo al mismo ritmo al que se incrementan las noticias redactadas por máquinas. Nos venden que todos seremos más felices porque la implantación de la inteligencia artificial en los procesos de producción nos dará más tiempo libre. Un señuelo detrás del que se esconde el gran negocio del siglo. Solo los necios pueden confiar la felicidad del ciudadano –algunos siguen hablando de la gente- a ese mundo. Mal asunto que la inteligencia se convierta en algo artificial.

[N. de IDP] Cada vez que un buen medio de comunicación tiene que bajar la persiana nuestra democracia se hace más y más pequeña mientras el estómago se nos hace un nudo.

Gracias por lo que habéis aportado, y hasta siempre.

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OTRO ASUNTO en Perroflautas del Mundo:
La falacia gradualista de Europa, por Yannis Varoufakis


¡Ya estabas tardando!

Se acercó. Así estuvo un tiempo. Por fin, hizo explícitas sus intenciones. ¡Ya estabas tardando!

PAQUITA (a 21/7/2017)

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OTRO ASUNTO en Perroflautas del Mundo: 
Quién es quién en el palco del Bernabéu: Moragas se despide rodeado del PP




diciembre 29, 2017

¡Dejadnos en paz! de Francisco Javier Sempere Luján


¡Eh, tú, cruzado, muslim, judío...! Escucha: Tu Dios, tu Allah, tu Yaveh... no existen más allá del limitado mundo particular de tus creencias privadas. Jesús, Mahoma, Elías... no eran profetas. Solo hombres con mucha imaginación. Tu Iglesia, tu mezquita, tu sinagoga... no sirven para contactar con un irreal, ficticio y todopoderoso ser inventado y sí para perpetuar el dominio de una curia taimada y la prevalencia de la sinrazón.
Tus rezos, tus procesiones, tus demostraciones públicas de exacerbada religiosidad, tu ardor guerrero, tu intransigente ideología, tus disparatadas normas, tu afán por obligar a que la ética pública se someta a tus intereses, tu irracionalidad, tu incultura y tu ardiente deseo por dominar y expoliar a la sociedad civil mediante estructuras teocráticas y represoras leyes ya no son toleradas por la Humanidad.
400 años después de Descartes, 250 desde Rousseau, Voltaire, la Revolución Francesa y la Declaración de los Derechos del Hombre y casi 100 desde Bertrand Russell y la Declaracion Universal de los Derechos Humanos nos permiten, por fin, escapar de vuestra tiranía y sacudirnos vuestro yugo. Por eso, os exigimos que dejéis de matarnos y que vuestros dogmas regresen a la cueva de la que nunca debieron haber salido. No nos perturbéis más. Entre todos estamos creando un "nuevo ser humano", libre, autónomo y ajeno al fango moral en la que vosotros aún chapoteáis.
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OTRO ASUNTO en Perroflautas del Mundo: 
Hacerse repartidor de Amazon por horas


Un grupo de treintañeros compiten por ver quién tiene el bíceps más grande y mayor número de seguidores en Instagram, de Javier Nix Calderón

Javier Nix Calderón ·  30/11/2017
Cuando era pequeño, en mi familia se hablaba con admiración de las personas que habían estudiado varias carreras, o que hablaban varios idiomas, o aquellas que habían conseguido algún logro importante, como estudiar en la universidad y trabajar al mismo tiempo en turnos de más de 8 horas. Recuerdo el caso de un amigo de mis padres, que había estudiado Economía mientras trabajaba por las noches en una imprenta. Mi familia reconocía el mérito de las personas que sacrificaban parte de su vida caminando tras un sueño. Así me educaron y en eso creo.
Ahora, me asusto al escuchar como, en el gimnasio al que estoy apuntado, un grupo de treintañeros compiten por ver quién tiene el bíceps más grande y mayor número de seguidores en Instagram. Me horrorizo al observar la admiración con la que miran a uno que asegura tener más de 50.000. Me asquea la media sonrisa de superioridad que aparece en su cara cuando los demás le preguntan cómo lo ha hecho. “Un buen management de mi perfil, un timing adecuado de mis post y fotos con buena luz y exteriores potentes”, contesta. Es el centro de atención y lo sabe. Se mira en el espejo del gimnasio con una satisfacción inmensa. Es un triunfador del siglo XXI.
Ahora, me asusto al escuchar como, en una discusión entre amigos, uno acusa al otro de “estar demasiado acostumbrado a los ‘me gusta’ que recibe en Facebook”. Traduzco: “lo que dices, lo que leo que dices, gusta y considero que estás empezando a creerte demasiado importante”. Esos botones que aparecen en nuestros ordenadores y teléfonos móviles con un pulgar hacia arriba se han convertido en la herramienta más eficaz para medir el éxito social. He visto como dos amigos apuestan quién de los dos llegará antes a los cien “me gustas” en una publicación. Veo como mi entorno se banaliza, se infantiliza, veo como los egos se colmatan y rebosan autosuficiencia, como se sacrifica la privacidad en aras de la aceptación social, como la exhibición constante de los logros propios condena a cada vez más personas a vivir vidas de cartón piedra, irreales, fatuas, lastimosas, tristes. Nos veo a todos sometidos a la dictadura de las miradas ajenas, yonkis del pulgar y del corazón vacío, pensando en cómo obtener la próxima cosecha de aplausos y vítores. ¿Es que nos sentimos sucios sin ese líquido que nos limpia, que nos mantiene a salvo de la indiferencia, que cae sobre nuestra nuca asegurándonos que somos alguien? Lo que somos es demasiado complejo para definirse por como los demás nos observan. Prefiero la sed antes que beber de esa lluvia ácida, que corroe lo que hay de verdadero en nosotros. Prefiero el silencio antes que ese ruido absurdo. Porque aún puedo reconocer el mérito, el de verdad. Recibí esa educación. Ningún “influencer” podrá cambiar eso.

Paquita Caminante Lo que reflejas es la existencia de ese mundo que, para desgracia general, parece ser muy grande. A mí, supongo que a más gente, me es ajeno, que no significa que no me duela la estupidez mencionada. Una p... pena. Mal remedio si los que lo viven no hacen por modificarse. Saludos y buena noche.
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OTRO ASUNTO en Perroflautas del Mundo:
Trabajadores de Sanidad llegan al 24 de diciembre sin cobrar




El peor dueño de esclavos era aquél que era amable con sus esclavos, ya que los privaba de darse cuenta de los horrores del sistema

Anticapitalistas   ·  23/6/2017
"El peor dueño de esclavos era aquél que era amable con sus esclavos, ya que los privaba de darse cuenta de los horrores del sistema, e impedía que fueran entendidos por aquellos que lo contemplaban. [...] La filantropía degrada y desmoraliza: es inmoral utilizar la propiedad privada para aliviar los horribles males que resultan de la institución de la propiedad privada"

Oscar Wilde

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OTRO ASUNTO en Perroflautas del Mundo:
Multitudinarias movilizaciones en Perú contra el indulto a Fujimori





diciembre 28, 2017

El discurso de Helen Mirren para las mujeres que no se consideran feministas

"He empezado a entender que el feminismo no es una idea abstracta, sino una necesidad"   28 MAY 2017  http://verne.elpais.com/verne/2017/05/27/articulo/1495887786_194188.html

Hay hombres y mujeres a los que les sigue costando entender lo que defiende el feminismo: la igualdad entre hombres y mujeres. Desde que los movimientos feministas empezaron a tomar fuerza, muchos (y muchas) repiten la frase que condensa el desconocimiento sobre esta doctrina, "ni machismo ni feminismo". La actriz Paula Echevarría pronunció ese tópico hace pocos días. Equiparar ambos conceptos, que nada tienen que ver, es lo que lleva a muchas mujeres a no definirse como feministas.
Otras dicen defender la igualdad sin declararse feministas, lo que resulta igualmente contradictorio. En España tenemos los ejemplos recientes de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, o la portavoz de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas. La canciller alemana, Angela Merkel, defiende el mismo planteamiento. Otra mujer que no se consideraba feminista hasta hace poco es la actriz británica Helen Mirren. Pero ha cambiado de opinión.
Así lo expresa en el discurso que dio el 20 de mayo en la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans (Luisiana, Estados Unidos). La ganadora del Oscar por su papel en La Reina intervino en la ceremonia de graduación con la que termina el curso universitario. Allí dejó muy clara su posición: "No importa cuál sea tu sexo o tu raza. Sé feminista". Puedes ver el fragmento de su discurso por la igualdad en inglés a partir del minuto 16:30.
"En todos los países que he visitado, desde Suecia hasta Uganda, de Singapur a Malí, me he dado cuenta de que cuando se respeta a las mujeres y se les da la libertad de cumplir sus sueños y ambiciones, la vida mejora para todo el mundo. No me definía como feminista hasta hace poco pero siempre había vivido como tal", añade.
Mirren asegura que "creía en lo obvio: las mujeres eran tan capaces, tan enérgicas y tan inspiradoras como los hombres". "Pero", continúa, "unirme a un movimiento que se llamaba feminismo me parecía demasiado didáctico, muy político. Sin embargo, he empezado a entender que el feminismo no es una idea abstracta, sino una necesidad si queremos ir hacia delante y no hacia atrás, en dirección a la ignorancia y la envidia", comenta.
"Así que ahora me declaro feminista y os animo a que hagáis lo mismo", añade. La actriz termina su discurso feminista con el siguiente consejo, en referencia a las políticas del republicano Donald Trump: "Nunca jamás volváis a permitir que un grupo de viejos, ricos y gruñones blancos definan la sanidad de un país que está compuesto por un 50,8% de mujeres y un 37% de otras razas".
El alegato feminista de Mirren es parte de un discurso de casi 25 minutos que ha llamado la atención de los medios en Estados Unidos y el resto del mundo. Más allá del fragmento por la igualdad entre hombres y mujeres, la británica da los siguientes consejos para tener "una vida feliz". Además de ser feminista, propone lo siguiente:
1. No te cases demasiado pronto.
2. Trata a las personas con respeto.
3. Ignora a los que te juzguen por tu físico.
4. No tengas miedo del miedo.
Puedes leer la transcripción completa del discurso de Mirren en la página web de la Universidad de Tulane. En su intervención ante los graduados aporta un consejo más que hace poco dio Obama y explicamos en Verne: ten cuidado con tu gestión de las redes sociales, que todo deja huella en internet. "Nada bueno puede salir de un tuit a las 3 de la mañana", dice Mirren.
No le gustan las preguntas machistas
La actriz británica ha tardado en definirse como feminista, pero hace décadas ya se comportaba como tal. Al menos lo hizo en la entrevista que concedió en 1975 al periodista británico Michael Parkinson. El presentador le plantea, con todos los eufemismos a su alcance, si su físico dificultaba que se la considerase una actriz respetada.
"¿Quieres decir que las actrices serias no puede tener tetas grandes?", contesta Mirren. "Pueden distraer de la actuación", contesta el periodista. Mirren suspira y le da su respuesta: "No creo que eso sea necesariamente cierto. Sería una actuación despreciable si la gente se fija en el tamaño de tus teta. Espero que la actuación, la obra o la relación entre actores y su público sea más importante que estas cuestiones tan aburridas". Dicha entrevista viralizó el año pasado después de que la compartiese en Facebook la sección feminista de la web The Tab, Babe.
En este enlace puedes ver la entrevista completa.

¿Por qué tantos reparos para considerarse feminista?

Mari Luz Peinado
Miguel Lorente, médico forense y exdelegado del Gobierno para la violencia de género, considera que llamarse feminista no siempre tiene una percepción positiva por parte del público. “El feminismo se ha planteado como una especie de adoctrinamiento impuesto que te lleva a tomar decisiones por encima de tu voluntad y a favor de un determinado sector de la sociedad [las mujeres], en lugar de plantearse como un pensamiento que lo que busca es la igualdad”, explica.
“A veces es por desconocimiento. Otras veces es porque el feminismo se ha percibido como algo que intranquiliza. Si todo el mundo supiera bien qué es el feminismo y cuántos avances ha conseguido para las mujeres, no dudarían”, añade Isabel Morant, catedrática de Historia Moderna y Contemporánea de la Universidad de Valencia.
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OTRO ASUNTO en Perroflautas del Mundo: 
"Hay un ejército de asesores trabajando para que las multinacionales no paguen los impuestos que les corresponden"



Yo, antes, creía en La Justicia.



No saben el daño que están haciendo.
Yo, antes, creía en La Justicia.

Palabras de Blas, 29/11/2017
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OTRO ASUNTO en Perroflautas del Mundo:  
El dinero de todos. Los buenos gestores, de Ignacio Escolar 



A veces...

A veces, sus genitales parecían querer hablarle, decirle algo.

(escrito hace tiempo... bastante)

PAQUITA
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OTRO ASUNTO en Perroflautas del Mundo:
Guy Standing: “Estar en un trabajo rindiendo cuentas a un jefe ¿es libertad?” 



 

diciembre 27, 2017

¿Quién cubre el turno de noche? de Manuel Rivas

Frente al tableteo de las armas, él tecleaba muchas veces, como una provocación histórica, la repudiada palabra “amor”. 10 DIC 2017  https://elpais.com/elpais/2017/12/04/eps/1512404694_057193.html

TRAS LA SENTENCIA que condenó a Ratko Mladic, conocido por el Carnicero de Srebrenica, juzgado por genocidio por el Tribunal Internacional para la ex Yugoslavia, en La Haya, lo primero que me vino a la cabeza fue una pregunta del historiador judío estadounidense Hayim Yerushalmi: “¿Es posible que el antónimo de ‘olvidar’ no sea ‘recordar’ sino ‘justicia’?”. Esta vez, la respuesta no era un enmudecimiento. Se ha hecho justicia. Es la impunidad, la suspensión de las conciencias y la indiferencia decretada lo que activa la memoria histórica. Sí, es posible que el antónimo del olvido sea la justicia y que lo que impide descansar a la memoria sea la injusticia. En España lo sabemos muy bien. ¿O no?
Sí, esta vez se ha hecho justicia. Así que me olvidé del verdugo Mladic y me fui por el túnel de un poema a abrazar a Izet Sarajlic. Estaba en el cementerio, bajo la lluvia, al lado de la tumba de su esposa, muerta justo al terminar la guerra: “¡Cuánto me gusta empaparme junto a ti!”.
Se habían amado como nunca durante el sitio de Sarajevo, el más largo de los asedios, cuatro años en vilo (1992-1996), 12.000 muertos y más de 50.000 heridos. Izet Sarajlic, fallecido en 2002, era antes de la guerra un célebre poeta bosnio, el más traducido de la desaparecida Yugoslavia. Doctor en Filosofía, figura universitaria, académico. Cuando empezaron a caerse las vigas del cielo, podría ser de los primeros en zafar del infierno. ¿Y quién iba a reprochárselo? Muchos lo hicieron. Pero Izet se quedó. Cada día se jugaba la vida en las colas del pan o del agua. Y la poesía también era una forma de apostar la cabeza. No es una metáfora. En la oscuridad helada, sin luz ni calefacción, los poetas de Sarajevo daban recitales al pueblo de la noche. Mantenían vivos los cuerpos de las palabras.
Terminada la Guerra Mundial, el filólogo judío alemán Victor Klemperer, un superviviente, tuvo un encuentro casual con una mujer berlinesa, no hebrea, que le contó que había estado en prisión durante el nazismo. “¿Por qué estuvo usted en la cárcel?”. Y ella contestó: “Pues por ciertas palabras”. Esa respuesta sencilla y genial, “por ciertas palabras”, empujó a Klemperer a escribir una obra en verdad imprescindible. La LTI (Lingua Tertii Imperii) o La lengua del Tercer Reich. Es la historia mejor contada de la mutilación de las palabras para imponer un “orden” criminal.

La lengua del Tercer Reich es la historia mejor contada de la mutilación de las palabras para imponer un “orden” criminal
Cuando el poder abusivo somete al lenguaje, cuando contagia todo de arenga, desaparece lo que Esther Cohen denomina “la posibilidad de la aventura”. Ese es el meollo. En la literatura y en la vida.
Lo extraordinario de Izet, y de gente como Izet, es que custodiaron la libertad de las palabras, la posibilidad de la aventura, en el imperio de la destrucción. Sobre aquel tiempo de asedio, Izet Sarajlic escribió una carta con el escritor italiano Erri De Luca: “¿Quién cubre el turno de noche para impedir el secuestro del corazón del mundo? Nosotros, los poetas”.
Me parece una pregunta extraordinaria: “¿Quién cubre el turno de noche?”.
Ahora, la antología en castellano de Sarajlic, con el título Después de mil balas (Seix Barral, noviembre de 2017), se abre con una semblanza del propio Erri De Luca que es uña y carne de los poemas. De ambos, de Izet y Erri, decían que eran como los hermanos Grimm: “En el siglo más zarandeado y desbocado de la historia humana, nos dedicábamos a escribir cuentos”.
Hay una poesía de Antonio Machado tan estremecedora que resume todo el horror de una guerra, esa en la que podemos sentir a través del tiempo un bombardeo sobre la población civil y el peor destrozo: La muerte del niño herido. Allí donde dice:
“Invisible avión moscardonea
—¿Duermes, oh dulce flor de sangre mía? El cristal del balcón repiquetea.
—¡Oh, fría, fría, fría, fría, fría!”.
Izet le llevó la contraria a la guerra de otra forma. Frente al tableteo de las armas, él tecleaba muchas veces, como una provocación histórica, la repudiada palabra “amor”. Ante un incesante bombardeo nocturno, va y escribe: “Una noche como ésta inconscientemente te preguntas cuántas noches de amor te quedan”. Caen las granadas y una de ellas está a punto de alcanzar el poema: “Ha sido lanzada desde el Mrkovici / donde antes de la guerra /cogía margaritas /con la mujer que amo”.
Machado e Izet, cada uno a su manera. Así es la gente del turno de noche en el corazón del mundo.