Javier Zurro 19 de abril de 2024
DECLARACIÓN de INTENCIONES: Dirigida a aquellos Lectores Potenciales que, al entrar en la lectura de estas Mis Criaturas, sientan que no les gusta y ni siquiera les divierte. Abandonen de inmediato. Estas páginas están concebidas para Mi Memoria, mi Divertimento y el de Unos Pocos. Si tú no estás en este segundo grupo, yo no soy la persona adecuada para ti, deja esto y date una vuelta; seguro hallarás lo que buscas *** VER http://perrosflautadelmundo.blogspot.com.es/
abril 27, 2024
“Hay hombres a los que se permite todo en nombre del arte”, Vanessa Filho aborda los abusos sexuales en ‘El consentimiento’, de Javier Zurro
El Salto. Hostia a hostia
Hordago El Salto 27 MAR 2024
El mensaje va calando. El populismo punitivo vende y vende bien. La inseguridad está ya entre las principales preocupaciones de los ciudadanos de bien
Nuestro corazón, con Palestina. Suscríbete y llévate de regalo una Tote bag con la imagen de la última portada de El Salto. Con cada suscripción, 5€ de donación para la UNRWA.
Más información
Primera imagen. Se puede ver a menudo, no importa demasiado ni el día ni la hora a la que suceda, tampoco la ciudad en la que una redada de la Ertzaina o la Policía Municipal coloca, de forma violenta y chulesca, a unos jóvenes contra la pared. A muy pocos metros de distancia, los turistas se sacan fotos con vistas a una calle con solera, la bahía de la Concha o la Ría de Bilbao, mientras degustan las delicias de la gastronomía vasca. Control rutinario del orden de la ciudad, las reglas son claras e indican dónde puede situarse cada uno, la lógica de la frontera.
Segunda imagen. Cuentas de redes sociales gestionadas por miembros de la Ertzaintza reclaman un modelo securitario como el desplegado por Nayib Bukele en El Salvador. Pocos días más tarde, un conocido agitador de la más enajenada extrema derecha española publica ficheros policiales de las actuaciones en las fiestas de Bilbao. Las fotos revelaban los rostros y nombres de los sospechosos habituales.
Los políticos toman buena nota. En España se ha endurecido recientemente el código penal para reprimir la pequeña delincuencia y abundan los ejemplos de populismo punitivo. En uno reciente, el inefable alcalde de Bilbao se permitió abrir el último debate electoral con una arenga policial: “Debemos apostar por más policía, más drones, más cámaras, más comisarías (...), en definitiva, más contundencia para una policía punitiva”.
El mensaje va calando. El populismo punitivo vende y vende bien. La inseguridad está ya entre las principales preocupaciones de los ciudadanos de bien. Las páginas de sucesos de la prensa local señalan casi a diario los múltiples peligros que nos acechan. La reconfiguración de un clásico. En los años 70 eran los quinquis, los yonkis y las putas, elementos antisociales que eran reprimidos utilizando el Código Penal. Ahora son principalmente jóvenes magrebíes o manteros los que mediante la gestión administrativa del espacio público y la expansión de los poderes policiales son castigados y perseguidos. A cada redada, cada cacheo y cada hostia que le calzan a un adolescente marroquí se estrechan los límites de lo posible, mientras se ensancha, hostia a hostia, el imperante sentido común reaccionario.
.........................
PERROFLAUTAS DEL MUNDO: El Salto. Disfruta, experimenta y aprende en la Ribeira Sacra con esta nueva promoción de El Salto
abril 26, 2024
El oasis de libertad en el Santamarca, el instituto de Madrid donde todo fue posible: "Nadie se atrevía a prohibir", de Guillermo Hormigo
El documental 'Sexo, drogas, rock 'n' roll y política. Instituto Santamarca, 1975–1985' rescata la agitada historia de este centro en el barrio de La Prosperidad durante la Transición, cuando un grupo de profesores aprovechó la efervescencia de la época para imaginar y aplicar otras formas de educar
— La nueva vida del colectivo Polans y el cine activista de los barrios de Madrid en los setenta
Fotograma del documental 'Sexo, drogas, rock 'n' roll, y política. Instituto Santamarca, 1975–1985' (Pablo Llorca, 2024). La Bañera Roja “Era el sitio en el que estar en el momento en el que podía estar”. El cineasta Pablo Llorca resume con estas palabras su recuerdo del Instituto Santamarca, en el barrio de La Prosperidad de Madrid, corazón obrero del distrito de Chamartín. Una memoria en torno a un edificio demolido en 2008, para que después se edificara en el mismo terreno otro centro que recuperó el mismo nombre. Y sin embargo poco queda del alma que un día tuvo, que se perdió mucho antes de aquel derribo. Un espíritu que Llorca ha tratado de plasmar en su reciente documental Sexo, drogas, rock 'n' roll y política. Instituto Santamarca, 1975–1985. El título lo dice todo sobre el qué y el cuándo de una historia única, probablemente irrepetible.
- En ese otro Santamarca muchas clases se impartían en el parque. Raro era el profesor que pasaba lista. El alumnado participaba en las juntas de evaluación y debatía las calificaciones con el personal docente. Los viajes improvisados entre estudiantes y profesores estaban a la orden del día, en muchos de los cuales acaban compartiendo hachís. La efervescencia creativa estaba a la altura de la sexual. El ideal de libertad, en definitiva, tenía poco que ver con las cañas o las poses y mucho con derribar unas fronteras inexpugnables durante la dictadura franquista.
- Todo era muy chocante”, reconoce Llorca, alumno del Santamarca a finales de los setenta. “El trato con la mayoría de profesores era muy fluido, tenían muchas ganas de educar. Que se dieran clases en el parque donde se hablaba de la poesía de Cernuda era placentero y al mismo tiempo muy formativo. Pero las clases que se daban en el interior también las recuerdo igualmente edificantes”, añade.
Los años irrepetibles: entre la efervescencia y el tabú
“También es verdad que cuando tienes 15 o 16 años te parecen dignas de vivir tanto las cosas buenas como las malas. Porque el ambiente y la convivencia en el parque era estupendo por lo general, pero había situaciones muy tensas con la policía que siempre andaba merodeando. Y por supuesto estaba el miedo a los ataques de las bandas de ultraderecha, que de vez en cuando se pasaban por ahí para pegar palizas. Era placentero y doloroso a la vez”, relata.
Como desgrana la propia película (exhibida en febrero en Cineteca de Madrid y el Círculo de Bellas Artes, a la espera de una distribución física que el propio director suele asumir personalmente), las circunstancias tan especiales de aquel Santamarca solo pudieron surgir de un cúmulo de situaciones y contextos igualmente particulares.
Primero a un nivel más general: “Son años en los que sucedieron muchas cosas”, sintetiza Llorca. Un periodo de esperanza y de lucha política en la sociedad española después de la muerte de Franco en 1975, que vino acompañado de unas transformaciones vertebrales en los hábitos y las costumbres sociales. El Santamarca encarnó esta encrucijada: fue vanguardista en las luchas estudiantiles y antifascistas, albergó una actividad cultural intensa y generó unas relaciones entre los profesores y el alumnado insólitas para los tiempos actuales.
“La época es irrepetible por mucho tiempo. Nadie se atrevía a prohibir por venir de dónde veníamos, pero al mismo tiempo había muchos tabúes. Para que vuelva a suceder se tienen que dar una serie de circunstancias únicas que esperemos que no concurran jamás”, indica Pablo Llorca en sus declaraciones a Somos Madrid.
Un profesorado valiente y joven, un alumnado brillante y privilegiado
A eso se suma “la llegada de un equipo directivo y de profesores con poco más de 20 años que tenían muchas ganas de muchas cosas”. De enseñar, pero también “de vivir y de muchas otras cosas”. El tándem al frente de este experimento educativo donde todo era posible lo compusieron Paquita García Felices, como directora, y Miguel Merín, jefe de estudios (...)
.........................
PERROFLAUTAS DEL MUNDO: En seis meses en Gaza, la peor guerra de la historia de Israel no ha causado más que destrucción y muerte
abril 25, 2024
¿Qué hacemos ante tanta impotencia?, de Albert Lladó
Albert Lladó 30 de marzo de 2024
El autor del ensayo ‘Contra la actualidad’ argumenta que para no caer en el pozo de la resignación y el odio existen cuatro formas de resistencia: el deseo, el juego, la mirada y la pregunta por el sentido
El anterior 'rincón de pensar' — Michel Wieviorka, sociólogo: “La idea de que los judíos no pueden tener un Estado es antisemita”
- Ilustración de Fede Yankelevich
Los niños de Gaza. Las niñas de Kabul. Los jóvenes votando a Milei en Argentina. La cúpula judicial en España, inmersa en su propio carnaval de egos y parafernalias. Ucrania. Trump. El número de suicidios que no cesa. La homofobia que ve en un cartel lo que no quiere ver en casa. Las adicciones, tan silenciadas a grito limpio. La sequía: concreta, palpable. La privatización del estrés. El ruido que nos acecha cada vez más. ¿Qué hacemos ante tanta impotencia? (...)
.........................
PERROFLAUTAS DEL MUNDO: Cuando la crítica a Israel es tachada de antisemitismo, de Olga Rodríguez
abril 24, 2024
Pedriza. Tranco-Cerradillas-Elefantito-Cavidad Jara-Cueva Brujas-Muralla China, 19/4/2024
Las fotos llevan una explicación y al relato lo precede un *asterisco. Lo copiado aparece "entrecomillado". Para VER las FOTOS, sus detalles, DEBEN AGRANDARSE clicando sobre ellas. Crónica de vez anterior que pasamos por el Elefantito, la Gran Cañada y el Tranco, fecha: 7/5/21. Senda Maeso-Canal O. Cueva Ave María-Gran Cañada-Elefantito-Gran Cañada-Tranco https://paqquita.blogspot.com/2021/05/senda-maeso-canal-oeste-cueva-gran.html
43.- Foto de Blas. "Muralla China" a dcha. Salida fondo izda. 19h. 7´