enero 23, 2021

La agricultura convencional: un mal paréntesis de la historia campesina. ¡Hay que cerrarlo ya!

SOBERANIAALIMENTARIA.INFO   17/
Dic 2020   Elodie Martin Abad

El desarrollo de la agricultura industrial

Cuando la agricultura recicla las innovaciones de la guerra

La revolución agraria del siglo xx tuvo lugar gracias a las nuevas tecnologías introducidas en el campo: la motorización de los tractores, los fertilizantes de síntesis y los productos fitosanitarios, insumos que se habían empleado previamente durante la segunda guerra mundial (motores de los tanques, explosivos, agente naranja, Zyklon B, DDT…). Esas innovaciones permitieron aumentar considerablemente los rendimientos agrícolas, pero contaminan el medioambiente y dependen de recursos fósiles y mineros —petróleo, gas natural, fosfatos— que se extraen en países extranjeros. Eso lleva a la agricultura española y europea actual a una fuerte dependencia del contexto geopolítico.

La agricultura convencional: un mal paréntesis de la historia campesina. ¡Hay que cerrarlo ya!


Productores de alimentos autosuficientes transformados en mendigos

Hasta la década de 1950, la actividad agraria se basaba en una economía de autoconsumo y de comercio local, con una gran diversidad de producciones dentro de cada finca y un estrecho vínculo entre la agricultura y la ganadería. Esa economía de subsistencia se convirtió en una economía agraria muy dependiente de los precios mundiales y de las ayudas europeas. Las políticas durante la autarquía y, luego, la Política Agrícola Común fomentaron dinámicas de selección y especialización, excluyendo las producciones menos competitivas. Las inversiones sucesivas llevaron al campesinado a situaciones de endeudamiento y dependencia de los bancos. Hoy en día, ya no producen alimentos para la familia, sino que venden materia prima en el mercado global y compran la comida en los supermercados. Según el estudio realizado, entre el 50% y más del 100% de la renta agraria depende de ayudas de la PAC. Ya no viven de la agricultura, sino de inyecciones de dinero procedente del valor agregado creado en otros sectores de la economía a través de los impuestos de la ciudadanía europea.


Estiércol: ¿cómo el oro se convirtió en veneno?

Esta dinámica de especialización desconectó poco a poco la agricultura y la ganadería, con grandes consecuencias para la reproducción de la fertilidad de los suelos. Antes, la riqueza de una explotación agrícola dependía del número de hectáreas y, sobre todo, del número de animales (el origen de la palabra capital viene de capita, cabeza). El potencial productivo vegetal dependía directamente de la producción de estiércol, mezcla equilibrada entre deyecciones y paja; pero desde que se introdujeron abonos de síntesis, la agricultura puede dar buenos rendimientos sin necesidad de animales. Por otro lado, la ganadería se concentró en grandes explotaciones donde los animales ya no tienen cama de paja: viven encerrados, sobre un suelo de hormigón. El problema es que la materia orgánica producida en esas nuevas macrogranjas no es equilibrada. Las deyecciones que se recogen, este estiércol sin paja, no se pueden descomponer de forma orgánica en el suelo y contaminan la tierra y el agua, sobre todo con los nitratos.

Evolución de los abonos orgánicos y contaminación

La vida es un ciclo. Lo que muere se descompone y se transforma. Todo es comida. Para las plantas, los animales, los seres humanos y para la vida del suelo. Esta capa fina de tierra es un tubo digestivo que convierte la materia orgánica en elementos minerales, en la comida de las plantas. ¿Cómo se llama esta vida discreta y silenciosa? Son bacterias, hongos, lombrices, colémbolos, ácaros, nematodos, ciempiés, cochinillas, etc. En una cucharilla de tierra, hay miles de especies y millones de individuos. El 25% de la biodiversidad del planeta vive bajo nuestros pies. El suelo es materia mineral, agua, aire y solo un 5% de su volumen es orgánico. Dentro de esa pequeña fracción de materia orgánica, solo un 5% es vida, la mayoría microscópica. Esa vida es la clave de la fertilidad y, como todo ser vivo, necesita una dieta equilibrada. Con paja (rica en carbono) y deyecciones (ricas en nitrógeno), la microbiota del suelo consigue una comida equilibrada. Si el estiércol no tiene paja, falta carbono para equilibrar el abono y los organismos del suelo no pueden descomponerlo bien; el excedente de nitrógeno acaba lixiviado en las aguas o transformado en N₂O, gas de efecto invernadero, y causa la contaminación del agua y del aire.

Las semillas, uniformización y propiedad intelectual

Las semillas son la base de la alimentación. Han sido seleccionadas por el campesinado durante miles de años en todo el mundo. Esa selección empírica fue el origen de miles de variedades adaptadas a las condiciones edafoclimáticas locales, una diversidad genética inmensa. Con la revolución industrial de la agricultura, las empresas empezaron a seleccionar semillas, se comercializaron formas híbridas (genéticamente homogéneas) y se privó al campesinado de sus derechos milenarios de seleccionar sus propias semillas e intercambiarlas. Las patentes obligaron a comprar semillas cada año. Esa homogeneización genética de los cultivos, a diferentes escalas —desde la parcela al mundo— tiene como consecuencia una resistencia muy débil a las plagas o a perturbaciones climáticas. Además, las semillas se seleccionaron en función de sus altos rendimientos sin considerar otros parámetros como la densidad nutricional, que bajó drásticamente con el consiguiente impacto sobre la dieta humana y la salud.


¿Campos vivos o España vacía?

Existe una estrecha relación entre la diversidad agraria y la diversidad cultural. Con la estandarización de la agricultura, desaparecieron los saberes locales y tradicionales. Con el éxodo rural a partir de los años cincuenta en el Estado español, el descenso de población rural fue radical, y sus consecuencias siguen vigentes: la falta de servicios públicos, el aislamiento y la desaparición paulatina de la vida social en los pueblos, que ahora están casi vacíos.

(...)

Poema: CONSEJOS PARA LA MUJER FUERTE, de Gioconda Belli

Blas Mendiola M.   20/12/20

(De la poeta nicaragüense  Gioconda Belli

Si eres una mujer fuerte
protégete de las alimañas que querrán
almorzar tu corazón.
Ellas usan todos los disfraces de los carnavales de la tierra:
se visten como culpas, como oportunidades, como
precios que hay que pagar.
Te hurgan el alma; meten el barreno de sus miradas o sus
llantos
hasta lo más profundo del magma de tu esencia
no para alumbrarse con tu fuego
sino para apagar la pasión
la erudición de tus fantasías.

Si eres una mujer fuerte
tienes que saber que el aire que te nutre
acarrea también parásitos, moscardones,
menudos insectos que buscarán alojarse en tu sangre
y nutrirse de cuanto es sólido y grande en ti.

No pierdas la compasión, pero témele a cuanto conduzca
a negarte la palabra, a esconder quién eres,
lo que te obligue a ablandarte
y te prometa un reino terrestre a cambio
de la sonrisa complaciente.

Si eres una mujer fuerte
prepárate para la batalla:
aprende a estar sola
a dormir en la más absoluta oscuridad sin miedo
a que nadie te tire sogas cuando ruja la tormenta
a nadar a contracorriente.

Entrénate en los oficios de la reflexión y el intelecto.
Lee, hazte el amor a ti misma, construye tu castillo
rodéalo de fosos profundos
pero hazle anchas puertas y ventanas.

Es menester que cultives enormes amistades
que quienes te rodean y quieran sepan lo que eres
que te hagas un círculo de hogueras y enciendas en el
centro de tu habitación
una estufa siempre ardiente donde se mantenga el hervor
de tus sueños.

Si eres una mujer fuerte
protégete con palabras y árboles
e invoca la memoria de mujeres antiguas.

Has de saber que eres un campo magnético
hacia el que viajarán aullando los clavos herrumbrados
y el óxido mortal de todos los naufragios.
Ampara, pero ampárate primero.
Guarda las distancias.
Constrúyete. Cuídate.
Atesora tu poder.

Defiéndelo.
Hazlo por ti.
Te lo pido en nombre de todas nosotras.

 

enero 22, 2021

Cristina Fallarás: “Cuando sufres mil agresiones por minuto, la vida que vives ya nunca será normal” y+

 PIKARAMAGAZINE.COM  

 BERTA GÓMEZ SANTO TOMÁS 23/12/2020
Cristina Fallarás es una de las figuras periodísticas más destacadas en nuestro país, ha pasado por la primera línea de diversos medios y platós de televisión, cuenta con diez libros publicados y ha recibido diversos premios por su labor periodística y feminista, el último por parte de Ministerio de Igualdad. Pero es también objeto de un acoso online y offline continuado y persistente que le ha cambiado la vida.(...)Pero ninguno de estos méritos sirve para atajar el acoso continuado que sufre dentro y fuera de las redes sociales. Más bien lo contrario: “La red lo ha cambiado todo absolutamente, la violencia se ha desatado, ha habido un cambio tan brutal que todavía no sabemos explicar. Yo lo diré siempre: lo que pasa en la red aterriza en la calle. Dejaros de idioteces. Cuando un sindicato de la policía alimentó la idea de que yo era una etarra y asesina, el acoso se multiplicó por mil por todos los medios posibles”. Ante una violencia que ha transformado su vida, quizá lo más estremecedor es comprobar que existe una impunidad absoluta para quienes agreden a una mujer feminista por el hecho de ser feminista. En 2020 y en nuestras narices.
Contarlo en primera persona, visibilizando el relato de la violencia, es su forma de hacerle frente, y también lo que ha motivado su trabajo en los últimos años: en 2018 lanzó en Twitter el hashtag #Cuéntalo para recoger públicamente testimonios de violencia. El resultado fue abrumador. En quince días, alrededor de tres millones de mujeres habían participado, #Cuéntalo se llenó de relatos estremecedores y dejó claro que si toda esa violencia había estado silenciada era porque no había tenido un lugar donde expresarse. No es la única acción feminista de los últimos años en la que Fallarás ha jugado un papel determinante y su discurso hoy se mantiene fuerte, potente y claro; pero también admite estar cansada y, sobre todo, muy harta de las redes sociales y del trabajo en medios de comunicación: “Lo que más le gustaría es poder abandonar para siempre estos espacios” (...) 

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20/1/2021 JUAN LOSA
Cristina Fallarás: "La Iglesia católica es la fuente de todo el dolor para la mujer"
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SIN EXCUSAS, de Antonio Larrey

 Antonio Larrey Lázaro  

SIN EXCUSAS:
Ya está. Los presupuestos, en teoría, con mayor gasto social hasta la fecha, han sido aprobados por el Senado. El gobierno ya no tiene excusas. La ley antidesahucios o la prohibición del 902 deben ser una anécdota, los primeros pasos, la punta del iceberg. Ahora toca arremangarse y trabajar. Gobernad desde la izquierda, con leyes progresistas, integradoras, igualitarias. Si no lo consiguen será por falta de voluntad, de interés o de pericia; o de una combinación de esos tres elementos; de los cuales, solo uno de ellos, el de la ineptitud, es perdonable. Legislad, legislad, legislad. No dejéis de hacerlo. Para eso os votamos, con v, antes de que os boten, con b. Dejad huella. Cambiad las cosas. Demostrad que lo de "todos los políticos son iguales" es una falacia oportunista. Ahora es el momento. Y si ladran, que ladren, eso es que nos movemos. Se acabaron las excusas. Ahora sí.

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enero 21, 2021

Poema: La ciudad de Dios, Para Humberto Costantini, de Jesús Urceloy

Candela Ypunto    20/10/20     

Jesús Urceloy   La ciudad de Dios Para Humberto Costantini

Discúlpeme señor señora mire
si le miré en la calle en su trabajo
les tropecé llevando unos paquetes
les encontré llorando carnicera
les descubrí mintiendo dependiente
pocero puerta a puerta vendedor
guarda de parque conversar portera
cobradora señora ama de casa
maestra frutera afilador mendiga
encender un cigarro darse al humo
y olvidarse la caca de su perro
en el alcorque aquel electricista
farmacéutica obrero ah sí cartera
mi cartera les pido mil perdones
yo paseaba les juro por la vida
esa cosa no sé que se deshace
junto al azucarillo del café
esa cosa que da vueltas en torno
al tobogán del parque a la ruleta
rusa de los ancianos que se están
al sol de las paredes como moscas
lagartos mariposas saltamontes
bichos de toda escuela cucarachas
que yo lo juro yo quise no hacerlo
quise pasar tal vez pasar la calle
la escuela la estación el manicomio
el mercado la casa de acogida
el gimnasio mi médico las salas
de espera la pared casi les juro
que iba pendiente de otra cosa sí algo
sin importancia una palabra un ritmo
acentual otra mentira más
otra verdad mentira que tan solo
abrí los ojos por aburrimiento
por mirar ya lo ven solo mirar
a ver qué pasa aquí como acostumbro
sin prestar atención desde hace tantos
años ustedes me conocen desde
toda la vida desde siempre sí
ya los cierro me voy por donde vine
por aquí calladito créanme
en verso libre libre nada más