enero 25, 2025

Los animales varados en Galicia rozan los 700 por segundo año consecutivo: “El salto es enorme y no sabemos explicarlo”

 

Beatriz Muñoz  Santiago de Compostela —3 de enero de 2025

 Un biólogo de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños, que se encarga de recuperar los ejemplares que llegan a la costa, cree que “algo pasa en el mar” que hace que los cetáceos se acerquen más al litoral en busca de comida

En 2024 quedaron varados en la costa gallega casi 700 animales. La cifra se sitúa en este nivel, que triplica la media de las últimas tres décadas, por segundo año consecutivo. Lo que más abundan son los cetáceos y, dentro de estos, es llamativo el peso y el incremento de los delfines comunes —golfiños comúns, en gallego—. Además del fuerte incremento, se ha producido otro cambio: hay un pico en los meses de julio y agosto, tan marcado que en ese periodo se están superando los registros de los meses que tradicionalmente acumulaban más varamientos, que eran los de enero, febrero y marzo.

“El salto es tan enorme que no sabemos explicar por qué”, dice Pablo Covelo, biólogo de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma). Esta organización, financiada por la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica, y la Xunta de Galicia, es la que se hace cargo de los ejemplares que aparecen en la costa gallega. El balance recién publicado de 2024 muestra que vararon 689 animales, entre cetáceos, focas, tortugas, tiburones y nutrias. En 2023 contabilizaron 697 y en 2022 fueron 313. Covelo recuerda que desde que empezaron a trabajar, en los 90, la media estaba en unos 240 anuales entre cetáceos, focas y tortugas. “Los números de los últimos años son para asustarse”, asegura.

El biólogo dice que los expertos no tienen una explicación para lo que está pasando. Cuando los cuerpos que llegan no están en mal estado, las muestras que se les extraen descartan que haya una enfermedad específica que les esté afectando. Expone que lo que se encuentran son problemas “esperables” en fauna salvaje y que son propios de cada individuo: un problema de bazo o de corazón o parásitos en los pulmones. De los ejemplares que llegan a la costa -lo normal es que el animal muera en el mar y lo arrastren a la orilla los vientos y las corrientes-, en torno al 60% están en estado de descomposición moderada o avanzada y se puede obtener información limitada.

En el mar, dice el experto, “está pasando algo”. Lo relaciona con la búsqueda de alimento de los cetáceos: “Tienen menos comida o la vienen a buscar más al litoral”. Pone el ejemplo de los delfines comunes, con varamientos crecientes y un patrón habitual: entran hasta el fondo de las rías, pese a que es una especie que rara vez se introducía en esas aguas, y, como no están acostumbrados a las mareas, se quedan atrapados cuando baja el nivel del agua. En estos casos, Cemma suele poder atender a los animales, que están vivos. Es necesario hidratarlos y reflotarlos para que vuelvan a mar abierto. “Es muy raro lo que está pasando estos últimos años con esta especie”, dice.

“Esto es una manifestación de que algo está pasando. ¿Por qué entran ahora hasta el fondo de la ría a comer?”, reflexiona. Covelo apunta a que lo que ocurre es “seguramente” algún cambio en la cadena trófica y, “como los cetáceos son el último eslabón” se aprecian los efectos sobre ellos. “Aún no lo sabemos interpretar fehacientemente; tendríamos que juntar datos de otras ramas que nosotros no tenemos, como datos oceanográficos o de pesquerías”, añade.

Covelo recuerda que no todos los animales que mueren en el mar llegan a la costa. Un experimento hecho hace años con el sector pesquero apunta a que aparecen en playas y rocas en torno a una cuarta parte. Aquel estudio se basó en las capturas accidentales -principal causa de muerte de los cetáceos en Galicia- de los barcos de pesca que faenan cerca de la costa. Varios patrones colaboraron para poner una brida identificativa a los cetáceos que morían en sus redes y devolverlos así al mar en la zona en la que los habían capturado. El biólogo recalca que, si hay que multiplicar por cuatro la cifra actual, sería “espeluznante”. Pero otra de las hipótesis es que, si los cetáceos se acercan más a la costa en busca que alimento, también es posible que, por la cercanía, sus cadáveres aparezcan en un porcentaje superior a ese 25% calculado.

Delfines, tiburones, marsopas

Los datos de 2024 muestran que la mayor parte de los animales varados son cetáceos: 614 de 689. Dentro de estos, los más frecuentes fueron los delfines comunes, con 455 casos. A continuación aparecen los arroaces -delfín mular-, con 46 individuos; los delfines listados, con 18; y las toniñas -marsopas-, con 14. Esta última es una especie en peligro de extinción, una de las muchas para las que la Xunta no ha elaborado un plan de recuperación. También figuran seis ballenas de diferentes tipos.


Una 'toniña' -marsopa- varada en una playa de Carballo. Cemma

Además de los cetáceos, en 2024 llegaron a la costa gallega 14 nutrias -una especie autóctona y cada vez más extendida en el litoral-, 23 tiburones y 32 tortugas. Entre estas últimas, Covelo expone que las más frecuentes fueron las tortugas comunes, que nacen en el Caribe y llegan al otro lado del Atlántico cuando aún son pequeñas y miden en torno a 20 centímetros -llegan al metro-. El biólogo explica que es fácil sacarlas adelante con agua caliente y alimento. Suelen padecer problemas respiratorios y el 95% tienen plásticos en el estómago, aunque este no es un riesgo inmediato para su vida. “Suelen ser trozos pequeños que ingieren pensando que son comida y los van eliminando”, señala. Otra cuestión, objeto de estudio en la actualidad, es una posible toxicidad de esos plásticos y sus aditivos.

El de los plásticos es un problema extendido en los océanos. Sobre el 90% de los cetáceos pequeños tienen, según Covelo, microplásticos. El origen suelen ser los animales que comen en el mar. En el caso de cetáceos de buceo profundo, como el cachalote o el zifio, sí se han encontrado casos de muertes por obstrucción intestinal debido a que han ingerido plásticos de gran tamaño.

En cuanto a las focas, el biólogo indica que el año pasado hubo pocas (seis) y ninguna necesitó que la atendieran. Fueron, dice, avistamientos en playas de animales que probablemente habían salido del mar a dormir. De hecho, Covelo expone que el problema con las focas es que la gente se sorprende al verlas y, por desconocimiento, intenta animarlas a volver al agua, cuando lo que están buscando estos ejemplares es descansar.

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CTXT La incertidumbre abraza a los kurdos en Siria, de Santiago Montag 


enero 24, 2025

Paseo semanal por CTXT, por Elena de Sus: Agradecidas y emocionadas

 3/1/2025


Querida comunidad de CTXT:

 

Feliz 2025 y muchas gracias por estar ahí. Toca hacer balance de 2024, un año espantoso desde un punto de vista global, durante el que hemos sido testigos de la continuidad del genocidio en Gaza. Nuestras instituciones se han mostrado permisivas con este horror, cuando no cómplices. El consejo editorial de CTXT ha decidido nombrar Persona del Año a Francesca Albanese, la relatora especial de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, que ha denunciado el genocidio de todas las formas posibles apoyada en un riguroso trabajo documental. Reconocemos su honestidad y valentía en un editorial acompañado de una caricatura de Luis Grañena. Esta idea de la persona del año se la hemos copiado a una revista extranjera llamada TIME, no sé si les sonará de algo. Ellos han escogido a Donald Trump, seguro que no molan tanto como nosotros.

 

Guillem Martínez también ha echado la vista atrás para extraer lo esencial del año 2024, y sus conclusiones han sido oscuras: “Si montas el caballo del trumpismo no hay límites. Es la reformulación del mundo. Sin lo real”.

 

Al final del año se suma la proximidad del cumple de esta revista. CTXT sopla diez velitas el 15 de enero. Miguel Mora repasó esta década de periodismo y locura en su última carta a ustedes, que publicamos después en abierto. Ya sabrá que hemos editado un libro en el que 67 autores y autoras escribimos sobre nuestra experiencia con CTXT. Esta semana hemos publicado en la web el capítulo de nuestro compañero Diego Delgado, que nos ha emocionado un poquito.

 

La actualidad nos lleva a la muerte de un mantero, Mahmoud Bakhoun, ahogado en el Guadalquivir cuando huía de dos agentes de policía el día 29 de diciembre. El magistrado Joaquín Urías denuncia que en estos casos “los medios difunden acríticamente las versiones policiales”.

 

Nuria Alabao está escribiendo una serie sobre la extrema derecha y sus alianzas globales en torno a las cuestiones de género. En la segunda entrega, publicada esta semana, repasa las tácticas que utilizan y pone como ejemplo el referéndum que impulsaron en Rumanía en 2018 para cambiar la Constitución de forma que esta impidiera el matrimonio igualitario. 

 

En el primer capítulo de su nueva serie, Semillas de Odio, Ignacio Echevarría se pregunta qué fue del odio de clase. Aunque le parece que hoy en día “nadie se reconoce a sí mismo como burgués o proletario”, las reacciones al asesinato del CEO de UnitedHealthCare, Brian Thompson, le llevan a sospechar que “la disolución de la conciencia de clase no implica la de los antagonismos que la sustentaban”.



El asesinato de Brian Thompson y el culto pop al presunto asesino, Luigi Mangione, también están presentes en lo último de Irene Zugasti, que repasa las grandes desigualdades de la atención sanitaria en la ciudad de Madrid con su habitual ironía.

 

En nuestra sección de culturas, el Ministerio, Jesús Cuéllar entrevista a Payal Kapadia, directora de La luz que imaginamos, una película india premiada en Cannes que ha llegado esta semana a las carteleras españolas. “En el mercado capitalista nos ponemos tan nerviosos con la posibilidad de perder dinero que, al final, todas las películas acaban siendo parecidas”, considera Kapadia. “En el capitalismo, lo primero que se pierde es la diversidad. A mí me parece que la gente está dispuesta a ver toda clase de filmes”.

 

Siguiendo con el cine, Vicente Monroy repasa las que para él han sido las mejores películas de 2024, y nos anima a “rechazar las falsas promesas de evasión y denuncia de un cine domesticado y apostar por un arte que encienda una cerilla en la noche del pensamiento”.

 

Cuando les preguntamos qué echaban en falta en esta revista, algunos de ustedes señalaron historias de África. Esta semana Adrián Roque nos trae una, la de Mahú Houekin. Este habitante de Ganvié, la ciudad sobre el lago de Benín, sufre la úlcera de Buruli y recurre al vudú ante las dificultades para obtener atención médica.

 

En lo deportivo, Guillem Martínez ha escrito un homenaje al Cholo… Sotil, compañero de Cruyff en el Barça, que falleció este lunes.

 

Hasta aquí el primer paseo por CTXT de 2025, esperamos que haya sido llevadero. Si se ha hecho corto, hay muchas más historias en nuestra portada. Con el año nuevo hemos abandonado la red antes conocida como Twitter, pero seguimos en BlueskyInstagramFacebookTelegramMastodon y Youtube

 

Feliz fin de semana y esperamos que los reyes sean generosos,  

Elena de Sus

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PERROFLAUTAS DEL MUNDO:  Una luz en la oscuridad: memoria de Carl Sagan. Por Ricardo Rodríguez




enero 23, 2025

Ana. Jaca. Astún, San Juan de la Peña, diciembre 2024

 ANA: Acabamos de llegar a Jaca

Día espectacular. No hay mucha nieve pero está todo precioso


1.-  BLAS: Pues a mí me parece que hay un montón, o al menos, cantidad de nieve suficiente para disfrutar... Muy buen descenso, sí señor

2.- ANA: Así ha terminado el día (hemos esquiado desde las 9-16:30) en Candanchu con dos horas de clases específicas para esquí de montaña (hermano, te lo recomiendo encarecidamente).

GEMA: Que maravilla Ana, disfrutadlo mucho

8:26, 18/12 ANA: Hoy intentaremos hacer esta ruta (está grabada al revés y solo en un sentido) pasando por el Espelunciecha. Empezaremos a andar sobre las 9:30, que tenemos 50min de coche.

ALVARO: Está ruta baja a los Ibones de Anayet, (2.233 m). Vosotros también?

En ese caso, le veo más sentido continuar por el GR11 para hacerla circular. Siempre que el camino esté para esquíes. Por cierto, bien por compartir la ruta. Es importantísimo

BLAS: Mantenednos informados, por favor


3.- 14:57 AA ANA: Ya estamos abajo. No hemos hecho cima, mala climatología y mucha pendiente😅

ANA: Acabamos de llegar a...

                                        

4.- Río Gállego, a su paso por Sallent de Gállego.

BLAS: ¿Puede ser el mismo río en el que Álvaro y tú os  refrescastéis  los pies después de hacer la Gran Facha en la última etapa del GR11?

ANA: Siiiiiii, pero ahora parece que está más fresquita❄️


5.- 15:32, BLAS: ¡Vaya foto montañera! La panorámica es espectacular.

Paquita: Estupenda la nieve... Las montañas...

ALVARO: Está trilladísimo, no?

ANA: Es que esa ha sido al salirnos de pistas en la pisada del Rack track

Pero vaya, que no hay casi nadie por aquí.

GEMA: Lujazo el poder disfrutarlo así de vacío


6.- Ana: ¿Te suena?

18:38  ALVARO: Siiii. De la subida a Anayet. La verdad que mola. Una cerveza allí vale lo que cueste


7.- Ana: Una maravilla el Monasterio de San Juan de la Peña/ Real Monasterio de San Juan de la Peña, también hemos entrado en el nuevo. Muy buena recomendación  y el pueblo y el entorno también super chulos. Gracias papis culturetas

8.- Santa Cruz de la Serços/ Santa Cruz de la Serós


9.- Pequeño puente sobre arroyo.

7:02, 20/12 BLAS: Buenos dias. Hoy hacemos ruta. Canto Cochino-Collado de la Ventana-Senda Cormar-Cerro de los Hoyos-Collado de los Hoyos- Collado Ventana-Canto Cochino. Llevamos Spot

GEMA BARCELO: A disfrutar el día!!!!

8:04 ANA: A disfrutar y a hacerlo con cabeza. Ojalá que no se os haga de noche. Nosotrxs hoy hacemos ruta por Astún, ahora os la mando y luego para casita. Buenos días a todxs

9:23 ANA: Aleluya!! Han empezado a andar a las 9:15. Nosotrxs vamos a empezar ruta en 15min... hace mucho viento

ALVARO: Pasad buen día todos!

10.- ANA: Selfie😅

11.- 16:30 ANA: Paseo por el Ibón de Escalar. La subida ha sido muy interesante... la nieve está súper dura y ha habido bastante desnivel... divertido vaya

12.- Trayecto por la ladera del pico de Astún (2km) para llegar a la estación y poder bajar por pistas.

PAQUITA

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PERROFLAUTAS DEL MUNDO:  Más de un 20% de la plantilla abandona la Agencia Valenciana Antifraude tras las purgas del nuevo director de PP y Vox 


enero 22, 2025

Las Van Gogh, las activistas feministas hermanas del pintor en una familia de destino trágico

MSN

          Caio Ruvenal   27 de diciembre de 2024 

El historiador de arte Willem-Jan Verlinden da un giro a los estudios sobre el artista, para poner el protagonismo en las mujeres. El autorretrato con la oreja rebanada, el poco éxito a la hora de vender sus cuadros y una muerte por disparo con varias hipótesis. La fascinación póstuma por Vincent Van Gogh debe mucho a los dramáticos elementos que rodearon su vida. Unas particularidades que no eran exclusivas de él en su familia, marcada por muertes prematuras, enfermedades mentales que los llevaron al asilo, participación activa en la primera ola feminista neerlandesa por parte de dos de las tres hermanas y unos padres pastores protestantes que predicaban en una zona predominantemente católica. 

Los Van Gogh no solo son la base del mito Vincent, sino que cada una de sus historias es un relato de tragedia y vida intensa. El historiador de arte Willem-Jan Verlinden reconstruye casi 100 años de la familia en Las hermanas Van Gogh (Cátedra, 2024). Desde el casamiento de los padres, Theodorus Van Gogh y Anna Carbentus, en 1851, hasta la muerte de su hija Willemien Van Gogh (la penúltima de seis hijos), en 1941. La historia nunca se contó desde una perspectiva femenina, siempre se hizo desde el lado de Vincent o desde la relación con su hermano Theo, quien también era su mejor amigo y quien se hacía cargo de él, dice por videollamada el autor. La herramienta que le permitió escarbar en la intimidad de los Van Gogh fue la masiva correspondencia que mantenían entre ellos: cientos de cartas inéditas provenientes de instituciones como el Museo Van Gogh en Amsterdam y archivos privados. Verlinden se apoyó también en expedientes educativos, certificados, fotografías y en las pinturas y dibujos de Vincent, quien retrató, muchas veces de memoria o con solo una fotografía, a sus familiares. Si la vida de las hermanas estaba la mitad de bien documentada que la de Vincent, entonces deber a haber muchas fuentes de información sobre ellas con el potencial de un libro. Cuando terminó de escribir, me di cuenta de que tenía no solo un texto sobre las hermanas, sino también sobre la familia, cuenta el historiador de arte sobre su texto, publicado originalmente en Países Bajos en 2016. Las misivas, con un cuidado estilo , según describe el libro, evidencian un claro punto de inflexión que llevó a la familia a un descenso: la muerte del padre. Anna, la más dura Antes de ello, los Van Gogh eran una apacible familia de clase media alta. Vivieron en distintas ciudades pequeñas del Brabante Septentrional, como Zundert, Nuenen, Helvoirt y Etten, localidades del sur de Países Bajos a las que el reverendo Theodorus Van Gogh era enviado para convertir a la predominante población católica en protestante, como sucedía al norte del país. Sin embargo, Verlinden apunta que no solo estaba comprometido con sus feligreses protestantes, sino que también servía a los católicos más desfavorecidos. Cuando eras un niño protestante y querías jugar con un niño en la calle, no podías porque era católico. Así que principalmente jugaban entre los hermanos en el jardín de la casa, y eso explica la fuerte conexión que había entre ellos . El cuadro Mujeres recogiendo olivas, en el que aparece la madre, Anna y la hermana Willemien Van Gogh . Es cierto que la muerte de Theodorus en 1885 desestabilizó esa felicidad de la familia, pero el carácter de Vincent fue otra de las razones. La hermana mayor, Anna Van Gogh de quien el pintor escribió años antes, cuando vivía en Londres: Tengo noticias para vosotros, es posible que nuestra Anna venga. Podéis imaginaros lo maravilloso que será para mí, pero me parece demasiado bueno para creerlo le reproché que siguiera en casa de sus padres con 32 años. Por sus costumbres excéntricas y sus ocasionales arrebatos de agresividad, lo consideraba una amenaza no solo para el bienestar de su madre, sino también para el nombre de la familia en el pueblo. Esa confrontacion hizo que el artista abandonara su casa y no volviera a ver nunca más a su madre ni a sus hermanas. No está bien visto que, con 30 años, se mudara de nuevo con sus padres. Estaba en constante conflicto con su padre. Cuando este muere, la familia concuerda en que el comportamiento de Vincent influyó en la salud de su padre, cuenta a este medio el investigador. Anna fundamentaba su furia en la negativa del autor de La noche estrellada de asistir a la iglesia en la Navidad anterior, socavando así la autoridad de Theodorus como pastor de la Iglesia Reformada Neerlandesa. Por su parte, Vincent sentía que su padre no se tomaba en serio sus ambiciones. Primero, la de convertirse en pastor o misionero, y después, la de ser artista de renombre, se lee en Las hermanas Van Gogh. Las hermanas Anna, Elizabeth y Willemien Van Gogh Lo cierto es que el artista había desaprovechado varias oportunidades de trabajo. Primero, a los 16 años como empleado en la galería de arte Goupil Co. en La H después en la misma empresa, pero en la sede de Londres. Luego se muda A msterdam para formarse como reverendo, pero no pasó el examen, y finalmente, tuvo un puesto no remunerado como ayudante de profesor en una escuela masculina. Sus padres se preocupan por su salud física y mental. Después de la muerte del padre, la madre Anna se tuvo que mudar a la ciudad de Breda porque ya no podía estar en la casa parroquial. Sería el menor de los males porque la familia enfrentaría, en primera instancia, la muerte de Vincent en 1890, cuando tenía 37 a os; al año siguiente, la de Theo por sífilis, cuando tenía 31; en 1900, el fallecimiento del último de los hermanos, Cor, cuando tenía 32 a os, en la segunda guerra B er; y la hermana menor, Willemien, fue internada en un sanatorio dos años después, donde se quedaría por casi 39 años, hasta su muerte en 1941. Lies, escritora y contestaría. Los únicos Van Gogh que cumplieron con los estándares de la época con hijos y familia fueron Anna (1819-1907) y Elizabeth o Lies (1859-1936). Esta última era ambiciosa, quería ser escritora y publicó hasta doce libros, a pesar de que no obtuvo muchos beneficios económicos o reconocimiento por ellos. Al igual que sus otras hermanas, estaba condenada a los oficios relegados a la mujer de clase media de la poca: la educación, los cuidados o la enfermería. La Van Gogh del medio revela en sus cartas una molestia con la limitación de las opciones de empleo para las chicas y su aversión hacia las tareas domésticas. En una misiva a su hermano Theo le escribía: Quieres saber lo que me parece más indignante con nosotras las mujeres? Que solamente podamos ser maestras e institutrices. La iglesia protestante en Nuenen, en un pintura de Van Gogh. La hermana menor, Willemien, o Wil, como era su apodo en la familia, también renegaba de los espacios vetados a su género, pero su compromiso fue mayor y se involucró activamente en la primera ola de feminismo neerlandés a finales del siglo XIX. Era la que mejor se llevaba con Vincent y con quien intercambiaba más cartas sobre su salud mental y libertad. Se enfocó en conseguir la emancipación legal, el voto femenino y el acceso a la educación universitaria. Participó en la transformación de una sociedad más igualitaria a través del Museo-Biblioteca para Señoras en La Haya o la Exposición Nacional de Trabajo Femenino en 1898, que ponía de relieve el papel y las contribuciones de las mujeres en diversas reas laborales y culturales. Con el dinero que se recaudó en la muestra, la primera organización feminista de los Países Bajos consiguió financiación y una oficina. Así que Willemien estuvo en un punto crucial del movimiento y, si hubiera permanecido sana, por decirlo de alguna manera, habría tenido un gran futuro por delante, pero fue golpeada con problemas mentales, dice Verlinden. Para trazar el perfil de la menor de los Van Gogh le ayudaron las 48 cartas que intercambió con su amiga y compañera de lucha Margaretha Miejboon. La apertura de sus sentimientos entre ambas era tanta que el historiador cree que Will descubri óque era lesbiana. Margaretha es también la hija de un pastor, tienen el mismo origen y un hermano que también tiene problemas mentales. Hay una conexión muy fuerte, y quizás hoy se diría que era su novia .

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PERROFLAUTAS DEL MUNDO:   El coste real de la Sanidad pública: cada consulta de Osakidetza cuesta 68 euros y los procesos más caros suben a 150.000 



CTXT. Los impostores no hacen milagros, de Diego Delgado