diciembre 22, 2018

Edurne Pasaban sube con las parias del Himalaya

La alpinista, primera en escalar los 14 ochomiles, vuelve a las grandes cumbres para denunciar el trato vejatorio que reciben las mujeres en una zona de Nepal
Juan Morenilla - 22 OCT 2018 - 

Edurne Pasaban vuelve al Himalaya. La primera mujer de la historia en ascender los 14 ochomiles regresa a las grandes cimas por primera vez desde 2011. Otros retos y empresas y el nacimiento de su hijo Max hace año y medio le hicieron alejarse de las alturas que le dieron fama. Hoy la alpinista guipuzcoana empina de nuevo sus pasos a los 45 años por un motivo muy distinto al de coleccionar un récord o tachar una cumbre. Su decimoquinto ochomil es denunciar la discriminación y falta de derechos que sufren las mujeres en la región del Saipal, en el noroeste de Nepal.
Para sus habitantes, el pico Saipal (7.031 metros) es el hogar de Bishnu, dios salvador en la mitología. Las montañas son moradas de los dioses, y la creencia ordena que las mujeres no pueden subir por sus laderas porque son consideradas impuras desde el momento de su primera menstruación. Entonces, según la costumbre llamada chaupadi, son enviadas a una chabola fuera del poblado “en condiciones deplorables”, según Pasaban, y con su vida en peligro. “Eso lo van a sufrir toda su vida. Siempre que tengan la regla, se las expulsa de casa. Son consideradas impuras. No se las puede tocar, ni te pueden tocar. Han de comer fuera de casa con platos y cubiertos que no toque nadie. No pueden cocinar ni tocar alimentos... La situación es peor de lo que esperábamos. Son chabolas muy pequeñas. A veces hay cuatro o cinco chicas en ellas. Hacen fuego para calentarse y algunas mueren asfixiadas”.
El Gobierno de Nepal ha prohibido esta tradición vejatoria. Hay multas económicas y de cárcel. Pero no hay policía en las montañas, y menos en un sitio tan remoto, al que apenas llegan expediciones, de modo que las familias han continuado con el escarnio. Algunas organizaciones han destruido las chabolas. Y el remedio ha sido peor. Las niñas han seguido siendo expulsadas de sus casas y obligadas en esos casos a vivir en la selva, a merced de las picaduras de culebras y del ataque de otros animales. Es parte de una vida en la que a los 14 años serán obligadas a casarse con un señor que no conocen y probablemente a los 15 estén embarazadas.(...)

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OTRO ASUNTO EN PERROFLAUTAS DEL MUNDO: ¿Campaña mediática a favor de VOX? ¿Quién la ordena?

 

 

Las cloacas de la Democracia

 

 

“Rojava es un proyecto pionero y revolucionario”

Alfredo Reyes Ojeda ha compartido un enlacerojavaazadimadrid.wordpress.com

Rojava Azadî Colectivo por la revolución social de Rojava ~ Kurdistán paz y libertad

Fuente: La Tinta Autor: Leandro Albani Fecha: 12 diciembre 2018 

‘La Tinta’ dialogó con Sara Ainhoa de Ceano-Vivas Núñez, una periodista española que recorre Kurdistán participando de la organización de un mundo nuevo en el corazón de Medio Oriente.

Sara Ainhoa de Ceano-Vivas Núñez nació en Madrid, es periodista y sabe que, en su oficio, lo principal es estar en el terreno desde donde contar una historia. Por eso, entre 2014 y 2015, comenzó a viajar a Kurdistán, una tierra que arde en el corazón de Medio Oriente y en la cual los pueblos que la habitan se niegan a desaparecer.
Con el correr del tiempo, Sara se puso en contacto con integrantes del Movimiento de Liberación de Kurdistán (MLK) y, en particular, con la realidad del proceso revolucionario que se desarrolla en Rojava (Kurdistán sirio). En 2015, la periodista -que publica sus crónicas en el blog Destino Oriente Próximo-, viajó a Bakur (Kurdistán turco) y a Rojava, momento en que pudo conocer la vida de los refugiados en la ciudad de Suruç, palpitar los festejos del Newroz (año nuevo kurdo) en Amed (Diyarbakir, en turco) y llegar a Kobanê un mes después que las Unidades de Protección del Pueblo (YPG/YPJ) liberaran a la localidad del Estado Islámico (ISIS). (…)

#NacionalismosEnConflicto, de José Emiliano Ibáñez

José Emiliano Ibáñez ·   10/12/2018
Avisamos de que el "a por ellos" y las cargas policiales eran munición para el enfrentamiento, dijimos que que la DUI sin mayoría social era un error, criticamos que la línea de Torra aumenta el enfrentamiento, denunciamos que el encarcelamiento preventivo y las acusaciones delirantes contra los acusados eran y son injustas y cotraproducentes, nos enfrentamos como españoles al nacionalismo español. Ya avisamos en su momentto de que todo ello beneficia a los intolerantes....
La furia del demonio nacionalista españolista suelto y excitado nos la temíamos, aunque no supiéramos que PP y Cs ayudaran a crear nuevos monstruos sin desaparecer ellos mismos como tales.
Lo que no supimos ver es la dimensión profunda del nacionalismo españolista entre tanta gente, también entra la nuestra (aunque no lo exprese así).
Si los independentistas de Torra y compañía abandonan la estrategia noviolenta y no les importa aumetnar la fractura social en Cataluña, no quedará apenas margen.
Desgraciadamente, no sé si podremos evitar que vengan "más años malos que nos harán más ciegos". #NacionalismosEnConflicto


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OTRO ASUNTO EN PERROFLAUTAS DEL MUNDOCNN despide a comentarista político por manifestarse a favor de Palestina

 

diciembre 21, 2018

La vida de las jaurías de perros de caza: aislamiento, desequilibrio psicológico y estrés

José Luis Sanz Zapata    ·    eldiario.es    MALTRATO ANIMAL...
Durante una montería: una jauría que vive largas jornadas y meses inactiva y aburrida a la que se suelta en pos de una presa en una actividad frenética que los lleva a un nivel altísimo de excitación en el que casi el único objetivo es cumplir con el adiestramiento ignorando el peligro. "Van ciegos", coinciden los expertos en comportamiento animal.

Las rehalas aúnan una vida aislada de poca socialización con picos de máxima excitación que les impide ver el peligro, explican los expertos en conducta animal
La combinación es "deplorable" para su psicología, abundan. Los rehaleros insisten en su "amor extremo" por sus perros: "Quien no lo ha vivido no lo entiende"
Aunque el vídeo ha erosionado la imagen de la caza, sus asociaciones han logrado que Andalucía y Extremadura sopesen que la rehalas sean Bien de Interés Cultural

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OTRO ASUNTO EN PERROFLAUTAS DEL MUNDO: Las herramientas retóricas de la movilización de Vox, de Guillermo Fernández

 

 

El machismo-fascismo es una pandemia, que hoy por hoy, aún, no tiene cura... porque la hay, pero no interesa, de Konsu Konsu

  •  Pelayo Martín · ·  20/12/2018
    Hoy nos dividimos en dos bandos... los que le preguntarían a este hombre si es gitano, si es extranjero... y los que le preguntaríamos sobre a cuál partido vota, si es cazador, si cree que la mayoría de las denuncias de maltrato son falsas, si le gustan las corridas de toros, si está a favor de levantar vallas más altas en Melilla...
    En estos dos bandos nos dividimos... y poco más.

    Pelayo Martín
    Pelayo Martín Los criminólogos de las pelis lo llaman "construir un perfil"...
    Konsu KonsuKonsu Konsu El macho ibérico: Católico, violento, aficionado a la caza, a la tauromaquia... y, o, a cualquier "afición" que demuestre su "hombría", sometiendo a todo ser vivo, por diversión o placer... Es insensible, cruel, despiadado, déspota, tirano... Una aberración de la especie humana... No conoce la empatía, ni le interesa... Sólo piensa con la entrepierna, sólo vive para satisfacerse a costa de lo que sea que se le antoje... Es una especie creada para la perpetuación del fascismo, a través del machismo... Con el machismo se propagó desde cualquier rincón, de cada casa, el modelo de familia que imponía el régimen y la santa madre iglesia. De esta manera, en su día, se crearon éstos monstruos, por millones... Y, sus "semillas" saltaron, más allá de la religión y la ideología... El machismo-fascismo es una pandemia, que hoy por hoy, aún, no tiene cura... porque la hay, pero no interesa...

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    OTRO ASUNTO EN PERROFLAUTAS DEL MUNDO: La Comunidad/Madrid gasta decenas de millones en alquilar edificios que eran suyos y vendió

     

     

    Cáritas desmonta el mito de que los migrantes viven de las prestaciones sociales y roban y +

     

     

Cuando ocurren actos de violencia machista... Qué absurdo todo y qué triste, de Isabel Miguel

Isabel Miguel ·   19/12/2018
El silencio es la forma con que asumo el dolor. El silencio hace que el tiempo coloque y no me arrastre por la rabia. Silencio he guardado ante el asesinato de Laura Luelmo, silencio porque me dolía demasiado. Identificada con la ilusión de su destino reciente como interina, identificada con la esperanza en su futuro en la enseñanza, identificada como mujer...
Cuando ocurren actos de violencia machista (violaciones, asesinatos, agresiones de cualquier tipo), se levantan polémicas que me desconciertan. Hombres que se sienten ofendidos, mujeres que argumentan que sus amigos o familiares hombres son buenos... Qué absurdo todo y qué triste.
La única verdad es que Laura no está ya entre nosotros, que muchas no están, que la violencia machista (sí, machista) se ha llevado otra vida.
No conozco a ninguna mujer con la que haya hablado del tema que no se haya sentido acosada, ultrajada y cosas peores por algunos especímenes del género masculino, ninguna ¡NINGUNA!.
Basta ya de alimentar a la bestia, basta de reír con comentarios que poco favorecen a la mujer, de la inacción ante determinadas actitudes o hechos. Hay que terminar con esto porque es insufrible.
Con todas y todos los que hoy sienten este dolor como suyo, estoy.
Sororidad

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OTRO ASUNTO EN PERROFLAUTAS DEL MUNDO: Qué es Vox y cómo enfrentarlo, de Javier Gallego.

 

 

 

diciembre 20, 2018

Creo en un infierno poblado de seres vacíos de puro débiles, de Pelayo Martín

Pelayo Martín ha actualizado su foto de portada.  10 de diciembre ·
Yo no creo en ese infierno de calderos hirvientes y lenguas de fuego... yo hace tiempo que pienso que el infierno debe de ser como un gran mercado, uno donde todo se vende y se compra, donde nada es tuyo... ni tú mismo. En ese horrible lugar nada te pertenece, nada está a salvo y todo, absolutamente todo, depende de una oferta, de una promoción, de las últimas rebajas y ese anuncio que ofrece tu alma de regalo al comprar el nuevo blanqueador dental.

 Creo en un infierno poblado de seres vacíos de puro débiles, un infierno helado donde no hay nada más caliente que la sangre congelada por la codicia... un lugar oscuro tan solo iluminado por anuncios de neón promocionando cosas sin valor... nuestras lágrimas, nuestro amor, nuestros sueños... eso que antes hacía hombres a los hombres.
Creo en un infierno que no es uno... sino que es muchos... esos pequeños y grandes, breves y eternos infiernos a los que cada uno de nosotros se condena cada día... por un mes más de trabajo... por una semana más de compañía.
Y creo más... creo que ese infierno no ha de llegar... y no ha de llegar por una sencilla razón, porque vivimos en él.


Paquita Caminante Yo estoy liberada de esa cruz, el consumo compulsivo. Inicialmente me eduqué así, anticonsumo, tuve una crisis en la edad adulta y la resolví reafirmándome. Buscar la felicidad a través del consumo es triste, denota carencia de objetivos valiosos. Hala, ya tienes comentario.

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OTRO ASUNTO EN PERROFLAUTAS DEL MUNDO: El marido de la presidenta de las Cortes de Castilla y León se gastó un millón de euros de origen desconocido en reformar una casa y +++

 

 

Son ellas. Ni tú ni yo, de Antonio Larrey

Antonio Larrey Lázaro en EL TRASTERO DE LA IMAGINACION · 18/12/2018
 SON ELLAS:

Son ellas. Ni tú ni yo, a los que nos cuelga lo que nos cuelga. Ellas. A ellas. A tu madre, a tu hermana, a tu mujer, a tu hija...Y luego, todavía tenemos que escuchar a imbéciles (que me perdonen los imbéciles) a caballo sandeces sobre las denuncias falsas o la nacionalidad del asesino. Mientras tanto son ellas, a ellas. Ellas son las que mueren. A ellas es a quienes maltratan. Ellas son las violadas. Ellas son las humilladas después en las sentencias. Ellas las asesinadas. Y no nos confundamos. No las matan, ni las violan, ni las agreden hombres. No. Lo hacen asesinos, agresores sin escrúpulos y violadores. Porque los hombres, los de verdad, no matamos, ni violamos, ni agredimos, ni humillamos. Creedme. Pero nosotros, solo por ser hombres, no miramos a nuestra espalda cuando entramos en un portal. Nosotros no valoramos la profundidad de nuestro escote, ni la altura de nuestra falda. Nosotros no nos planteamos si es sensato salir a la calle a ciertas horas. Nosotros no tenemos que quedar con otra amiga para salir a correr porque tenemos miedo a que nos secuestren, nos violen, nos maten. No. Eso les pasa a ellas. Así que, por favor, no caigamos en las redes de políticos oportunistas con déficit congénito de empatía. Ni en líneas de opinión simplistas, porque mientras tanto, ellas siguen muriendo. Es tan sencillo como difícil de digerir. Y lo siento. Mucho. Por ellas y por nosotros, los hombres de verdad, los que no matamos, ni violamos, ni maltratamos. Solo las ganas de vomitar me quitan las ganas de llorar.

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OTRO ASUNTO EN PERROFLAUTAS DEL MUNDO: La ecuación incomprensible de Metro: más viajeros y menos trenes



El vergonzante acercamiento de EE UU a la dictadura de Franco

 

 

Que tenga miedo de su condición de bestia, de Paco Moral

Amelia Díaz Benlliure     18/12/2018·
Gracias, amigo Paco Moral, por poner voz a esa mayoría de hombres con los que formamos la humanidad. Vamos a terminar con los monstruos. ¡YA!

«Ya, ya, que no todos los hombres somos iguales. Claro. Los hay altos y bajos, guapos y feos, zotes y cultos, anarcos, podemitas, pseudoprogres, conservadores y carcundios; con barba poblada y lampiños, tirillas y musculosos, intelectualmente breves y auténticos lumbreras; comprensivos y autoritarios, conformistas y rebeldes, pichabravas instantáneos y afectos de disfunción eréctil. Cada hombre es distinto. Y todos sujetos a la estadística. Esa que dice que 1 de cada 100 mujeres ha sufrido un intento de violación a lo largo de su vida. O que el 40% de nuestras compañeras sufren a lo largo de su vida un episodio de violencia machista. Lo que nos convierte a nosotros, al 1 por 100 de nosotros, en violadores; y al 40% de nosotros, en criminales maltratadores. Esa es la realidad. Y está muy bien que escribamos poemas, que organicemos actos contra el terrorismo machista, o que participemos en ellos. Pero tendremos que hacer algo más, compañeros. Tendremos que ayudar a nuestras compañeras con algo más que palabras. Que cuando conozcamos a alguien que insulta en twitter a las mujeres, que las llama feminazis, que se burla de ellas, o directamente que es un maltratador, o un acosador, le cueste caro. Que sienta miedo de escribir sus bazofias; que tenga miedo de escupir su ira en público. Miedo físico, literalmente que tenga miedo de su condición de bestia, al menos el mismo miedo que sienten ellas cuando salen a correr, o cuando vuelven de noche a casa o atraviesan un parque con la sensación de que las puede acosar, asaltar, asesinar... un cabronazo de los nuestros.»

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OTRO ASUNTO EN PERROFLAUTAS DEL MUNDO:   

Mallorca. La Policía requisa los móviles a dos reporteros para investigar una filtración periodística y +++

 


diciembre 19, 2018

Correr y andar ¿Cuántos hombres -cuando salís a andar o a correr- tenéis presente que esa experiencia no está siendo la misma para la mitad de la humanidad? y +

Correr y andar   elsaltodiario.com  Mar Gallego   2018-12-18
 
Si buscamos en la web la definición de “correr” nos dirá que significa “desplazarse [una persona o un animal] rápidamente con pasos largos y de manera que levanta un pie del suelo antes de haber apoyado el otro”. Para “andar” la definición es la siguiente: “Trasladarse o moverse [una persona o un animal] de un lugar a otro dando pasos, sin llegar a correr”.
Lo cierto es que —a pesar de que nunca nos dijeron que era así— las definiciones genéricas no sirven para describir las diferentes experiencias vitales que existen en torno a estas dos acciones. Si, por ejemplo, la descripción de “correr” tuviera que definir la experiencia de una mujer en un Estado como el español, seguramente tendría que incluir —más a partir de esta semana— la palabra miedo.
La definición podría ser la siguiente: “Desplazarse [una mujer] rápidamente con pasos largos y de manera que levanta un pie del suelo antes de haber apoyado el otro, teniendo presente una sensación de miedo o de vigilancia extrema ante la sensación de que su vida corre peligro”.
Si cambiamos el escenario y situamos la cuestión en territorios donde las mujeres no pueden ni manifestarse en la calle porque las asesinan por ello, la descripción tomaría otro significado diferente.
Las feministas llevamos siglos intentando explicar que habitamos un mundo en el que nuestros significados no existen. Siglos intentando decir que cuestiones tan cotidianas como andar o correr no son iguales para nosotras. En definitiva, llevamos siglos diciendo que —o el mundo conoce nuestra perspectiva, nuestro sentir y nuestra realidad— o se nos está condenando a una apariencia de igualdad que nos invisibiliza, nos asesina y nos convierte en feminazis por exigir que los guiones sobre los que se sostienen nuestras vidas incluyan todas las miradas posibles. La igualdad real pasa necesariamente por este reconocimiento.
Hace poco leí un artículo en Pikara Magazine de Samuel Romero. En éste se realizaba un análisis urbanístico sobre el barrio granaíno de La Chana. El análisis, que se realizó bajo la perspectiva de género, describe cómo es nuestro andar por el barrio según seamos mujeres u hombres.
Entre las luces que arrojaba, afirmaba que las mujeres realizamos más desplazamientos que los hombres debido a la doble jornada laboral (familiar y laboral). Según el artículo, “el modelo de desplazamiento de los hombres es principalmente pendular (casa-trabajo ida y vuelta) y el de las mujeres multi-nodal (desplazamientos intermedios)”. Es decir, las mujeres vamos haciendo más paradas en el camino porque nuestras responsabilidades son mayores. Nuestros andares —esos mismos con prisas de muchas mujeres andaluzas de clase obrera— dicen mucho sobre cómo es nuestra vida. Las prisas y las paradas nos dicen que andar no es igual para todo el mundo.
Sin embargo, a estas descripciones sobre cómo se habitan los pueblos y las ciudades, “le falta” un punto importante. Algo que muchas mujeres hacemos casi a diario sin darnos cuenta a veces. Y es que los desvíos inconscientes que ejecutamos en nuestro caminar y las partes del pueblo por las que nunca pasamos tienen detrás miles de historias de abusos, violaciones, miedos que heredamos a veces de nuestras propias historias familiares. Si ponemos un mayor miramiento en por qué elegimos unas calles en detrimento de otras, encontraremos que a veces no acortamos camino por no encontrarnos con el abusador de la familia, o que hemos preferido tomar aquel otro porque una vez tuvimos una experiencia desagradable en aquella esquina o que hay zonas y barrios que nunca hemos visitando porque las mujeres de nuestro entorno nos contaron historias que se nos quedaron grabadas en la memoria.
El miedo, los abusos, las violaciones, las restricciones corporales que tenemos que adquirir para andar por la calle, los mal llamados “piropos”, las piernas abiertas de un hombre en un autobús ocupando todo el espacio, etc. etc. hacen que todavía muchas sintamos —por mucho empeño y voluntad que le pongamos— que hay actitudes y acciones destinadas a que nos sintamos incómodas y violentadas en los espacios públicos.
No es lo mismo correr que correr, andar que andar, vivir que vivir… y, sin embargo, seguir saliendo y ocupando las calles, seguir gritando y habitar en compañía y con amigas los lugares que nunca nos atrevimos a pisar, sigue siendo más deseable que el miedo en el cuerpo que nos intentan meter cada vez que se produce una violación o un asesinato como el de Laura Luelmo.
No queremos vivir con miedo pero tampoco vamos a recortar más nuestro espacio vital simplemente porque la mitad de la humanidad haya decidido que sólo hay sitio para una definición y una forma de estar en el mundo que excluye —por definición— a la otra. Como ha expresado en su cuenta de twitter la antropóloga Aída Bueno Sarduy:
“¿Cuántos de vosotros, HOMBRES, mientras os atáis las zapatillas para salir a hacer deporte consideráis la posibilidad de que una mujer se atraviese en vuestro camino y os mate? ¿Cuántos llamáis a un compañero para correr juntos por miedo a ser violados o asesinados por una mujer?”.
Y añado: ¿cuántos —cuando salís a andar o a correr— tenéis presente que esa experiencia no está siendo la misma para la mitad de la humanidad? ¿No va siendo hora ya de que reconozcáis que somos algo más que un tema de conversación que os incordia? ¿No va siendo hora ya de que os deis cuenta de que nuestro sentir y nuestras experiencias existen?
Puede que ése sea el primer paso que necesitamos para un andar más largo que verdaderamente valore nuestra compañía y nuestra presencia.

Unidos Podemos - Plataforma Ciudadana - ·  publico.es   Marisa Kohan

Menos populismo punitivo y más escuchar a las mujeres que denuncian para actuar antes de que sea demasiado tarde.
Menos jueces de la manada y más jueces que comprendan que si no es consentido es violación aunque la víctima, presa del pánico, no ofrezca resistencia.

Fascismo y Barbarie. Responsabilidad colectiva

Marisa Peña ·   18/12/2018
Todo cuanto ocurre en una sociedad nos compete a todos y cada uno de los que formamos parte de ella. Hanna Arendt, filósofa judeo- alemana, escribió mucho sobre el tema y sobre cómo el fascismo y su barbarie no fue sólo culpa de las autoridades fascistas. Cuando la barbarie se instala todos acabamos formando parte de ella, aunque no queramos. Recojo este texto del muro de Marta Navarro García.
Hannah Arendt, "Responsabilidad colectiva”, 1968: “No hay ninguna norma moral, individual y personal de conducta que pueda nunca excusarnos de la responsabilidad colectiva. Esta responsabilidad vicaria por cosas que no hemos hecho, esta asunción de las consecuencias de actos de los que somos totalmente inocentes, es el precio que pagamos por el hecho de que no vivimos nuestra vida encerrados en nosotros mismos, sino en nuestros semejantes, y que la facultad de actuar, que es, al fin y al cabo, la facultad política por excelencia, sólo puede actualizarse en una de las muchas y variadas formas de comunidad humana”.
Es tarea de todos acabar con la barbarie machista como buenamente podamos, si no lo hacemos, si miramos para otro lado, si nos desentendemos, seremos cómplices. Gracias a todos los hombres que estáis, respetáis y comprendéis. Gracias compañeros.


©Marisa Peña, Nos queda la palabra

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OTRO ASUNTO EN PERROFLAUTAS DEL MUNDO:  "La gente en España aún se muere mal, aullando"

 

 

Noticia q provocaría la ilegalización de un partido y la detención inmediata de todo un Gobierno

 

Poesía o Barbarie. Feminismo y polipoesía en el Teatro del Barrio, 22 y 23 dic.

Poesía o Barbarie .   17/12/2018
Feminismo y polipoesía en el Teatro del Barrio.
sábado 22 de diciembre: Alejandra Martínez de Miguel. y domingo 23 de diciembre: Los Peligro.
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OTRO ASUNTO EN PERROFLAUTAS DEL MUNDO:  Tú también eres el asesino de Laura, de Raúl Solís y +