octubre 18, 2025

Un alarmante fenómeno tiñe de naranja los ríos del Ártico y los científicos advierten sobre los niveles de toxicidad

 Mariela de Diego   Meteored Argentina   16/9/2025

El deshielo del permafrost en Alaska está liberando metales pesados que alteran el color y la pureza de los ríos, y ponen en riesgo la vida acuática y las comunidades locales.

Investigadores recolectan muestras de agua en Alaska para analizar la concentración de metales pesados.



En las remotas tierras de la cordillera Brooks, en el norte de Alaska, los ríos que hasta hace poco eran claros y puros tienen ahora un color anaranjado y turbio. Este alarmante fenómeno responde al deshielo del permafrost, según sostiene la investigación publicada la semana pasada en la revista PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences)

El ecólogo Paddy Sullivan, de la Universidad de Alaska, fue uno de los primeros en notar este cambio en 2019. Mientras realizaba investigaciones sobre el desplazamiento de los bosques árticos, observó que el río Salmon no se había aclarado tras el deshielo y parecía tener aguas residuales. Alarmado por lo que vio, Sullivan unió fuerzas con otros investigadores para estudiar las causas y consecuencias ecológicas de este fenómeno.

El equipo de investigación, liderado por Tim Lyons, biogeoquímico de la Universidad de California, analizó las aguas del río Salmon y confirmó que el descongelamiento del permafrost estaba desencadenando reacciones geoquímicas que oxidan rocas ricas en sulfuros como la pirita, generando acidez y movilizando una amplia gama de metales hacia el río.

El proceso químico detrás del cambio

El permafrost es la capa de suelo que permanece congelada de manera continua durante años -en muchas regiones, miles de años-. Actúa como reservorio natural de minerales y metales pesados. Cuando este suelo congelado se descongela, minerales como la pirita (un sulfuro de hierro) quedan expuestos al agua y al oxígeno.

Este contacto provoca una reacción de oxidación que genera ácido sulfúrico. El ácido resultante disuelve metales como hierro, cadmio y aluminio, liberándolos en los ríos y cambiando su color a anaranjado. Este proceso es similar al drenaje ácido de minas, pero ocurre de forma natural y sin intervención humana directa.

La diferencia radica en que, en este caso, el agente desencadenante es el aumento de las temperaturas debido al cambio climático, que acelera el deshielo del permafrost.

Los investigadores advierten que, en las minas, el drenaje ácido puede controlarse con barreras o sistemas de contención. En cambio, en estas cuencas hidrográficas existen decenas o incluso cientos de focos de contaminación, y la posibilidad de contar con infraestructura de mitigación es inviable.

Una vez que comienza el proceso químico, lo único que puede detenerlo es la recuperación del permafrost. Esto convierte el fenómeno en un cambio irreversible impulsado por el calentamiento del planeta.

Impacto ecológico y biológico

La liberación de estos metales en los ríos tiene consecuencias devastadoras para los ecosistemas acuáticos. Concentraciones elevadas de metales como el cadmio son tóxicas para la vida acuática. Afectan a especies como el salmón chum, el tímalo y el tímalo Dolly Varden. Los metales se acumulan en los órganos de los peces y pueden afectar a animales que dependen de ellos, como osos y aves.

Además, el aumento de la turbidez del agua reduce la penetración de luz en el fondo de los ríos, lo que afecta a las larvas de insectos que son alimento esencial para los peces. Todo esto altera la cadena alimentaria y pone en riesgo la biodiversidad de la región.

El fenómeno no se limita al río Salmon. Otras investigaciones han identificado ríos y arroyos en diversas partes del Ártico que también han cambiado de color debido al deshielo del permafrost. Los científicos advierten que, si el calentamiento global continúa, este proceso podría extenderse a otras regiones y afectar a más ecosistemas y comunidades.

El deshielo del permafrost en el Ártico está revelando una faceta oculta y peligrosa del cambio climático. La liberación de metales pesados en los ríos no solo altera su color, sino que pone en riesgo la vida acuática y las comunidades que dependen de estos ecosistemas. Es esencial que se realicen más estudios para comprender el alcance de este fenómeno y desarrollar estrategias para mitigar sus efectos.

No un plan de paz sino el plan de Trump para su país y su satélite, Israel. CARNE CRUDA 



octubre 17, 2025

Acceso Hoya Coberteros y Hoya San Blas-Corte de Pinos-Acercamiento Risco San Pedro, 3/10/2025

 Las fotos llevan una explicación y al relato lo precede un *asterisco. Lo copiado aparece "entrecomillado". Para VER las FOTOS, sus detalles, DEBEN AGRANDARSE clicando sobre ellas. Crónica vez anterior que hicimos este recorrido: Hoya S Blas-Pinar-Intento 5º subida Risco S Pedro-Portilla, 4/12/2024      https://paqquita.blogspot.com/2024/12/hoya-de-san-blas-pinar-intento-quinto.html

1.-  Vista atrás. Tras cruzar la puerta de acceso. Cara Este de La Pedriza, a derecha.

* Es viernes. Estamos en la vía pecuaria, del kilómetro 20, carretera que une Soto del Real y Manzanares El Real. Llegamos hasta el final de la vía, cerrada por una puerta metálica. Comenzamos a caminar a las 10h. 10´, traspasamos la puerta. Las moscas nos envuelven, nos acompañan hasta bien arriba, en la subida.

2.- Vista al frente y a izquierda. Pared de Santillana, izda. Cerro de los Hoyos, después

3. Mogote del Suicida-Pared de Santillana-Ricos de San Pedro-Cerro de los Hoyos

4.- Al frente. Abajo: Hoya San Blas. Arriba. Canal del Silencio, de La Najarra.

5.- Vista a izquierda. Collado de la Dehesilla y Hoya de Coberteros.

6.- Canal del Silencio, vista desde el pinar. Hoya de San Blas, abajo.

7.- Pilas de troncos, cercanas al cerramiento metálico para fauna salvaje.

8.- Las anteriores y más al fondo.

9.- Más adelante. Dos vehículos y más pilas de troncos. Tarea: Tala, Poda y Desbroce

* Encuentro en internet, teléfono: 609.073.785  

Teléfono ☎ 609073785. Dirección: Crta M507 Km 10600 Villamanta – Aldea del Fresno, Madrid 28610 

10.- Más adelante, vista atrás. Lo que era senda en diciembre 2024, ahora destrozada.

* Nuestra idea era subir por el pinar hasta arriba del todo, cercanos al Risco de San Pedro. Blas cambia de idea porque escucha gente trabajando en el camino. Más adelante ve dos corzos, que yo no veré porque salen huyendo.

11.- A izquierda del pinar. Murete de piedra que viene desde la Hoya de San Blas 

12.- Acercamiento.

13.- Risco de San Pedro, con brochazo blanquirosa.  

14.- Más cerca. 

* Por la zona del cauce seco escucho y veo un jabalí/ Sus scrofa  negro, tamaño mediano. Salta a otra roca y desaparece. Primera vez que veo un jabalí en la Sierra de Guadarrama, Pedriza incluída.

15.- Único hito visto hasta el momento.

16- Vía de acceso posible. Arriba: Risco San Pedro y su mancha.

* Blas intenta la subida por donde ya lo intentó otra vez. Tiene más acierto, la otra vez la piedra estaba húmeda. Desaparece de mi vista. Al poco, le imito y subo también. Le encuentro cerca de un acebo.

17.- A derecha: acebo con su frutos¡naranjas! siempre los vimos rojos  

Ilex aquifolium "fruto poco carnoso (drupa), globoso/elipsoidal centimétrico, de color verde en un primer tiempo y luego de un color rojo brillante o amarillo vivo, que madura muy tarde -hacia octubre o noviembre-" 

18.- En la subida.

19.- Más arriba.


20.- Vista a izquierda.Cobijo aireado.

* Continúa hacia arriba. La pendiente se acusa. Los cortes en la roca permiten agarrarse y seguir subiendo. Me siento en una sombra a izquierda, tiene más pendiente de lo que supuse. Continúo hacia arriba.

21.- Mirando a lo lejos. Cerro de San Pedro, a derecha.

22.- Al frente, punto en el que Blas desapareció de mi vista.


23.- Pequeña lagartija.


24.- Roca montada.

* Subo hasta donde vi a Blas desaparecer. Paso por la fisura y... de nuevo el Risco de San Pedro, en su jardín.
Aquí me quedo, ya no tengo más información. Pasado un tiempo aparece Blas por la izquierda, dice que estuvo poco más arriba.
Iniciamos la bajada. Hay un dicho en montaña: a veces es más complicado bajar que subir. En este caso será así, bajar la pendiente, tal cual, es difícil, ésta te lanza hacia delante. Utilizo mi estrategia límite, pongo el trasero en el suelo, las manos y pies también, y camino a cuatro patas, como las arañas. 


25.- A la salida del estrecho...


26.- De bajada.

* Bajado lo más empinado, nos ponemos a comer. Son las 15h y acabamos a la media hora. Iniciamos la vuelta.


27.- Rocas a izquierda y Risco al fondo.


28.- Buitre impertérrito.


29.- De nuevo en el pinar...


30.- Más abajo.

* En el pinar encontramos dos máquinas trabajando. En la de la izquierda  hay dos empleados con traje protector. Se nos acerca uno de ellos. Es del Este. Nos dice lo que están haciendo: cortar árboles secos, viejos y todos aquellos que los técnicos marquen. Al final añade: Y no vuelvan por aquí... mientras estemos trabajando. No, no volveremos hoy.

MÁS INFORMACIÓN:   
ELCONFIDENCIAL.COM


31.- Maquinaria trabajando.


32.- Otra más abajo y a derecha.


33.- Antigua cantera. Cerca hay otras más.


34.- Puerta de acceso a las hoyas, saliendo.  Fin vía pecuaria. Hora llegada: 18h.                               Texto cartel: Nadie ve el mundo como tú lo ves.

DATOS  de  INTERÉS: 16 kms, 720 metros de Desnivel. Tiempo neto: 7h. 20´

PAQUITA




octubre 16, 2025

Buitres: la majestuosidad de un ave con una fama inmerecida

Sergi Alcalde   6/9/2025

Desde tiempos remotos, estas aves carroñeras han contado con una infausta reputación. Sin embargo, cabe recordar que son imprescindibles para la salud de los ecosistemas en los que habitan.




En la llanura del Serengeti, en Tanzania, un buitre dorsiblanco africano se abalanza sobre el cadáver de un ñu, dando lugar a un espectáculo que parece sacado de una película de terror: hunde su cabeza en su cuenca ocular para más tarde, valiéndose de su lengua, sorber con ahínco toda la sustancia que pueda.

Un congénere hace lo propio introduciendo su pico en las fosas nasales del antílope, mientras que otro ataca por el lado contrario. Una escena que a todas luces merecería el cartel de precaución de ‘contenido sensible’ en cualquier red social. Pero, por muy desagradable que nos pueda parecer a los humanos, cabe recordar que la actividad de estas aves carroñeras presta un servicio esencial, aunque invisible, a la naturaleza.

Y es que los buitres reducen el número de cadáveres en estado de descomposición, algo especialmente útil para evitar la propagación de enfermedades. Para ello, se valen de un aliado imbatible: su poderoso sentido del olfato, lo que les confiere una importante ventaja competitiva sobre otras aves carroñeras.  

Pero ser un buitre no es una tarea fácil. A pesar de su tamaño y fuerza, estas carroñeras se enfrentan a una fama infausta que en numerosas ocasiones las ha convertido en objeto de persecución. Y eso las ha llevado al límite. 

En la India, por ejemplo, la población de buitres más comunes se redujo en un 96% en solo un decenio, mientras que, según datos de la organización conservacionista SEO/Birdlife, a excepción del buitre leonado, las otras tres especies que prosperan en nuestro país (alimoche, quebrantahuesos y buitre negro) se encuentran en peligro.

A los buitres no solo les afectan los cambios en los ecosistemas. En 2003, un equipo de investigadores de la ONG conservacionista Peregrine Fund descubrió que la elevada mortandad de estas aves estaba directamente relacionada con un enemigo invisible, pero letal: el diclofenaco, un fármaco prescrito en humanos para el tratamiento de artritis y dolencias similares que en 1993 se aprobó también para uso veterinario.  Inocuo para otras especies, es mortal para los animales que se alimentan de sus cadáveres, como es el caso de los buitres.

Este no es el único peligro que acecha a estas rapaces. Un estudio reciente elaborado por técnicos de la Estación Biológica de Doñana, junto a cinco institutos de investigación y centros universitarios, desvelaba otro dato preocupante: las poblaciones de buitres se estaban reduciendo significativamente como consecuencia del estrés y el envejecimiento celular.

¿La causa? Los estragos provocados en el metabolismo de estas aves por la intervención humana en parte de su área de distribución, así como la alta densidad de población en algunas zonas de la península. 

Por suerte, no todo son malas noticias. La intensa labor de los conservacionistas está devolviendo a los buitres al lugar que les corresponde. Un ejemplo de ello es el Programa de Reintroducción del Quebrantahuesos, cuyo éxito ha posibilitado que estas aves majestuosas vuelvan a surcar los cielos de Andalucía, un territorio del que habían desaparecido desde 1987

Hoy, con motivo de la celebración del Día Mundial del Buitre, deberíamos recordar que, aunque no nos parezcan las aves más bellas del mundo, la majestuosidad del buitre no solo se manifiesta en su imagen, sino también en su imprescindible función ecológica. Al final, eso es lo que realmente importa.