septiembre 02, 2023

El océano como una gran autopista de datos: el 99% de la información de Internet se mueve por el fondo marino, de Laura Rodríguez

 Laura Rodríguez   3 de abril de 2023 

El océano es una gran autopista de datos que está creciendo. Cada vez que usamos Internet en nuestros móviles y ordenadores, toneladas de información –o de gigabits o terabits para ser más correctos–, viajan a través de la red de cables que atraviesan el fondo marino conectando los continentes. Los satélites –tan populares en nuestro imaginario de ordenadores portátiles, tabletas o telefonía móvil– solo transmiten el 1% de los datos internacionales en Internet; el otro 99% se mueve a través de la fibra óptica que descansa en el fondo marino o yace enterrada en algunos puntos de nuestras costas.


Este mapa de la compañía de investigación de mercado de telecomunicaciones Telegeography muestra con todo detalle el recorrido de estos cables bajo el agua. “En total, hoy en día hay unos 530 activos o en proceso de instalación que recorren alrededor de 1,3 millones de kilómetros de suelo marino”, explican en la compañía al preguntarles sobre los datos; “aunque las cifras exactas varían, pues las instalaciones entran en servicio o se desactivan constantemente”.

Los puntos rojos son los puertos de llegada, es decir, los lugares cerca de la costa donde la información recala para ser distribuida en ese continente. Los satélites solo se usan para llegar a localizaciones remotas o para transmitir información desde una fuente a múltiples localizaciones; si no, los datos viajan a través de los cables de fibra óptica, mucho más rápidos y baratos de fabricar y operar.

Cuando hablamos desde un teléfono móvil, la señal solo es inalámbrica desde nuestro aparato hasta la primera antena de telefonía móvil; luego, los datos se mueven a través de cables terrestres, o para conexiones entre continentes, por debajo del océano. El mar, por tanto, está cada vez más lleno de cables. Desde el primero que se instaló en 1850 entre Irlanda y Terrranova, en Canadá, estos han ido aumentando, primero por el uso del teléfono y más tarde con Internet. Se colocan utilizando barcos que se adaptan específicamente para este propósito, transportando y posicionando lentamente la infraestructura en el fondo del mar. Son navíos especiales que pueden transportar miles de kilómetros de cable óptico mar adentro. También se utiliza un arado submarino para enterrarlos más cerca de las costas, donde las actividades navales, como el fondeo y la pesca, son más frecuentes y podrían dañar estas infraestructuras (...)

Ropa de fibras sintéticas o naturales: ¿cuáles son más sostenibles?, de Darío Pescador

 Darío Pescador     4 de julio de 2023 

La industria mundial de la confección es inmensa. En 2022, el mercado mundial de ropa y calzado tenía un valor de dos billones de dólares en ventas anuales, y se espera que en 2030 la producción anual alcance los 102 millones de toneladas de prendas, valoradas en 3,3 billones de dólares. China, que es el mayor importador y exportador de prendas de vestir del mundo, representa alrededor del 30% de la producción mundial de estas.

Esta producción, alimentada por tendencias como el fast fashion y el ultra fast fashion (moda rápida y ultrarrápida), ambas basadas en prendas de baja calidad que duran poco tiempo y son reemplazadas, genera una enorme cantidad de desechos y consume grandes cantidades de recursos y energía.

Cada año, 92 millones de toneladas de prendas acaban en vertederos. Esto es el equivalente a un camión de basura lleno de ropa cada segundo. Según la ONU, la ropa es responsable de entre el 2 y el 8% de las emisiones de CO2, y el segundo sector más contaminante del agua. Si te preocupa el agua necesaria para tener un filete de vaca, debes saber que unos vaqueros necesitan mucha más, unos 7.500 litros por prenda. 

¿Natural o artificial?

De todas las prendas producidas en el mundo, un 70% están hechas con fibras sintéticas, con el poliéster representando un 54% del total. Siguen las prendas de algodón, que palidecen en comparación con un 22% de las prendas del mundo.

La cifra de prendas sintéticas ha aumentado drásticamente desde la década de 1960. Esto quiere decir que, en la actualidad, la batalla de la sostenibilidad se libra entre dos contendientes: el algodón y el poliéster.

El proceso de producción de las fibras sintéticas consume grandes cantidades de energía, contribuyendo significativamente a la emisión de gases de efecto invernadero.

Un estudio de 2017 publicado por la Fundación Ellen MacArthur reveló que la producción de poliéster produce casi tres veces más CO2 por kilogramo que la producción de algodón.

Las emisiones totales de gases de efecto invernadero de la producción textil, tanto de fibras sintéticas como naturales, son de 1.200 millones de toneladas anuales, superiores a las de todos los vuelos internacionales y el transporte marítimo juntos.

Pero esto no quiere decir que las fibras naturales, como el algodón y la lana, estén exentas de impacto medioambiental. Según la ONU, el algodón representa el 2,1% de la tierra cultivable del mundo y sostiene a 100 millones de familias pero, a cambio, consume el 24% de los insecticidas y el 11% de los pesticidas mundiales, y su cultivo se califica como insostenible por la WWF.

El algodón es el mayor consumidor de agua de todos los productos agrícolas. Las aguas superficiales y subterráneas suelen desviarse para regar los campos de algodón, lo que provoca pérdidas de agua dulce por evaporación y una gestión ineficaz de este recurso.

La sostenibilidad de una prenda de vestir no se limita a su producción. Según el citado informe de la Ellen MacArthur Foundation, el lavado de ropa sintética puede liberar hasta 500.000 toneladas de microfibras al océano cada año.

Las iniciativas como las bolsas de lavado que capturan microplásticos y la promoción de temperaturas de lavado más bajas pueden ayudar a mitigar este problema, pero su uso no está muy extendido.

Las fibras semisintéticas, como el rayón y la viscosa, derivadas de recursos naturales pero transformadas químicamente, están ganando popularidad. Aunque su producción aún requiere energía y productos químicos, generalmente consumen menos agua que el algodón y liberan menos CO2 que el poliéster.

El sector de la moda está explorando nuevas formas de abordar estos desafíos. Según la Asociación de Ropa Sostenible (SCA), en las recomendaciones a sus miembros, la innovación en materiales, como el uso de algodón orgánico que reduce la dependencia de pesticidas y agua, el desarrollo de fibras sintéticas recicladas y nuevos materiales como el cuero a partir de fibras vegetales, son los avances que podrían reducir el impacto ambiental de la ropa que llena nuestros armarios.

¿Cuántas veces te pones esos pantalones antes de tirarlos?

Además, se está prestando cada vez más atención a la vida útil de la ropa. A medida que aumenta el número de unidades producidas, disminuye el número de veces que la gente se pone sus prendas antes de tirarlas. Si en el año 2000 una prenda se usaba 200 veces de media, el número de veces que se usa una prenda ha disminuido un 36% en 15 años.

Según la ONG británica WRAP, aumentar la vida útil de la ropa de dos a tres años reduciría las emisiones de carbono, el agua y los desechos en un 20-30%. Esto destaca la importancia de la durabilidad y el cuidado de las prendas, independientemente del tipo de fibra.

Es esencial considerar los sistemas de producción y los modelos de negocio. Un estudio realizado en China en 2021 sugiere que un enfoque en la economía circular, que promueva la reutilización y el reciclaje, puede ser fundamental para mejorar la sostenibilidad de la industria textil.

Los modelos de negocio que favorecen el alquiler de ropa, la segunda mano y el reciclaje están emergiendo, desafiando el paradigma de la moda rápida y de usar y tirar. La ONU cita a algunas marcas, como EcoAlf, que fabrica a partir de basura de plástico, o Nudie Jeans, que fabrica vaqueros con algodón sostenible y ofrece reparaciones gratis de por vida (...)



septiembre 01, 2023

Picos Europa 2023. Fiesta del agua. Cordiñanes-Posada: "Área recreativa", Centro Interpretación Picos Europa. Llanos: Teatro, 16 y 17/8/2023

 Las fotos llevan una explicación y al relato lo precede un *asterisco. Lo copiado aparece "entrecomillado". Las fotos son mías y de Álvaro y Blas, en éste caso lo pongo. Para VER las FOTOS, sus detalles, DEBEN AGRANDARSE clicando sobre ellas. Crónica día anterior   https://paqquita.blogspot.com/2023/08/picos-europa-2023-santa-marina-de.html


1.- Río junto a merendero.

* El día 16, miércoles, lo dedicamos al relajo.


2.- Vistas hacia el otro lado del Río Yuso.


3.- Disfrutando en compañía.


4.-  Embalse de Riaño, muy bajo, y sus cimas aledañas.


5.- Foto de Blas. 18h. 43´. 


6.- Día 17, jueves, puente sobre el Cares.

* El 17 Álvaro madruga para subir al Llambrión. Según nos dijo, a la tarde, comenzó a caminar a las 8 de la mañana. Partió, como otra vez, de algo más arriba de Santa Marina de Valdeón. Va sólo, Ana no ha venido esta vez y no es fácil encontrar compañeros de ruta con el mismo nivel de exigencia que el tuyo.
Nosotros optamos por acercarnos andando a Posada, donde hoy mismo inauguran un Centro de Interpretación de Picos y un grupo de teatro escenifica una obra basada en Alicia en el País de las Maravillas, esto en Los Llanos de Valdeón, muy cerca.  


7.- Camino de Cordiñanes a Posada. Centro dcha.: Torre de la Palanca.


8.- Vista ampliada, desde más arriba. Picos de Europa


9.- Plano esquemático de lo visto. Torres: Palanca, Torre del Llambrión y Friero.


10.- Misma vista, incansable vista. Abajo: Cordiñanes.

* Crónica del mismo día. Recorrido de Álvaro: Picos Europa 2023. Álvaro. Torre Llambrión, por Torre Casiano, 17/8/2023   https://paqquita.blogspot.com/2023/09/picos-europa-2023-alvaro-torre-de.html


11.- El  río Cares, de nuevo. Dos patos en imagen. Había otros dos.


12.- "Área recreativa" antes de entrada a Posada.


13.- Dos hórreos de Posada. Valle de Valdeón


14.- Mural Centro de Interpretación de Picos de Europa inaugurado d.d.


15- Cráneos de rebecos cantábricos.


16.- Necrópolis descubierta durante los trabajos de excavación del centro.


17.- Teatro en Los Llanos. comienzo: 19h.


18.- Acabando la función.


19.- Varones de Posada jugando a los bolos.


PAQUITA

agosto 31, 2023

Última llamada desde el Amazonas, de Rosa Castizo (31/8/2019)

 Rosa Castizo

Experta en sostenibilidad —

Al rescate del amazigh, la lengua de los primeros pobladores de Canarias, de Silvia Álamo

Silvia Álamo

Las Palmas de Gran Canaria —
“Rompa mi voz tu conciencia, al despertar de la herencia que a nosotros nos legaron, aquellos que antes lucharon con coraje y persistencia”. Los versos del escritor aruquense José Juan Sosa son una fiel ilustración del sentir a lo largo de la historia del pueblo canario. Las voces de los primeros pobladores resuenan con fuerza en nuestra memoria y nos ayudan a escribir un futuro que se agarra al recuerdo de quienes pusieron las primeras huellas en las conocidas como Afortunadas. Conocer el origen y la cultura de nuestros ancestros ha sido uno de los grandes empeños de los canarios. La lengua y la forma de comunicarse fueron una de las manifestaciones más importantes. Afortunadamente, hoy en día la lengua amazigh sigue viva, candente y al alcance de quien desee conocerla.

Los amazighes, conocidos popularmente como bereberes, son las poblaciones autóctonas del norte de África. Habitaron un amplio territorio que abarca desde Egipto occidental hasta Canarias y juntos comparten raíces, rasgos culturales y lingüísticos. La historia de las Islas no se puede entender sin la ascendencia amazigh, de la conquista del Archipiélago por parte de los castellanos surgió un nuevo pueblo fruto del cruce de razas entre europeos e indígenas. El resultado es latente, el sentimiento nacionalista canario cala con más fuerza en la sociedad isleña que en otras regiones españolas.

Rumén Sosa es un joven canario que en su día a día lucha por recuperar y conocer un poco más los orígenes de los canarios. Es profesor de Geografía e Historia de secundaria y está trabajando en su tesis doctoral el proceso histórico de la desaparición de las hablas amazighes de Canarias, conocidas popularmente como lenguas guanches, lo que le llevó a estudiar el amazigh durante un año en Marruecos. “Siempre me han gustado los idiomas y la historia, pues al final se unió todo”, cuenta. “Es una forma de entender mejor nuestra historia y un patrimonio del que la gente no es consciente”.

La lengua de los antiguos canarios se continúa hablando en pequeñas minorías de Egipto, Libia, Túnez, Níger, Malí, Mauritania, Argelia y Marruecos, estos dos últimos países son los que más hablantes tienen y los que la reconocen como lengua oficial. Sosa cuenta que, desde hace una década, el amazigh está en fase de institucionalización, incluso ya se ha comenzado a estudiar en algunos centros de enseñanza. Afortunadamente, se está construyendo una lengua escrita. Antes solo era oral.

El joven ve inconcebible que desde las Islas se sienta como “algo lejano” cuando cada día decimos nombres de lugar, de personas y algunas palabras de nuestra habla común que provienen de esa lengua. “Gofio, tenique, baifo o jaira son algunas de ellas”, enumera. Los topónimos abundan y son fáciles de identificar ya que no tienen sentido en español: Telde, Agaete, Tejeda, Artenara, Fataga, Arguineguín, Arinaga, etc. Además de algunos apellidos que, “por circunstancias especiales se pudieron conservar”, ya que tras la conquista a los canarios se les bautizó con apellidos castellanos o portugueses. Oramas, Baute o Bencomo son algunos de los que permanecen (...)