José Luis Sanz Zapata · eldiario.es MALTRATO ANIMAL...
Durante una montería: una jauría que vive largas jornadas y meses
inactiva y aburrida a la que se suelta en pos de una presa en una
actividad frenética que los lleva a un nivel altísimo de excitación en
el que casi el único objetivo es cumplir con el adiestramiento ignorando
el peligro. "Van ciegos", coinciden los expertos en comportamiento
animal.
Las rehalas aúnan una vida aislada de poca socialización con picos de máxima excitación que les impide ver el peligro, explican los expertos en conducta animal
La combinación es "deplorable" para su psicología, abundan. Los rehaleros insisten en su "amor extremo" por sus perros: "Quien no lo ha vivido no lo entiende"
Aunque el vídeo ha erosionado la imagen de la caza, sus asociaciones han logrado que Andalucía y Extremadura sopesen que la rehalas sean Bien de Interés Cultural
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