Os digo que, me gustaría, ya ves, me gustaría, que, de cuando en cuando, me saludárais. Simplemente eso, y ya, excediéndome un poco, opinárais, corrigiérais, ampliárais lo que buenamente os pareciera.
¿Y porqué digo yo esto ahora? Quizás necesite alimentar, aún más, a mi ego, quizás me guste la comunicación ¿porqué sino estoy aquí? quizás necesite enamorarme de vosotros a través de vuestras palabras, quizás... no sé, el caso es que me gustaría conoceros algo.
Hagáis lo que hagáis, os deseo buen día a todos/as.
PAQUITA
7 comentarios:
Hola Paquita, perdona que últimamente aunque me he pasado por aquí no te he dejado ningún comentario, he estado un poco descentrada de aquí para allá, pero entiendo perfectamente lo que dices, a mi cada vez que alguien me deja un comentario me hace también tanta ilusión, es lo que tú dices, al final esto es una forma más de comunicación, y si no es en ambos sentidos no funciona...
Un beso enorme.
Pues yo me anoto.
Yo también estoy algo loca y con ansias de hablar, hablar, hablar, postear, comentar de lo humano y lo divino, del amor, del desamor, de lo que nos rodea, de lo hoy nos aqueja y de todas aquellas cosas que aún no han llegado, pero que están por venir...
Un gusto conocerte,.
Pamela
Tras ese llamado y algunas promesas, ¿quién se resiste a escribir? ¿se puede escribir en varios blogs a la vez y no estar loco?
epv
Queridísima Paquita,
Quieres sugerencias? Te las tomarás bien? Porque lo último que quisiera es que me interpretaras mal.
Me gusta leer tus crónicas, lo sabes, no me he perdido ninguna. Pones en ellas mil detalles, pero no estás hablando, estas escribiendo y hay detalles, que a mi juicio, cuidado, a mi juicio, no son necesarios. Creo que los posts que tienen “más éxito” son aquellos que en pocas palabras dicen mucho y dan espacio al lector para imaginar otras cosas que quizás han pasado o quizá no, pero dan vía a la imaginación, le hacen partícipe de lo que se cuenta. También es cierto que, si el escrito es corto, invitas más fácilmente al lector a que te diga alguna cosa.
Es cierto que nos gusta que comenten, alimenta el ego, tienes razón, pero no deberíamos escribir por eso. Deberíamos escribir porque organizamos el pensamiento, porque echamos los “demonios” fuera, porque revivimos momentos que han sido dignos de ser eternizados sobre el papel, en la pantalla y sobre todo en nuestras mentes y en ese ejercicio, las historias, lo que hemos vivido se convierte en algo nuestro.
No le podemos exigir a la gente que entienda lo que nos pasa a diario. Nuestras soledades, nuestras cuitas son sólo nuestras aunque se agradece si las captan. Bien sabes que cuando escribimos, a veces, ponemos en nuestros escritos tanta pasión que no todo el mundo, no sólo no sabe, sino que no puede leer todo aquello que hay detrás de lo que escribimos.
Hay gente, observo, que necesita mil comentarios y te nombraría algún blog, pero no lo haré. Cuando recibo comentarios de esas personas, paso por sus escritos, porque soy cortés, o quizá como diría una de mis hijas porque tengo “una educación burguesa” y tengo la cortesía metida en vena. A estas alturas, será difícil remediarlo por muy de izquierdas que sea. Me desvío, perdona!
Yo no quiero mil comentarios porque soy incapaz de leer mil blogs con esa profundidad que a mí misma me exijo. Me gusta, cuando escribo, que lean y participen de lo que les digo, me gusta poder engancharme a lo que leo y para eso tengo que elegir, exceptuando esas visitas de cortesía a los que “pasan por ahí” para decir "hola!" sin más, sin hacer el esfuerzo de hacer este intercambio intelectual o afectivo.
También tengo que decir que muchas veces leo a gente que no les escribo, que no les comento, porque suelo ser muy fiel a mis lectores y no quiero que la poligamia afectiva me devore. Tengo que continuar con cierto nivel y si no puedo con todo dejo el escrito sin comentario.
Escribir, aunque lo hagamos público, es un ejercicio íntimo y no nos debiera importar si nos comentan o no. Y recuerda: “lo bueno si breve, dos veces bueno”.
Algún día tomando un café te diré más cosas pero entiéndelas con todo el cariño, porque así han sido escritas.
Menudo rollo me ha salido y yo haciendo alarde de la brevedad… Qué contradictorios somos!
Besos,
Clarissa estoy de acuerdo en todo lo que dices sobre el ejercicio de la escritura, su fin principal, ya lo dije en mi especial declaración de intenciones de meses atrás, a saber: lo hago primeramente para mi memoria, segundo para mi divertimento y, además, si con ello consigo divertir, entretener, ayudar a alguien, bienvenido sea.
Yo me estaba refiriendo a gente, que sé que me lee y que no tiene blog, que me gustaría que se hiciera visible aunque sólo fuera "de higos a brevas"
Os aprecio. PAQUITA
Pues me imagino que hasta eso debemos saber respetar. Quien no se hace visible, algún motivo tendrá. Ten paciencia y sé tu más lista... ;)
Besos, querida,
Mi invisibilidad se ha debido en este caso a que he estado fuera desde el Jueves. No obstante , confieso que a veces paso de puntillas. Solo dejo algo, cuando realmente pienso que debo decirlo. El caso es que entiendo que a veces es ingrato pasarse un tiempo trabajando en algo que luego recibe una acogida vamos a decir, fria...
Cuando me ha pasado esto, que me ha pasado bastantes veces, lo que he pensado es que lo importante no es el refuerzo del comentario, sino si disfruto o no trabajando en una historia, en una experiencia o en un recuerdo.
Entiéndeme, a mi me encanta que la gente comente, de veras,...pero cada vez que publico un post, es como si perdiera algo, como si me quedara solo y dejara que algo mio se pierda hay entre las líneas.
Coincido con Clarissa en señalar que la brevedad, la síntesis, es de las cosas que más cuesta. Y en este medio es toda una virtud que ella si tiene y de la cual nosotros debemos tomar nota.
Por lo demas te animo sobre todo, a que abras las puertas a tu corazón. Los post que más me han gustado son aquellos en los que hasdejado atras a la cronista para que hablara la mujer con sentimientos y experiencias. Porque ahí es seguro donde tienes mucho, mucho que decirnos. Estoy seguro.
Besos Paquita, y ánimos para seguir esta aventura diaria de escribir.
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