agosto 24, 2024

Günther Anders: «l’obsolescence de l’homme» 1956

RECIBIDO de Carlos, de Menorca, el 22/8/2024 

“Para reprimir de antemano cualquier revuelta, es importante no recurrir a la violencia. Los métodos arcaicos como los de Hitler han quedado claramente desfasados.

Bastará con crear un condicionamiento colectivo tan poderoso que ni siquiera la idea de rebelarse surgirá de la mente de los hombres.

Lo ideal sería formatear a los individuos desde su nacimiento limitando sus capacidades biológicas innatas.

Luego se continuaría el condicionamiento reduciendo drásticamente el nivel de calidad de la educación para convertirla en una forma de inserción laboral.

Un individuo inculto sólo tiene un horizonte de pensamiento limitado y cuanto más su pensamiento está circunscrito a preocupaciones materiales y mediocres, menos puede rebelarse.

Hay que conseguir que el acceso al conocimiento sea cada vez más difícil y elitista… que se ensanche la brecha entre el pueblo y la ciencia, que la información destinada al gran público quede anestesiada de cualquier contenido subversivo. Sobre todo nada de filosofía.

También en este caso debemos recurrir a la persuasión y no a la violencia directa: difundiremos masivamente, a través de la televisión, entretenimientos que adormecen la mente, halagando siempre lo emocional, lo instintivo.

Ocuparemos las mentes con lo que es fútil y lúdico. Es bueno charlas y músicas incesantes para evitar que la mente  reflexione.

Pondremos la sexualidad en el primer plano de los intereses humanos.

Como anestesia social, no hay nada mejor. En general, se hará de tal manera que se destierre la seriedad de la existencia, se ridiculice todo lo que tenga un alto valor, se mantenga una constante apología de la ligereza; para que la euforia de la publicidad, del consumo, se convierta en la norma de la felicidad humana y en el modelo de la libertad.

El condicionamiento producirá así  por sí solo  una tal integración que el único miedo (que habrá que mantener) será el de ser excluidos del sistema y no poder acceder así a las condiciones materiales necesarias para la consecución de la felicidad.

El hombre de masa, así producido, debe ser tratado como lo que es: un producto, un ternero, y debe ser controlado, como debe ser controlado un rebaño.

Todo lo que permita adormecer su lucidez, su espíritu crítico, es socialmente bueno; todo lo que pueda despertarlo debe ser combatido, ridiculizado, sofocado…

Cualquier doctrina que cuestione el sistema debe ser calificada antes que nada de subversiva y terrorista, y quienes la apoyen deben ser tratados como tales.

Sin embargo, se observa que es muy fácil corromper a un individuo subversivo: basta con ofrecerle dinero y poder”

Günther Anders

 «l’obsolescence de l’homme» 1956

"Tanto  Hannah Arendt como Günther Stern, perseguido por los nazis como colaborador de Bertolt Brecht, tuvieron que abandonar Alemania en 1933. Desavenencias de carácter motivaron finalmente el divorcio de la pareja en 1937; Stern emigraría entonces a Estados Unidos, donde ejercería diversos trabajos, desde docente de estética en Nueva York hasta obrero manual en Los Ángeles. De los años en Norteamérica extrajo las experiencias que constituirían el fermento de su obra maestra : Die Antiquierheit des Menschen (La obsolescencia del hombre), publicada a su vuelta en Alemania en 1956."

"En el idioma alemán hay una palabra común para poder y violencia: Gewalt. Y Günther Anders estudia sin pausa cómo la técnica va ganando cada vez más poder (violencia) sobre el ser humano. Después de Auschwitz, Anders visitará Hiroshima. Para él, después de Auschwitz, el paso esperado de la ecuación poder-violencia. Escribe al piloto del avión encargado de evaluar el objetivo de la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima, Claude Eatherly, internado en un hospital de veteranos, un paria pero también una víctima. La correspondencia entre el filósofo alemán, el pacifista, y el aviador estadounidense fue publicada como Burning Conscience (Más allá de los límites de la conciencia). Un documento del miedo, de la irracionalidad, de la desesperación. A raíz de ese breve tomo, Günther Anders es calificado de "comunista" y "persona non grata" en los Estados Unidos."

"La tercera etapa estará dada por el sistema de la sociedad de consumo que no solo envenena el medio ambiente, los ríos, el mar, los bosques sino que divide al mundo en países en la opulencia y países en la miseria. Una sociedad de consumo que aplica la energía atómica para más autos, más armas, más cemento, más turismo, más idiotización con productos superfluos, pero al mismo tiempo más poder, mientras más violencia, más hambre, más subdesarrollo, más dependencia en los países no industriales. Y el mundo del "socialismo real" ante el temor de quedarse en definitivo atraso tecnológico - y además por su idolatría por la técnica- entregó también su alma al diablo del Estado atómico. Para Anders, las estaciones hacia el fin de la humanidad comenzadas con  Auschwitz (la destrucción sistemática y anónima del ser humano), con Hiroshima (cuando el ser humano se apercibió de que solo bastaba apretar un botón) se completa con Chernobyl (nombre representativo para Harrisburg, y todas las demás catástrofes ecológicas habidas en la última década) donde el hombre pierde el dominio sobre el poder-violencia y se auto-mata en un holocausto de irracionalidad, obstinada estupidez y avaricia."

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PERROFLAUTAS DEL MUNDO:   Alessio Figalli, matemático: "La inteligencia artificial no es inteligente. Simplemente aprende, no es creativa", Olga Agüero



agosto 23, 2024

CTXT. Carta a la comunidad 368 I Diego Delgado: El verano más fresco del resto de nuestras vidas

 27/7/2024

El verano más fresco del resto

de nuestras vidas

 

DIEGO DELGADO


Querida comunidad contextataria:

 

¿Qué tal estáis durmiendo estos días? Perdonadme la indiscreción, pero realmente me interesa saber si vosotros y vosotras también estáis experimentando una serie de malestares que solo puedo relacionar con la cada vez más nombrada ecoansiedad. Recuerdo con claridad haber pasado muchísimo calor en 2023; noches en las que no corría ni una pizca de aire y días asfixiantes incluso a cubierto del sol; recuerdo, también, pensar que estaba siendo el verano más caluroso de mi vida. Todo eso se repite ahora, con una preocupante salvedad: al ahogo físico que producen las temperaturas extremadamente altas le está acompañando una especie de angustia emocional ligada a las condiciones climatológicas que no me había rondado nunca antes.

       

        Que no se me entienda mal, la crisis ecológica lleva siendo un motivo de inquietud mucho –demasiado– tiempo para mí. La diferencia es que ahora ha superado esa barrera y se manifiesta en síntomas que terminan por afectar de forma directa a mi salud física y mental. El más evidente es el insomnio, de ahí la pregunta con la que no he podido evitar arrancar esta carta, pero no es el único. De hecho, creo que hemos normalizado de alguna manera las dificultades para dormir originadas por el calor, lo que ha despojado de potencia política a esta afección climática que sufrimos tantísimas personas. Así, la aparición de otros problemas derivados de la misma crisis global puede ayudar a reactivar la alarma social con respecto a la emergencia ecológica.

      

        Todo está en los memes, y esta no es una excepción: dos fotogramas de Los Simpson, uno encima del otro; en el de arriba se ve a Bart con gesto de estar pasándolo realmente mal, con la frase “Este es el año más caluroso de mi vida”; debajo aparece Homer, que toca el hombro de su hijo y le corrige, “Este es el año más frío del resto de tu vida”. Antes de toparme con esta imagen hace un par de días, ya eran varias las ocasiones en las que me había invadido una sensación de desesperación ante la posibilidad –iba a escribir “certeza”, pero por mi propia salud mental necesito dejar una puerta abierta al optimismo– de que esto solo vaya a peor. Ocurre siempre en momentos en los que el adjetivo “asfixiante” se materializa, con esa sensación de no estar introduciendo aire en los pulmones, de no poder respirar por la insoportable temperatura que ha alcanzado la habitación. Después de fantasear con mudarme a un pueblo remoto de cualquier lugar del norte de la Península o, siendo más realista, con meter la cabeza en la nevera para tomar un poco de aire que no esté a punto de estallar en llamas, llega esa oleada tan amarga: “Si este es el verano más fresco que voy a vivir, ¿qué va a ser lo próximo?”.

      

        De la mano de esas crisis momentáneas vienen otros elementos más constantes y, a mi modo de ver, más graves, que pueden resumirse con bastante precisión dentro de la categoría de la apatía. He comentado esta desgana vital en mi entorno y lo que he recibido es una comprensión total: “Sí, sé a lo que te refieres porque estoy igual”, “justo lo hablé el otro día con una amiga y tanto ella como su pareja están pasando por lo mismo”. De primeras, parece que la mera presencia del calor sirve para explicarlo. Estamos más cansadas porque hace más calor, punto. Pero basta con dedicarle medio segundo de atención a ese supuesto cansancio para ver con claridad que no es tal. Es preocupación, desesperanza, ansiedad. No apetece hacer nada porque la realidad nos pesa demasiado.

      

        La generalización de este malestar va a conducir, más pronto que tarde, a una situación insostenible, no me cabe la menor duda, y desde CTXT llevamos mucho tiempo trabajando para que, llegado el momento, las grandes mayorías sepamos hacia dónde apuntar en nuestras exigencias de cambio.

      

        El panorama mediático muestra una gran diversidad de formas de eludir las causas reales de esta emergencia climática. La creatividad con la que sus líneas editoriales zigzaguean para no señalar a los verdaderos culpables es tan variopinta como vergonzosa. El principal motivo es el de siempre: está feo morder la mano que te da de comer. Quienes riegan de capital –tanto público como privado– a televisiones, radios, periódicos y páginas web son también quienes, con la otra mano, entorpecen pactos climáticos, impulsan la criminalización de la protesta ecologista y, en general, se esfuerzan intensamente por poder seguir llenándose los bolsillos mientras destruyen el planeta.

      

        Este afán por proteger a los responsables de la gran crisis incluye a las dinámicas neoliberales que apuntalan el sistema. A nadie le hará falta rebuscar mucho en su memoria para encontrar artículos del tipo “Cuatro trucos para gastar menos agua en casa” o “Guía definitiva para reciclar tus basuras”. En un alarde de condescendencia que, como lectoras, debería resultarnos denigrante, se nos ofrecen pequeñas tareítas a realizar en nuestro día a día para luchar bien contra el cambio climático, siempre lo más alejadas posible de suponer un mínimo cuestionamiento crítico de la estructura que sostiene esa maquinaria destructora que conocemos como economía de mercado capitalista. Aquí no. En CTXT tratamos a nuestros lectores y lectoras como personas adultas con capacidad de sobra para revisar aquellos hábitos que verdaderamente pueden suponer un cambio significativo, sin caer en la individualización de un problema sistémico ni en el miedo a estar tocando fibras sensibles.

      

        El ejemplo perfecto en esta época del año es este artículo de Anna Pacheco, muy al hilo de su último libro, Estuve aquí y me acordé de nosotros, que no puedo recomendar más. El turismo, despojado de toda carga política, está considerado un derecho, parte de nuestra libertad –ay, ese palabro–; es más, para muchísimas personas es el único momento en el que pueden sacar la cabeza de la precariedad y, simplemente, vivir como los ricos. Simplemente, vivir, mejor dicho. Pero debemos cambiar el enfoque, en esto y en otras muchas cosas.

      

        Seguir formando parte de este improbable proyecto periodístico implica una revisión casi constante de hábitos, ideas y formas de ver el mundo. Tarea nada fácil, mucho menos cómoda, pero fundamental si queremos aspirar a sociedades más justas. Gracias por eso. Desde aquí solo podemos comprometernos a seguir en la misma línea, mordiendo todas esas manos que otros veneran.

      

        Mucho ánimo con el calor y la ecoansiedad. Ya queda menos para que se convierta en estallido social. 

Diego delgado

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agosto 22, 2024

La hora de la reducción de jornada, de Luis Cárdenas del Rey - Paloma Villanueva Corte

 Luis Cárdenas del Rey , Doctor en Economía   9 jul 2024

La reducción de jornada o más específicamente la reducción del tiempo de trabajo (RTT) ha sido una de las grandes medidas en política laboral, tradicionalmente reivindicada por el movimiento obrero, y que recientemente ha recobrado protagonismo. Las iniciativas como los proyectos piloto de reducción de jornada fomentados desde el Ministerio de Industria, pero también otros ejemplos como el proyecto impulsado desde la Comunidad Valenciana han supuesto pasos significativos en la aceptación y viabilidad de la medida. Todo ello, acompañado del empuje de la Four-Day Week Summit, que pretende aunar las posiciones de los agentes sociales para generar un consenso en torno a los beneficios, no sólo sobre la salud y la conciliación sino también sobre las variables macroeconómicas que de su implementación se derivarían. Así, llegó a recogerse en el acuerdo de Gobierno de Coalición la propuesta de reducción de la jornada laboral de forma escalonada hasta alcanzar las 37,5 horas en 2025, abriendo camino a futuras reducciones. Como en cada ocasión, se ha iniciado un amplio debate sobre sus posibles efectos macroeconómicos.

Si bien los beneficios en torno a la salud y la conciliación gozan de un gran consenso, los críticos con la RTT arremeten contra los efectos macroeconómicos. Se sostiene que, de no acompañarse de una reducción proporcional de los salarios, el aumento de los costes laborales será superior al aumento de la productividad lo que incrementará el coste laboral unitario (definido como los costes salariales nominales en relación con la productividad real). Este efecto, argumentan, contraerá los beneficios y conllevará a un aumento de precios de bienes y servicios por parte de las empresas para protegerse de la subida salarial. Como consecuencia, esa mayor inflación deteriorará las exportaciones netas (por la pérdida de competitividad) y perjudicará la demanda interna. Este argumento nos tiene que sonar familiar, es en realidad la crítica habitual a cualquier subida salarial.

La premisa fundamental detrás de esta teoría es que el aumento salarial sólo puede tener efecto negativo porque los salarios son contemplados únicamente como un coste para las empresas. Sin embargo, si se incorpora el hecho de que los salarios son la principal fuente de ingresos de la mayoría de consumidores se obtiene que incrementar los salarios reales no solo beneficia a los trabajadores individualmente, sino que también tiene efectos macroeconómicos positivos. Conviene analizar cada elemento del mecanismo causal por partes.

Primero, un aumento en los salarios reales implica un aumento del poder adquisitivo de los trabajadores. Dado que estos tienden a tener una propensión marginal al consumo más alta que los ingresos derivados del capital, esto se traduce en un aumento significativo de la demanda agregada de bienes y servicios, impulsando así la actividad económica.

Segundo, el incremento en la demanda interna no solo beneficia a sectores orientados al mercado interno, como el comercio minorista y los servicios, sino que también estimula la producción industrial y la inversión empresarial. Esto se debe en parte al efecto acelerador, que sugiere que un aumento en la demanda final de bienes y servicios estimula a las empresas a expandir la producción. Las empresas, ante una mayor demanda, tienen incentivos para invertir en la ampliación de su capacidad productiva para satisfacer la creciente demanda del mercado. Por ello, realizan inversiones en capital (instalaciones y equipamientos productivos) que a su vez estimulan la demanda de los sectores que producen bienes de capital.

Tercero, al efecto combinado de estos dos impulsos se le denomina el efecto multiplicador, el cual juega un papel crucial en este contexto. El mecanismo es realmente simple. Cada unidad adicional de gasto inicial genera un aumento de la producción. Este aumento de la producción provoca un aumento equivalente de la renta y de la renta disponible. Como la propensión marginal a consumir es positiva, el aumento de la renta disponible eleva aún más la demanda; lo cual vuelve a incrementar el gasto y así sucesivamente hasta que este ciclo de efectos encadenados se agota. Así, los aumentos en la demanda interna derivados de salarios más altos activan un ciclo de crecimiento donde la producción, la inversión y el empleo se refuerzan mutuamente, promoviendo así una expansión económica sostenida.

En síntesis, las economías en las que el aumento de los salarios tiene un efecto positivo sobre el crecimiento y el empleo se distinguen por varias características clave. En primer lugar, exhiben una propensión al consumo de las rentas del trabajo significativamente mayor que la propensión al consumo de las rentas del capital. Esto se debe a que los trabajadores, al tener salarios más altos, tienden a gastar una mayor proporción de sus ingresos en bienes y servicios, en comparación con los inversores que optan por ahorrar en mayor medida; lo cual reduce el efecto multiplicador.

En segundo lugar, la inversión en estas economías está menos ligada a la rentabilidad inmediata del capital provocada por los márgenes de beneficios y más influenciada por la demanda interna y las expectativas de crecimiento a largo plazo. Es por ello que para que ese aumento salarial no provoque tensiones inflacionarias es necesario que haya una ampliación de la capacidad productiva y una mejora de la eficiencia, para lo cual es necesaria una tasa elevada de reinversión de los beneficios que garantice la elasticidad de la oferta ante cambios en la renta y la demanda.

En tercer lugar, se trata de economías cuyos productos de exportación son poco sensibles al precio (baja elasticidad-precio de los bienes exportados) y los productos importados son poco sensibles al incremento de la renta disponible (baja elasticidad-renta en los productos importados).

La cuestión de si estas condiciones se cumplen no depende de supuestos apriorísticos ni axiomas indemostrables, sino de la evidencia empírica disponible. En una serie de trabajos hemos encontrado de manera sistemática, utilizando distintas metodologías, fuentes de datos y períodos de análisis, que estas condiciones se cumplen para el caso de la economía española.

Finalmente, es importante destacar que un aspecto central es aplicar medidas generales al conjunto de la economía ya que, debido al carácter dual de los salarios, en caso contrario se podría producir un fallo de coordinación. Por una parte, la masa salarial, y por tanto gran parte de la demanda de consumo, depende de los salarios pagados por el conjunto de las empresas. En consecuencia, a cada empresa individual le interesa que el resto de empresas paguen mayores salarios para que la masa salarial sea lo más elevada posible (porque también lo será el consumo agregado y sus beneficios). A su vez, como los salarios suponen un coste, cada empresa individualmente desea pagar lo menos posible. De esta forma, cuando existen esas reglas de coordinación que permiten evitar comportamientos estratégicos en el incremento salarial se alcanza una mayor inversión, producción y empleo.

En resumen, la RTT sin una reducción de salarios podría tener efectos positivos en la economía española como consecuencia, precisamente, del aumento de los ingresos de los trabajadores. Al fortalecer el consumo, impulsar la inversión y amplificar el efecto multiplicador, esta política no sólo promueve una economía más inclusiva en el plano social sino que también podría generar un estímulo al crecimiento en el plano macroeconómico.

Fuente: https://www.eldiario.es/economia/hora-reduccion-jornada_129_11508729.html

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agosto 21, 2024

La verdad sobre la normativa de la UE que afecta a las patatas fritas sabor jamón

 PÚBLICO   1/8/2024

A partir del 1 de julio de 2026, las patatas fritas con sabor a jamón cambiarán tal y como las conocemos. 



Las patatas fritas con sabor a jamón están en boca de todos, aunque  cambiarán tal y como las conocemos hoy en día. Este clásico snack se verá afectado por una nueva normativa que la Unión Europea tiene previsto implementar a partir de 2026. 

Este tipo de patatas fritas contienen una serie de aromas de humo que han sido analizados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y pueden suponer "riesgo elevado de efectos perjudiciales". De este modo, la Comisión Europea ha decidido prohibir cualquier alimento que contenga esta característica. 

Esta medida no afecta únicamente a las patatas fritas con sabores, sino que también repercutirá a todos los alimentos que contengan los ocho aromas de humo que son perjudiciales. En el caso del queso y productos derivados, de la carne, el pescado y los productos de la pesca elaborados, el límite para su comercialización será el 1 de julio de 2029. La fecha tope para el resto de categorías −donde se encuentran las patatas fritas− es el 1 de julio de 2026. La diferencia radica en la función del aroma, si se utiliza para reforzar el sabor tradicional (2029) o para crearlo (2026). 

Los aditivos prohibidos son los siguientes: Fumokomp (SF-009), SmokEz C-10 (SF-005), Smoke Concentrate 809045 (SF-003), Scansmoke SEF 7525 (SF-004), Scansmoke PB 1110 (SF-001), ProFagus-Smoke R709 (SF-008), Zesti Smoke Code 10 (SF-002), SmokEz C-10 (SF-005) y, por último, SmokEz Enviro-23 (SF-006).

Por lo tanto, según ha explicado la Comisión Europea, toda receta −incluidas las patatas fritas con sabor a jamón− que no incluya estos aromas de humo, "se podrá seguir fabricando", aunque su sabor podría variar. 

Respecto a las dudas que se han creado en torno a esta medida, la Asociación de Snacks, de la que forman parte empresas como Risi, Pepsico, Grefusa o Facundo, ha asegurado que no van a desaparecer del mercado las patatas fritas con sabor a jamón.  

El Sena no es un caso aislado: cómo el cambio climático contamina los ríos europeos, de Andrés Actis

 Andrés Actis   1 de agosto de 2024

La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, se sumergió el 17 de julio en el Sena con su traje de neopreno y nadó cien metros entre los flashes de los fotógrafos para mostrarle al mundo que el río estaba en óptimas condiciones para los Juegos Olímpicos. Entonces no imaginó que una lluvia torrencial el mismo día de la inauguración iba a trastocar un saneamiento que ha costado seis años de trabajo y 1.400 millones de euros de inversión.

Hasta los 30 milímetros de agua que cayeron el viernes 26 de julio, el equivalente en París a 15 días de lluvias, los análisis bacteriológicos del río daban resultados que permitían realizar las pruebas olímpicas. Los resultados del 15 de julio, hechos públicos por la Fundación Surfrider, una ONG que realiza mediciones periódicas en el Sena, mostraban una cantidad de E.coli y Enterococcus (contaminación fecal) en el límite autorizado para los deportistas.

Pero tras las intensas lluvias, el testeo del Sena arrojó valores mucho más altos para estas dos bacterias, por lo que la prueba de triatlón masculina prevista el 30 de julio tuvo que ser suspendida. “El agua no ofrece garantías suficientes para permitir la celebración de la prueba. Esto se debe a las lluvias que han caído sobre París los días 26 y 27 de julio”, explicó en un comunicado la federación internacional de Triatlón Mundial. Finalmente, algunas de las pruebas comenzaron, con quejas de los deportistas y mofas en las redes sobre las consecuencias de sumergirse en esas aguas.

Lo cierto es que las fuertes precipitaciones que cayeron sobre la capital francesa elevaron los niveles de contaminación del río. La Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) explica esta relación en su reciente informe sobre la calidad de las aguas de baño en Europa: “Los episodios de lluvia intensa (más de 20 mm en un día) aumentan el riesgo de mala calidad de las aguas de baño debido a la movilización de la contaminación procedente de desbordamientos de alcantarillado, inundaciones o escorrentías superficiales, con los correspondientes posibles impactos en la salud de los bañistas”.

Un problema que va en aumento

Según este análisis, elaborado con los datos notificados por los Estados miembros de la UE para las temporadas de baño 2020-2023, la mayoría de las aguas de baño “son de calidad” para los nadadores. Sin embargo, el porcentaje de “mala calidad” (índices elevados de E.coli y Enterococcus), hoy del 1,5% (321 cauces), va a aumentar en los próximos años como consecuencia del calentamiento global, alerta la agencia.

“La contaminación de las aguas superficiales y subterráneas sigue siendo significativa y puede verse exacerbada por el cambio climático, que va a aumentar la intensidad y la frecuencia de diversos fenómenos meteorológicos extremos, incluidas las lluvias intensas”, se advierte.

Para este organismo, hay una “relación conceptual directa” entre el calentamiento global y los fenómenos hidrometeorológicos asociados a la aparición de E.coli y Enterococcus y cianobacterias, que no están sujetas al control cuantitativo que prescribe la Directiva Marco del Agua, aunque ante la presencia de niveles elevados los expertos suelen recomendar la prohibición del baño.

Lo que ocurrió en estos días en el Sena está detallado en este documento de la Unión Europea: “La contaminación a corto plazo puede producirse durante fuertes lluvias, cuando se supera la capacidad de las plantas de tratamiento de aguas residuales y se vierten aguas residuales sin tratar”.

“Lo que tiene que quedar claro es que este caso puntual y de mucha visibilidad por los Juegos Olímpicos no es una excepción, es frecuente en muchos ríos. No hay saneamiento ni tecnología que pueda asegurarnos aguas limpias ante un cambio climático que empieza a exponer la vulnerabilidad de los sistemas hídricos”, reflexiona Rafael Seiz, coordinador del Programa de Agua de la organización conservacionista WWF.

El minucioso análisis de AEMA, para el que se cruzaron datos de la temporada de baño entre 2008 y 2022 con los registros de precipitaciones horarias de Copernicus ERA5, revela que la correlación entre lluvias torrenciales y el aumento de la contaminación está ocurriendo “de forma constante en toda Europa”. La agencia alerta de que “las aguas europeas contaminadas como consecuencia de fuertes lluvias suponen un peligro para la salud de los bañistas” y que la problemática se “incrementará a medida que el cambio climático aumente la frecuencia de estos fenómenos meteorológicos extremos”.

Julio de 2023 fue el más lluvioso de los últimos años en París, con 107 milímetros de lluvia acumulada, muy por encima del promedio (70 mm). La anomalía se ha repetido este año, según ha adelantado Patrick Marliere, director de la Agencia de Meteorología de Francia.

El impacto del hormigón

Entre las medidas preventivas para mejorar la calidad del agua de los ríos, la AEMA destaca la “retención natural” y el “aumento de los espacios con vegetación” en las zonas urbanas.

La “creciente urbanización” –explica este organismo– hace que las infraestructuras de gestión de aguas residuales sean vulnerables al cambio climático. En el caso de París, las organizaciones ecologistas llevan décadas denunciando que la pavimentación excesiva de calles y plazas, con pocos espacios verdes que absorban el agua de lluvia, tiene “relación directa con la contaminación del Sena”.

El año pasado, el ayuntamiento anunció un ambicioso plan de renaturalización para bajar las temperaturas y reducir los impactos de las lluvias torrenciales. La ciudad planea plantar 170.000 árboles hasta 2026, eliminar plazas de aparcamiento para convertirlas en zonas verdes en el horizonte de 2030 y suprimir un 40% de su asfalto.

El plan de París tras los Juegos Olímpicos es abrir tres zonas públicas de baño. Desde 1923 los parisinos no pueden darse un chapuzón en el Sena. Ese año, la prefectura ordenó la prohibición por “la suciedad fecal” de las aguas. En 1990, cuando era alcalde de la capital, el expresidente Jacques Chirac prometió que bajo su mandato sería posible volver a bañarse. La promesa nunca se cumplió.

Anne Hidalgo, alcaldesa desde 2014, se ha aferrado a la tecnología para terminar con un siglo de contaminación. París ha construido un innovador y gigantesco depósito para complementar su red de depuración: un cilindro de hormigón de 50 metros de diámetro por 30 de profundidad con una capacidad de 50.000 metros cúbicos, capaz de almacenar una cantidad de agua equivalente a 20 piscinas olímpicas (...)

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agosto 20, 2024

El PP de Almeida permitirá arrasar un jardín protegido para construir pisos de lujo que se pusieron a la venta en 2022, de Diego Casado

 Diego Casado   Madrid — 

La ciudad verde y en contacto con la naturaleza que ideó Arturo Soria retrocede desde este martes en una esquina de la zona que lleva el nombre de este urbanista madrileño. Los votos del PP en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid han servido para que uno de sus jardines protegidos pueda quedar arrasado para construir una promoción inmobiliaria de lujo.

El Plan Especial aprobado en el Pleno de Cibeles contempla la tala de 33 de los 56 árboles existentes en una parcela de la calle Allendesalazar, una pequeña vía entre Arturo Soria y la M-30, al lado del Puente de Costa Rica. También se intentarán trasplantar otros seis ejemplares de gran porte y los informes técnicos pronostican una difícil supervivencia para los otros 17 que queden después de las obras.

El nuevo planeamiento permitirá levantar 16 pisos de lujo sobre este jardín protegido con nivel 3, que ocuparán casi 2.000 metros cuadrados, donde ahora solo hay un chalé que ocupa 503 m2 de superficie. “Con la normativa en la mano, el promotor no podría construir todo lo que tiene asignado”, denunció en el pleno el edil socialista Antonio Giraldo, después de que su partido haya sido el único que ha alegado contra este expediente.

Giraldo explica que el planeamiento aprobado por el equipo de Almeida modifica la topografía del terreno, contraviniendo las Normas Urbanísticas municipales, “ que claramente impiden la modificación del régimen de obras permitido en un jardín protegido cuando la finalidad de la misma sea distinta a su protección”. En este caso -denuncia- que la intención de la promotora “no es la de proteger el jardín, que es lo que dice la normativa, sino la de materializar la edificación”.

La promotora de esta urbanización es el Grupo Abu, una empresa que puso a la venta los pisos desde el año 2022, pese a carecer de los permisos necesarios para su edificación. Los ofrece con precios que van desde 859.000 euros por una vivienda de 104 m2 hasta 1.389.000 euros por un bajo con terraza de 202 m2, según el anuncio del residencial publicado en Idealista.

“Un residencial espectacular con piscina comunitaria y solárium, gimnasio, jardines y parking privado, entre otros espacios concebidos para el disfrute y bienestar de todos los vecinos”, destaca el anuncio de los pisos en la página web de la promotora. “Pisos y áticos de ensueño con interiores personalizados, en un residencial de diseño vanguardista, innovador, eficiente”, añade en otro apartado sobre este desarrollo urbanístico, adelantado por El Periódico de España en abril.

Cambiar el cálculo para la altura de la cornisa

Este residencial estaba hasta ahora limitado por la imposibilidad de elevar las edificaciones según el proyecto arquitectónico, pero el planeamiento aprobado este martes permite un detalle técnico que lo hará posible, gracias a que la altura máxima de cornisa se medirá desde la rasante del terreno y no desde la de la acera, mucho más elevada.

Giraldo cree que esta interpretación “contraviene la indicación de la Comisión de Patrimonio” y cree que el aumento de edificabilidad propuesto es excesivo: “Que tenga derecho no quiere decir que tenga obligación”, añade. “Es fácil engañar si los demás no saben de lo que está hablando, pero conmigo lo tiene difícil señor Carabante”, le dijo al concejal de Urbanismo durante el debate en Cibeles.

El delegado de Almeida admitió que la parcela se encuentra protegida en su totalidad, pero que “los planes especiales determinan los elementos a proteger” y “bajo qué condiciones se ha de materializar”. Luego destacó que toda la actuación cuenta con el informe favorable de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid.

Entre los árboles que se permitirán talar hay cedros, cipreses, olivos o moreras. Todos aparecen citados en esta catalogación online.

Aunque no tenía relación con este plan especial, Borja Carabante echó en cara además que el PSOE no se haya quejado en el pleno de las 23 talas efectuadas en el jardín del Palacio de la Moncloa. El mismo argumento usó el concejal de Vox que intervino antes de la votación para criticar el recurso socialista. Luego se abstuvo a la hora de decidir su posición.

Más Madrid votó también en contra, lamentando que la propuesta “se dé de tortas con lo que dice pretender”, y que todo se haga para construir “16 viviendas y áticos de lujo a precios muy superiores a los que cualquier madrileño podríamos pagar”, aseguró el concejal José Luis Nieto Bueno. También recordó que el plan general protege el jardín “por el interés en la conservación de la trama urbana de Madrid”. “Si se salva algún árbol va a ser de purito milagro” vaticinó.

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