noviembre 18, 2024

Los alimentos de consumo diario están contaminados con más de 100 plaguicidas

 18 sept 2024

En 2022 se vendieron alimentos con al menos 106 plaguicidas, de los que 59 eran disruptores endocrinos y 32 sustancias no autorizadas



Los alimentos de consumo diario están contaminados con más de 100 plaguicidas. En 2022 se vendieron alimentos con al menos 106 plaguicidas, de los que 59 eran disruptores endocrinos y 32 sustancias no autorizadas, según el informe 'Directo a tus hormonas.
  • En 2022 se vendieron alimentos con al menos 106 plaguicidas, de los que 59 eran disruptores endocrinos y 32 sustancias no autorizadas, según el informe ‘Directo a tus hormonas. Residuos de plaguicidas en los alimentos españoles’, que presenta Ecologistas en Acción.
  • 97 de los plaguicidas detectados fueron aplicados en campos españoles, con el consiguiente impacto en la salud y la biodiversidad.
  • El abuso de plaguicidas afecta directamente a las personas que trabajan en los invernaderos, como denuncia el documental ‘La voz del invernadero’, producido por Ecologistas en Acción.

Ecologistas en Acción presenta el estudio ‘Directo a tus hormonas. Residuos de plaguicidas en los alimentos españoles’, que analiza los datos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) sobre la presencia de plaguicidas en los alimentos vendidos en España en 2022 (últimos datos disponibles a fecha de hoy).

Aunque los datos de AESAN son poco representativos (solo 3,61 muestras por cada 100.000 habitantes, lo que sitúa a España a la cola de la UE en el número de muestras tomadas), permiten ver que los alimentos estaban contaminados con 106 plaguicidas diferentes. El 36% de las muestras tenían restos de una o más sustancias, porcentaje que aumenta hasta el 43% en el caso de frutas y verduras.

De los 106 plaguicidas detectados, 59 (incluido el DDT) fueron disruptores endocrinos, sustancias que afectan al sistema hormonal y que se relacionan con graves enfermedades; 32 fueron sustancias no autorizadas por la Unión Europea y 17 fueron plaguicidas candidatos a ser sustituidos debido a sus efectos cancerígenos, tóxicos para la reproducción, de disrupción endocrina o por cumplir dos de las tres siguientes características: persistencia, bioacumulación y toxicidad.

El elevado uso de plaguicidas expone a la población y al medio natural a pequeñas pero múltiples cantidades de sustancias sobre cuyo efecto combinado alerta la comunidad científica. El cóctel de sustancias queda patente en el 22% de las muestras, que presentaban contaminación múltiple con varios plaguicidas. Otro dato que visibiliza el cóctel tóxico es que los tomates españoles tuvieran residuos de 31 sustancias diferentes.

Al menos 97 plaguicidas tóxicos fueron liberados en cultivos españoles, poniendo en riesgo al medio natural y a las personas que cultivan y viven en las zonas cercanas.

La experiencia de las y los trabajadores de los invernaderos españoles queda plasmada en el cortometraje documental La voz del invernadero, realizado por el fotoperiodista Santiago Donaire y producido por Ecologistas en Acción, para hablar de una verdad incómoda, la de trabajadoras que enferman de bronquitis y Parkinson, entre otras enfermedades para alimentar a la población.

Kistiñe García, portavoz de la organización ecologista, ha declarado: “Las explotaciones agrarias deben respetar los derechos humanos de sus trabajadoras, darles la formación y las EPIS obligatorias y mantener prácticas de aplicación de fitosanitarios que se atengan a la ley. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación está perdiendo una gran oportunidad: la de convertir a España en el productor de alimentos más saludables, en lugar de ser el segundo estado miembro en ventas de plaguicidas”.

“¿Hasta cuándo van a mirar las autoridades y la población hacia otro lado, ignorando la pérdida de salud, biodiversidad y la precaria situación de las y los trabajadores agrícolas por el excesivo uso de plaguicidas para producir alimentos?”, concluye García.

noviembre 17, 2024

Investigadores de la ULPGC detectan rodenticidas en una gran variedad de especies silvestres

 María Jesús Hernández

Investigadores de la ULPGC detectan rodenticidas en una gran variedad de especies silvestres. Hallan hasta cinco tipos diferentes de raticidas en el mismo animal

Octavio Pérez Luzardo y Beatriz Martín Cruz abogan por un control de las plagas de roedores basado en sus depredadores naturales 


“Rodenticidas químicos: un peligro silencioso para la biodiversidad” es el título del artículo que firman de manera conjunta el Catedrático de Toxicología, Octavio Pérez Luzardo y la investigadora predoctoral Beatriz Martín Cruz en la plataforma divulgativa The Conversation, un texto en el que analizan el impacto de estos agentes sobre el ecosistema y las alternativas para controlar las plagas de roedores sin poner en riesgo a otras aves y mamíferos.

Los autores aseguran que, a tenor del estado actual de la investigación en el área de la toxicología forense medioambiental, “los rodenticidas químicos –pesticidas que se usan para matar a los roedores–, especialmente los de segunda generación, emergen como una de las principales amenazas para la fauna silvestre”, ya que se han detectado en una amplia variedad de especies salvajes, con un riesgo potencialmente mortal. Esta detección alerta de una “peligrosa infiltración en la cadena trófica”.

Especies como búhos, cernícalos y serpientes muestran una exposición casi universal a estos compuestos, y lo que es más preocupante, a menudo se encuentran “entre dos y cinco tipos diferentes de raticidas en el mismo animal, lo que implica una exposición a la sinergia de sus efectos tóxicos”.

De entre todos los rodenticidas, los autores destacan la alta toxicidad del brodifacoum, cuyo uso está extendido a pesar de que en la UE sólo se autoriza para interiores. El hecho de que se hayan podido hallar restos de esta sustancia en animales en los que sería inusual sugiere que se está haciendo un uso ilegal de la misma. A esto se suma la creciente resistencia que ratas y ratones están desarrollando a los rodenticidas, especialmente en ecosistemas insulares. Por ello, los rodenticidas no sólo no están acabando con los roedores sino que los están convirtiendo en “bombas” para sus depredadores.

Ambos autores consideran que existe una alternativa muy clara a los rodenticidas, y son los depredadores naturales de los roedores: aves rapaces y gatos, principalmente, que pueden actuar como agentes de control biológico. La experiencia del Grupo de Rehabilitación de Fauna Silvestre y su Hábitat (GREFA), instalando cajas nido para aumentar la población de mochuelos, cernícalos y lechuzas se ha demostrado efectiva para reducir las poblaciones de roedores. En cuanto al uso de gatos, ésta puede ser una estrategia efectiva siempre que se haga una gestión responsable de la población de gatos, evitando su aumento descontrolado.

The Conversation España es el principal canal de divulgación del conocimiento que emana de las universidades. La ULPGC se adhirió en febrero de 2020 a esta plataforma, tal y como se ha auspiciado desde la CRUE-Universidades españolas. Los investigadores e investigadoras de la ULPGC han publicado más de 210 artículos en este canal. The Conversation cuenta con ediciones en Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Francia, Indonesia y África, además de la edición en español.