marzo 31, 2010

Cª Cantábrica: Puertos de Ventana y de la Mesa

(Publicado el Domingo 21 febrero 2010 en el blog de Joaquín Gª Sansegundo. PAQUITA) j-g-sansegundo.over-blog.es/

Puerto de Ventana – Puerto de la Mesa, Cordillera Cantábrica (León – Asturias). Retomando nuevamente el objetivo del blog, vamos a describir otra excursión en la Cordillera Cantábrica que tiene interés por tres aspectos principalmente: el paisajístico, el histórico y, como no, el geológico.


Panorámica de la excursión propuesta. Izquierda: Pico Bígaros y Puerto de la Mesa; derecha: Pico Ferreirúa con la carretera al Puerto de Ventana en su parte inferior. Foto tomada desde Ubiña la Pequeña
El interés paisajístico queda de manifiesto con tan sólo decir que la excursión se encuadra entre los macizos de Ubiña y Somiedo, dentro de la divisoria entre Asturias y León. El clima continental, y por lo tanto seco, de la vertiente leonesa, contrasta bruscamente con las húmedas brumas procedentes de Asturias, lo que tiene su principal reflejo en la vegetación de ambas zonas. Además la excursión propuesta incluye la ascensión de algunas cumbres superiores a dos mil metros, de escasa o nula dificultad técnica, que permiten realizar observaciones panorámicas magníficas.

Puerto de la Mesa por donde pasa el históroco camino. Al fondo el Macizo de Ubiña (PARA VER... ENTRAD EN SU BLOG)

En el aspecto histórico, conviene recordar que una parte importante de nuestra excursión discurre a lo largo del Camino Real de la Mesa, una ruta que unía Astorga (León) con Belmonte de Miranda (Asturias). Esta ruta ya debió de existir en los tiempos de los primeros pobladores de la comarca, para después convertirse en una calzada romana que formaba parte de la Ruta de la Plata. Dicen los historiadores, supongo que a modo de leyenda, que el rey musulmán Munuza, que a la sazón se encontraba en Gijón, intentó salir de Asturias por este camino, tras la derrota que Don Pelayo infringiera a sus tropas en la Batalla de Covadonga. Desde la Edad Media esta ruta forma parte del Camino de Santiago y por ella transitaron personajes notorios como el inquisidor Valdés Salas, de infausta memoria, pero que vino a Asturias y fundó nuestra Universidad. También el preclaro Jovellanos anduvo por estos hermosos pero complicados parajes, lo que seguramente acabó por convencerle de que la ruta de penetración a Asturias desde la Meseta, debería de ser por el Puerto de Pajares.

En el aspecto geológico, nuestra excursión nos permitirá realizar algunas observaciones interesantes sobre la configuración de esta zona en tiempos Paleozoicos, ya que se puede observar un registro estratigráfico bastante completo.

La excursión comienza en el Puerto de Ventana, al que, desde Asturias, se puede llegar de dos formas. El camino más corto se realiza saliendo de Oviedo por la autopista A-63, tomar el desvío hacia Trubia, desde cuya localidad tomamos la carretera A-228 hasta Proaza, para poco después seguir por la izquierda hacia Teverga y Puerto de Ventana. La otra posibilidad, más larga pero más rápida y menos tediosa, consiste en seguir la autopista A-66 desde Oviedo hasta la provincia de León; tras salir del túnel del Negrón tomar la carretera CL-623, que conduce a Villablino, la cual seguiremos hasta San Emiliano, donde se toma la carretera LE-481 hasta el Puerto de Ventana.

El automóvil se deja en el propio puerto y la excursión comienza tomando la cresta divisoria hacia el Oeste, pero antes haremos una revisión de las rocas que vamos encontrarnos a lo largo de nuestra excursión. La geología de esta zona es bien conocida desde hace más de 40 años [2], si bien existen ya trabajos importantes realizados durante la primera mitad el siglo XX. La totalidad de las rocas que afloran son sedimentarias, depositadas en un ambiente marino somero con participación deltaica, sobre la plataforma continental del continente de Gondwana, que aquí se encontraba presente durante el Paleozoico. La edad de estas litologías, queda siempre bien establecida gracias a la gran cantidad de restos fósiles que contienen [1].

Figura 1: Leyenda del mapa geológico de la hoja de La Plaza [3](PARA VER... ENTRAD EN SU BLOG)

A modo de guía haremos una revisión de todas las litologías, cuya descripción se puede seguir apoyándose en la leyenda de mapa geológico de la zona (Fig. 1). Una descripción más completa, con las fuentes originales se puede encontrar en "Geología de Asturias" [1]. De más moderna a más antigua estas capas son:

- Formación San Emiliano: Esta formación ya fue descrita cuando realizamos la excursión del desfiladero de Les Xanes. Se trata de pizarras grises (pardas en el afloramiento, debido a la alteración), con alguna fina intercalación de areniscas, de edad es Bashkiriense inferior (ver tabla de los tiempos geológicos a la derecha del blog). Entre estas pizarras suelen encontrarse capas de calizas brechoides (son cantos y bloques de caliza que configuran una capa de escasos metros de espesor). Los cantos de caliza pertenecen a la Fm. Caliza de Montaña, que aflora por debajo de las pizarras de San Emiliano. Como en otra excursiones, son calizas negras y con un característico olor fétido, debido a la materia orgánica. La Fm. San Emiliano sólo podremos observarla en el Puerto de Ventana (Fig. 1).
Las rocas del Carbonífero inferior y Devónico superior, aflorantes en la región, no las encontraremos en todo nuestro recorrido por lo que la siguiente formación que se puede observar es la Formación Santa Lucía.

- Formación Santa Lucía: Son calizas gris claro, con numerosos restos fósiles entre los que abundan los corales y los braquiópodos. Casi podríamos decir que se trata de una roca hecha a base de fósiles. En efecto, se trata de una formación que representa una parte de un arrecife de corales fosilizado [4]. Entre los corales solitarios destacan los ejemplares de la especie Calceola sandalina (ver foto adjunta*), que tiene el aspecto de una babucha oriental, y entre los coloniales existen diversas especies de tetracoralarios. Además de los corales también son frecuentes los braquiópodos (de aspecto parecido al de las almejas), entre los que destacan géneros como Uncinulus, Paraspirifer y Alatiformia. La edad de estas calizas es Emsiense-Eifeliense (límite Devónico inferior-medio).

- Grupo La Vid: Son alternancias de dolomías, calizas y pizarras de tonos amarillentos y rojizos. Son abundantes los restos fósiles (Braquiópodos, Crinoideos, etc). Su espesor es de unos 200 metros y la edad es Devónico inferior (Lochkoviense-Emsiense).

- Formación San Pedro: Se trata de alternancias decimétricas de areniscas y pizarras rojizas, que en total tendrán unos 100 m de espesor. Estas alternancias se depositaron sobre una plataforma marina somera y, su edad, está entre el Silúrico y el Devónico (Ludlow-Lochkoviense).

- Formación Formigoso: Son pizarras negras, muy características, entre la que son frecuentes los restos de graptolites. Los graptolites son animales, ya extinguidos, que vivían en colonias flotantes; el aspecto de estos fósiles es parecido a una pequeña sierra (igual que el de la foto de la izquierda*). La edad de las pizarras es Silúrico (está entre el Llandovery y el Wenlock). En el paisaje, esta formación que es poco resistente a la erosión, suele ocupar zonas deprimidas. Su espesor es inferior a 120 m.

- Formación Barrios (Cuarcita Armoricana): En corte fresco, son cuarcitas blancas, sin embargo en el paisaje siempre se presentan cubiertas por líquenes que le confieren un color gris oscuro. A menudo, entre las capas de cuarcitas se pueden encontrar pistas fósiles, denominadas crucianas, que son las huellas de dejan los trilobites a su paso sobre los sedimentos. Estas cuarcitas se formaron en el lecho de una plataforma continental marina somera y su espesor es de unos 340 metros. La edad de las cuarcitas es Ordovícico inferior (Arenig), por lo tanto entre esta formación y la suprayacente, Fm. Formigoso, faltan todas las rocas del Ordovícico medio y superior. Esto ha sido interpretado como debido a una laguna estratigráfica, es decir, o bien no se depositaron aquí los materiales de esta edad, o bien fueron erosionados antes de sedimentarse las pizarras de Formigoso.
Estas cuarcitas son muy características en Asturias pues, después de la Caliza de Montaña, es la roca sobre la que con mayor frecuencia son talladas las más altas cumbres de la Cordillera Cantábrica (sirva como ejemplo el pico Ferreirúa, al que ascenderemos en esta excursión, o el Pico Torres, en el Puerto de San Isidro). También en la costa de Asturias los cabos más prominentes, como lo son el de Torres o el de Peñas, están perfilados sobre las Cuarcitas de Barrios.
Llama la atención la extensión de esta formación cuarcítica pues, además de encontrarse en la Cordillera Cantábrica, está presente en Sierra Morena, al Sur de España y en la Bretaña francesa, lo que da idea la gran extensión que debería de tener la plataforma continental de Gondwana en el Ordovícico inferior.

- Formación Oville: Pizarras con algunas capas de areniscas que pueden alcanzar un total de 150 metros de espesor. Son frecuentes en estas rocas, sobre todo hacia la parte inferior de la formación, los restos fósiles de Trilobites, entre los que pueden encontrarse especies tales como Paradoxides pradoanus (ejemplo de la foto*), Solenopleuropsis símula, etc [3]. Estas faunas fósiles permiten atribuir esta formación al Cámbrico medio- superior.

- Formación Láncara: Son dolomías amarillentas sobre las que descansan capas de calizas rojas y pizarras, razón por la que dio en denominarse “Griotte cámbrica” a este nivel. Entre estas capas rojizas se encuentran abundantes restos fósiles como Trilobites o Crinoideos. La edad de la formación es Cámbrico inferior – medio. El espesor de la formación varía, no llegando en esta zona a superar los 200 metros. El ambiente en el que se depositó esta unidad carbonática es intermareal, es decir, los sedimentos están constantemente sometidos a la acción de subida y bajada de la marea.
La razón por la que la potencia de la Fm. Láncara no es constante, es que la base de la Formación Láncara constituye un nivel muy plástico que fue aprovechado por los cabalgamientos para despegar. Es decir, las importantes fallas inversas o cabalgamientos que se formaron en la Zona Cantábrica durante la Orogenia Varisca, nacieron de la parte inferior de esta formación. Sobre este tema, volveremos a hablar al final de la travesía.

En lo referente a la estructura, no es diferente al la del resto de la Zona Cantábrica, sólo que en nuestra travesía no atravesaremos ni pliegues ni fallas que puedan llamar nuestra atención, por lo que no incidiremos sobre este tema, salvo en el caso citado arriba que reservaremos para el final de la excursión.

Figura 2: Mapa topográfico con el itinerario propuesto y la indicación de las paradas a realizar (PARA VER... ENTRAD EN SU BLOG)

Figura 3. Mapa geológico con el itinerario propuesto y la indicación de las paradas [3] (PARA VER... ENTRAD EN SU BLOG)

Parada 1: En el Puerto de Ventana, justo en el lugar que dejamos el automóvil nos encontramos sobre las pizarras de la Fm. San Emiliano, a nuestro alrededor vemos algunas masas de calizas que, si nos acercamos a ellas, veremos que se componen de fragmentos de Caliza de Montaña. La propia Caliza de Montaña se observa dirigiendo nuestra vista hacia el Este del puerto, bajo los contrafuertes del Macizo de Ubiña.
Comenzamos la subida siguiendo la línea divisoria hacia el Oeste y llegaremos al resalte del relieve, donde haremos la segunda parada.

Parada 2: Nos encontraos sobre la Fm. Láncara. El aspecto de la roca es el de una caliza, pero con tintes amarillentos. En realidad se trata de una dolomía, es decir igual que una caliza pero que contiene magnesio en su estructura molecular: se trata de un carbonato de calcio y magnesio. En la parte alta de esta unidad se reconocen calizas rojizas y pizarras correspondientes a la “Griotte cámbrica”. Bordeamos el pico donde aflora la Fm. Láncara por el Oeste hasta llegar a un collado donde encontraremos las pizarras de la Fm. Oville.
Desde el collado ascendemos hacia el SO y entramos en una zona ocupada por una roca resistente completamente cubierta de líquenes. Es la Cuarcita de Barrios. Seguimos la cresta, que no presenta dificultades, hasta el Pico Ferreirúa, donde haremos nuestra siguiente parada.

Parada 3 (Pico Ferreirúa, 1976 m): En la cumbre se reconocen bien las cuarcitas, cuyas capas se orientan en dirección NO-SE y están inclinadas unos 60º al SO. En corte fresco vemos que la roca es blanca, ya que se constituye casi exclusivamente de granos de arena de cuarzo, lo que se observa bien en las zonas muy alteradas de la roca.
Desde esta cumbre, mirando al Norte, se tienen magníficas vistas de la zona de Teverga y del macizo de la Sobia, mientras al Este se levantan majestuosas las cumbres del macizo de Ubiña, al SO se observan las cumbres del Parque Natural de Somiedo y, por fin, al Sur se abre la comarca de la Babia. Bajamos hacia el Oeste, siguiendo la cresta. Se puede uno desviar un poco hacia la izquierda y aprovechar unas canales que nos llevarán hasta el collado de Ferreirúa, donde afloran las pizarras negras de la Fm. Formigoso. Con paciencia y un martillo podrías llegar a encontrar algún resto de Graptolites.
Seguimos descendiendo hasta el collado del Refuexo, donde haremos la próxima parada.

Parada 4: En esta zona afloran las areniscas y pizarras de San Pedro, donde suelen ser características las tonalidades rojizas debido al contenido en hierro de esta formación.
Seguimos caminando por la línea divisoria de Asturias y León, por la que siempre aflora la Fm. San Pedro. Es un tramo de camino suave y agradable, por el que se puede disfrutar del paisaje, mientras nos acercamos al puerto de la Mesa. Un poco antes del propio puerto, sobre la laguna de los Huesos haremos la siguiente parada.

Parada 5: En toda la ladera, hasta el puerto de la Mesa aflora el Grupo la Vid. Al principio veremos que se trata de dolomías y pizarras, bastante características por sus tonos amarillentos. Unos metros más adelante, hacia el puerto, afloran calizas y por último pizarras pardas. Son abundantes los restos de Braquiópodos y Crinoideos en estas rocas.
Llegados al collado nos encontramos sobre el Camino Real de la Mesa, que por el SE sube desde Torrestío y hacia el NO no lleva a Asturias por toda una cresta que termina en el puerto de San Lorenzo, en Teverga. Nosotros ascenderemos a la cumbre que se sitúa a nuestoro frente, hacia el SO, que no es otra que el pico de los Bígaros. La ascensión a esta cumbre no presenta dificultades, ni en invierno ni en verano.

Parada 6 (Pico de los Bígaros, 2038 m): Es curioso el nombre de esta cumbre, ¿cuál será la razón del mismo? Si nos fijamos en las rocas sobre las que se ha tallado esta cumbre encontraremos rápidamente la respuesta. En la cima afloran las Calizas de Santa Lucía, del Devónico medio, totalmente llenas de restos de corales y otros fósiles marinos. Creo que la sabiduría popular ha sido quien le ha dado nombre a esta cumbre, pues los pastores no conocerán bien los fósiles, pero saben identificar un animal marino aunque tenga 390 millones de años. Las capas de calizas fosilíferas se alinean según la cresta, es decir en dirección NO-SE estando verticales o algo inclinadas al SO. La panorámica desde la cumbre es magnífica: hacia el ESE se observa perfectamente alta la crestería del macizo de Ubíña, reconociéndose perfectamente, de derecha a izquierda, Ubiña la Pequeña, Ubiña la Grande, los Castillines, los Fontanes y toda la cresta que baja hasta los Huertos del Diablu. Al Sur se observa el macizo de Somiedo: a nuestros pies podemos reconocer el valle de Saliencia (ver foto inferior izquierda), mientras enfrente se identifica el circo donde se sitúan los lagos de Calabazosa, flanqueados por la izquierda por las cumbres de Somiedo, a saber, las peñas de Orníz, Calabazosa y Cualmarce.
Aprovechando que nos encontramos en esta cumbre, podemos caminar por la cresta hacia el NO, observando las calizas, entre las que podremos encontrar algunos atractivos ejemplares fósiles y llegar a la siguiente cumbre, el Muñón, de 2039 metros. La panorámica desde esta cresta es magnífica.

Panorámica del Macizo de Ubiña desde la cresta del Pico Bígaros (PARA VER... ENTRAD EN SU BLOG)

Como se puede observar en nuestra travesía hemos ido cortando una sucesión de estratos paralelos que registran el relleno de una plataforma continental marina desde el Cámbrico, hace 540 Millones de años (en adelante M.a.), hasta el Devónico medio, hace 390 M.a. Alguien puede pensar que a medida que se iban acumulando una capa sobre otra, la cuenca se iría colmatando y, por lo tanto, volviéndose cada vez más somera. Sin embargo, sólo observando los fósiles que contienen las diferentes formaciones geológicas entre el Cámbrico y el Devónico, podemos deducir que tenían que vivir en aguas marinas someras durante todo este tiempo. ¿Cómo se explica esto? Pues debido a lo que se denomina subsidencia, es decir, a medida que las capas se depositaban y por lo tanto aumentaban el peso de los sedimentos sobre la cuenca, la litosfera (capa más externa de la Tierra que incluye la corteza y parte del manto superior) iba hundiéndose, de forma que la altura del agua del mar se mantuvo más o menos constante a lo largo de estos casi 150 Millones de años.

Seguramente el aspecto más atractivo de la geología es aquel en el que podemos reproducir los procesos que han tenido lugar en una zona, quedando registrados en las rocas de forma que hoy, nosotros podamos interpretarlos. Así pues, para hacernos una idea del significado de todo lo observado en esta excursión, intentaremos realizar con nuestra imaginación un viaje en la cuarta dimensión. Es decir, viajaremos hacia atrás en el tiempo y en este viaje iremos deshaciendo los efectos que la dinámica de la Tierra produjo sobre las rocas. Por lo tanto, como observadores, fijaremos una posición relativa en lo que hoy es el Pico Bígaros, e iremos imaginando las trasformaciones que aquí sufre la Tierra a medida que vamos hacia atrás en el tiempo:
Hace 70 M.a. (finales del Cretácico). Deshacemos la deformación Alpina, por lo tanto, las montañas que observamos hoy todavía no se habían formado. En la zona existía una cuenca de poca profundidad en la que se depositan los sedimentos mesozoicos (por ejemplo la Fm. Voznuevo, del Cretácico, que pudimos observar en la travesía de las Ubiñas). Los dinosaurios se pasearían cerca de esta zona. Este mar, por el Sur presenta un continente emergido, Iberia, y por el norte otro, Europa. Hacia el Este, nuestro mar conecta con otro más grande, el mar de Thetis, que separa África de Europa y La India de Asia.
Hace 300 M.a. (finales del Carbonífero). La cuenca sedimentaria que existía durante el Mesozoico todavía no se había formado, pero debido a la orogenia Varisca que finalizaba en este momento, deberíamos encontrarnos en medio de una gigantesca cordillera, con elevaciones que muy posiblemente superarían a las del actual Himalaya. Las zonas más elevadas de esta cordillera se localizarían al Oeste, donde actualmente se encuentra la actual Galicia.
Hace 390 M.a. (Devónico medio, mientras se depositan la Calizas de Santa Lucía). Deshacemos la cordillera Varisca, pues todavía no se había formado, y nos encontramos en otra cuenca sedimentaria. Concretamente en la plataforma continental del continente de Gondwana. Al Oeste, donde dentro de 90 M.a. habrá enormes montañas, existía el fondo de otro mar, el Océano Rheico, y al otro lado de ese océano, al Oeste, tendremos otro continente, Laurasia – Báltica, donde hoy se sitúa Norteamérica.
Realmente es un viaje alucinante, pero veamos algo más. En este lugar hace 390 M.a., ¿cómo sería el océano Rheico? Para ello aplicaremos lo que Charles Lyell en 1830 denominó “Principio del actualismo” y abrió las puertas a la Geología como Ciencia, es decir, imaginaremos cómo fue el pasado a la luz de cómo es el presente. Esta comparación puede hacerse imaginando en que condiciones podían vivir los corales.

De acuerdo con este principio, podemos decir que nos encontramos en un lugar paradisíaco, tropical, donde las aguas son cristalinas y bien oxigenadas, con una profundidad del agua no superior a 20 metros y una temperatura no inferior a 18º C. La foto (*) creo que puede reflejar cómo debía de ser este entorno (PARA VER... ENTRAD EN SU BLOG)

Una vez repuestos de estas reflexiones, podemos descender del Pico Bígaros por el mismo camino, hasta el Puerto de la Mesa, cuyo camino tomaremos hacia Torrestío. Desde esta aldea se puede subir de nuevo al puerto de Ventana siguiendo la carretera, o bien, como proponemos, se pueden seguir por unos senderos que parten del propio Torrestío hacia el Este y que nos conducen a la collada situada al NO del Pico Regañón. Desde la collada se desciende a la carretera, a la altura del puente de los Chamuergos y, de aquí se sube al puerto por la carretera. Antes de terminar la excursión haremos la última parada.

Parada 7: En la propia carretera podemos observar las dolomías de Láncara de la primera parada, que por su derecha, y por lo tanto estratigráficamente por debajo, presentan las pizarras de San Emiliano, cuyas capas están paralelas a las de Láncara. Es decir, ¡tenemos el Carbonífero debajo del Cámbrico! La explicación para esto es que entre las dos formaciones, se sitúa un cabalgamiento, es decir una falla inversa, compresiva, de bajo ángulo, que en gran parte de su trazado se dispone paralela a las capas. En este caso se trata del Cabalgamiento de Somiedo que durante la orogenia Varisca (ocurrida a finales del Carbonífero) dio lugar a la superposición de todas las capas que hemos visto a lo largo de la excursión, junto con las que todavía quedan encima y no llegamos a visitar, que en total suman más de 2000 metros de espesor, sobre las capas de la Fm. San Emiliano. Por otra parte, el acortamiento de la corteza terrestre que produjo el Cabalgamiento de Somiedo llega casi los 20 km. Como se puede ver, cuando se forma una cordillera, los cabalgamientos son las estructuras más importantes.


1 comentario:

pegepe dijo...

Prestome mucho esti recordatorio, perguapo, del tan recorrío Puertu Ventana más "Camín Real de la Mesa" sobre los que ya cité mi especial querencia con el final del post de 03/12/09 ("En Babia, o Villarín...") a donde alguna vez he de revolver dejando huellas de imágenes más andarinas -e incluso por somedanas gastronomías- tras tanto despliegue científico... ¡Gracias!