marzo 29, 2010

Solemne estupidez... Trabajar más... (+ Cive Pérez)

(Publicado por Cive Pérez en 13:52 viernes 26 de febrero de 2010, su título ¿A quién se le ha ocurrido la solemne estupidez... PAQUITA) carnetdeparo.blogspot.com ...

de aumentar la edad de jubilación? Es el colmo de la desfachatez: hace poco, los organizadores del Malestar intentaron que el Parlamento Europeo ampliase la jornada de trabajo a 65 horas semanales. Propuestas que ultrajan la memoria de dos siglos de luchas y sacrificios de los trabajadores para conseguir la jornada de 40 horas a la semana y la jubilación remunerada a una edad razonable. Es hora de plantar cara a tanta iniquidad y sinvergonzonería de políticos y tecnócratas incapaces de ofrecer por toda visión de futuro la de una espuria Tierra Prometida donde florece la precariedad en el empleo y fluyen ríos de ruindad salarial. Esos que pretenden que vivamos encadenados al duro banco hasta que la vejez nos robe el último aliento vital, deberían explicar adónde han ido a parar los beneficios de la productividad conseguida merced a unos avances tecnológicos que son patrimonio de la humanidad.

Desde muy remotas épocas de la historia de la humanidad, las mentes más privilegiadas de la especie (ésas que verdaderamente merecen el apelativo sapiens) se han encargado de inventar métodos para suavizar la dureza de la lucha por la supervivencia, optimizando la eficacia del trabajo. La rueda, invento fundamental, ya estaba rodando a finales del Neolítico. Posiblemente cumplió la función inicial de rueda de alfarero en Mesopotamia, y luego se empleó en la construcción de carros, que hizo más liviano el transporte de pesadas cargas.

Hacia el año 85 a.C. el poeta Antipater de Tesalónica saludó con gozosos versos la llegada de un notable avance tecnológico: el accionamiento hidráulico de las ruedas de los molinos, que liberaba a las mujeres de la penosa tarea de la molienda a mano del cereal.

Dejad de moler ¡oh vosotras!, mujeres que os esforzáis en el molino; dormid hasta más tarde, aunque los cantos de los gallos anuncien el alba. Pues Deméter ordenó a las ninfas que hagan la tarea de vuestras manos y ellas, saltando a lo alto de la rueda, hacen girar su eje, que con sus rayos mueve las pesadas y cóncavas muelas de Nisiria. Gustemos nuevamente de la vida primitiva aprendiendo a regalarnos con los productos de Deméter sin esfuerzo.

En épocas más recientes, otros investigadores descubrieron que la fuerza del vapor podía aplicarse a mover la rueda. Ingenieros como Newcomen y James Watt, pusieron a punto la máquina de vapor, que resultaría fundamental en el desarrollo de la Revolución industrial. Los humanos pudimos desplazarnos de manera más rápida, mover potentes máquinas que aliviaran el esfuerzo anteriormente requerido para realizar pesadas tareas. Luego sería descubierta la manera de generar electricidad en grandes flujos, las comunicaciones sin cable, la informática...

En 1930, en un breve ensayo titulado Las posibilidades económicas de nuestros nietos. John Maynard Keynes predijo que en cien años –es decir, hacia 2030– el crecimiento del mundo desarrollado se habría detenido de hecho, debido a que la gente ya "tendría suficiente" para llevar "una buena vida". Las horas de trabajo remunerado se reducirían a tres diarias, una semana laboral de quince horas.

La predicción de Keynes descansaba en el supuesto de que, con un incremento anual del 2% en el capital, un incremento del 1% de la productividad y una población estable, el nivel medio de vida se multiplicaría por ocho como promedio. Esto nos permite averiguar cuánto pensaba Keynes que era "suficiente". El PIB per cápita en el Reino Unido a finales de la década de 1920 (antes del crac del 29) era aproximadamente de 5.200 libras (unos 8.700 dólares) valoradas hoy. De acuerdo con ello, estimaba que un PIB per cápita de aproximadamente 40.000 libras (66.000 dólares) sería "suficiente" para que los seres humanos dirigieran su atención a cosas más agradables.

Ochenta años más tarde, el mundo desarrollado se ha acercado a la meta de Keynes. En el año 2007 (es decir, antes del crac), el FMI informó de que el PIB medio per cápita en los Estados Unidos se mantenía en 47.000 dólares y en 46.000 en el Reino Unido. Dicho de otro modo, el Reino Unido ha experimentado un crecimiento multiplicado por cinco del nivel de vida desde 1930.

Ahora, el llamado grupo de los 100 economistas vuelve a la carga propugnando una a reforma de las pensiones que amplíe la vida laboral y baje la relación entre la primera pensión y el último salario. Los tecnócratas pagados por la banca y las compañías aseguradoras, que son las que pretenden sacar tajada del asunto, nos están contando una tremenda milonga ideológica que no deberíamos tener en cuenta. Si con las cotizaciones de unos trabajadores cada vez peor pagados no se pueden mantener los pagos a los pensionistas, entonces, que coticen los cajeros automáticos, entre otros beneficiarios de la productividad. A los bancos les sobra el dinero, hasta el punto de que se lo tienen que llevar lejos de nuestras costas para almacenarlo en refugios off shore.

Post scriptum: Tengo escritas un puñado de razones para no trabajar demasiado, y a base de recorrer los caminos de la Tierra puedo dar fe de que hay vida más allá del empleo. Una colega de la blogosfera, también caminante, acaba de recordarme una excursión que el pasado verano hice con unos amigos, en el curso de la cual subimos a la cumbre del Perdiguero (3.225 m). Entre los tres, sumábamos 183 años de edad. Si nos dejásemos encerrar en la ergástula hasta ese horizonte laboral del que hablan los insensatos, llegaríamos sin fuerzas al término de nuestra vida. Y, claro, no es esa la aspiración de una persona normal. Por lo tanto, nuestra mejor respuesta a expertos cercenadores de la buena vida, que les den eso que, en expresiva indicación gestual, sugirió un ex presidente de gobierno bajito de talla. Y con la misma herramienta, añado, arránquenles la muela del juicio. Pues han demostrado no tenerlo.


Caminante dijo... 28 de febrero de 2010
¡Diosanto! qué foto más maravillosa. Se ve todo... casi todo: el valle de Cregüeña al completo -desde la pleta, a su derecha, se pasa al valle de Vallivierna y se asciende al Pico Estatás, el más bonito a la altura del Plan de senarta-, el valle de Alba y su pico -a la izquierda de este, aún, hay otro pequeñete, el de Forau Tancau, que se adivina en la foto.
Para recordar el nombre de este último, menos conocido, he tenido que echar mano de mis notas... que mi memoria es muy limitada.
Te puedo pedir... y si no quieres no me disgusto, esta foto, para utilizarla cuando sea oportuno, siempre mencionando vuestra autoría ¡faltaría más!
Es un placer volver con la imaginación, y a la vista de las imágenes, a los sitios que hemos conocido y de los que guardamos tan buenos recuerdos.
Buen día, soleado día... parece: PAQUITA

Caminante dijo... 03:43
Con las cumbres olvidé decirte que... te copio este artículo, el del trabajo, para republicarlo en mi blog en un tiempo ¿me dejas?... doy por hecho que sí... abusona que soy... ya lo pensarán muchos... lo pensaron algunos, en un tiempo pasado -lo sé de seguro-.
Aprovecho que entré otra vez para... ¡se ve toda la loma del Perdiguero! sus dos horas de caminata si subes por el valle de Estós... ¡qué duro es Estós para este pico y el Posets!


No hay comentarios: