agosto 09, 2014

Poema de Indignación, de Marisa Peña

COPIADO de fb.el 9/7/2014
¡ Qué suerte no ser una madre palestina,
ni una madre siria, ni una madre afgana,
ni una madre kurda,
ni una madre del cuerno de África !
Qué suerte no tener que sostener
la muerte de mi hijo en mis brazos…
ese pequeño cuerpo
que se ha muerto sin más,
de hambre, de sed,
desangrado,
atravesado, zas, por una bala!
¡ Qué suerte no tener que abrazar a mi hijo muerto
mientras mis ojos se resecan, lentamente,
de dolor, de impotencia,
de rabia contenida!
¡ Qué suerte no tener que sortear cada día
el rostro enjuto y oscuro de la Parca,
y regalarle, esconderle, ocultarle
los rostros malditos de mis hijos,
que han nacido donde nada importan,
donde nada valen, donde nada son…!
Qué suerte, me repito cada día, qué suerte,
mientras mis hijos, tranquilos, duermen su infancia merecida.
Marisa Peña.
Poema publicado en el libro colectivo “ Indignhadas “
de Urania Ediciones

3 comentarios:

Javier Medel Cabañas dijo...

Que suerte, desde luego, estar en este llamado primer mundo. Hermoso y triste sentimiento de impotencia ante tanta hipocresía salvaje, el que refleja Marisa Peña en este poema.

Caminante dijo...

Marisa es sensible, mucho, y sabe expresarse.
Tú sabes de lo que hablo.
Un abrazo. Es un gusto "verte"


PAQUITA

Aurelia dijo...

Marisa, tristemente te doy las gracias por un poema tan doloroso y bello a la vez....!Cuánta verdad en tus palabras! sobre todo aquellas que somos madres....eres grande
Aurèlia Boada