Querid@ amig@, mecenas, suscriptor@
Llegamos al saloncito de CTXT el martes 18 de noviembre de 2014, en una
de esas tardes frías y brillantes de Madrid. Entonces aquel salón era el
de la casa del director, Miguel Mora, y de la que terminaría siendo,
entre otras muchas cosas, consejera delegada, Mónica Andrade. Entonces
no existía Contexto como tal, ni nosotros como equipo, solo el
convencimiento de que queríamos hacer un medio diferente.
Aquella tarde, unas veinte personas nos repartimos entre sillones y
sillas para hablar de periodismo. Cada cual aportó lo que pudo, y
perfilamos cómo sería la revista... Sobre todo, concluimos que no
queríamos esperar a diseños y desarrollos interminables, que teníamos
que estar en la red a principios de 2015.
Los tres primeros meses los pasamos en una oficina preciosa que nos
prestó Kike Portilla en La Ventilla, entre humedad y bufandas y los
cocidos de Zacarías. Allí empezamos a escindirnos, a querernos y a saber
lo emocionante y complicado que iba a ser el camino. Allí lanzamos el
primer número, en el que el monográfico que habíamos preparado sobre
Europa se dio de bruces con la matanza de Charlie Hebdo.
En marzo volvimos al salón de Chamartín y nos fuimos convirtiendo en
algo parecido a una redacción. Terminamos echando tantas horas como en
cualquiera de los periódicos en los que habíamos trabajado. Y alguien,
en algún momento, empezó a llamar a aquel lugar el saloncito. Por allí
pasaron Alberto Garzón, Pedro Sánchez, Irene Montero, Pablo Iglesias…
Celebramos multitudinarios consejos editoriales, reuniones de todo
tipo… Cubrimos elecciones varias… Comimos mucha pizza y bebimos menos de
lo necesario. Allí vivimos bien.
A finales de 2016 pensamos que teníamos que avanzar y, también, que los
propietarios de aquel salón debían recuperarlo para la vida doméstica.
Alquilamos una oficina cercana, desde la que se ve el parque de Berlín y
en la que, tras una pequeña obra sufragada por los lectores, estamos
construyendo una nueva casa.
El Saloncito de CTXT fue para nosotros el símbolo del medio que
queríamos hacer y terminamos haciendo: familiar, artesanal, tranquilo y
bonito. Por eso ahora, cuando el tiempo nos pide dar otro salto, hemos
recuperado su nombre para el nuevo rincón de los suscriptores y mecenas,
que estamos ultimando y estará listo en unos días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario