Emilio Ontiveros Baeza

Le conocía por diferentes artículos suyos, leídos en el diario de prensa de mayor difusión del país, pero ahora le estaba viendo en directo.
Su presencia, en principio, no llama la atención en exceso, pero, al comenzar a hablar, rápidamente consigue atraer la atención del auditorio. Su discurso es ágil y se le nota que domina la materia de la que trata, la económica. Planteó la situación de nuestro país, la de la zona euro y su comparación con la de los países, llamados, emergentes.
Habló del trasvase del talento empresarial al sector de la construcción, así como del de otros talentos. Puso dos ejemplos significativos: el de un conocido del sector textil hogar que, harto de aguantar contra viento y marea, se pasó al ladrillo, donde además conseguía crédito bancario inmediato, y el de un joven alumno, bien preparado, que se pasó a la promoción inmobiliaria alentado por los beneficios enormes e inmediatos que se obtenían.
En el turno de preguntas uno de los presentes le preguntó si, sabiendo que en nuestro país está el 65 por ciento de los billetes de 500 euros en circulación y la economía sumergida se cifra en el 23 por ciento del total ¿Qué interés puede tener la autoridad competente en resolver esos temas si dispone de ingresos suficientes, independientemente de que procedan de las rentas controladas del trabajo y la participación en los mismo de las rentas empresariales y profesionales sea , si no nula, insignificante?.
No solo nos gustó a los que formábamos el patio de butacas, los otros dos oradores también lo mencionarían en sus intervenciones.
Para más información: eontiveros@afi.es

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