Curioso, se sorprendió soñándole de nuevo, como otras veces había ocurrido en los últimos meses.
Tan curioso le resultaba soñar con él como recordarlo, porque, Franca, usualmente, se despertaba en blanco.
Suponía que, como todo el mundo, ella también soñaba, quería creer que ella también soñaba, pero la realidad era que se sucedían los años sin que ella tuviera conciencia cierta de haberlo hecho. El motivo por el que, a diferencia del resto, no "soñara" se le escapaba. No queriendo pensar que fuera algo "malo" ideaba que, quizá, los sueños eran conflictos personales que íntentaban resolverse utilizando esa vía, y, ella, los encaraba de día, sin nocturnidad.
Claro que, todo ello, eran especulaciones suyas sin fundamento científico alguno, simplemente eran cosas que se le ocurrían.
Aplicadas a este caso suponían una no resolución de "ese" conflicto, una "herida" abierta. A diferencia de las anteriores veces, en esta, era él quien pretendía reanudar la relación, quien provocaba el acercamiento, en tanto que ella, recordando lo pasado, se resistía... algo.
PAQUITA
1 comentario:
Me está gustando
Espero que haya continuidad
je je, yo también pienso eso, Paquita: los conflictos, en el día, hay que encararlos "sin nocturnidad"; pero la noche... en la noche podemos entregarnos a los sueños con "alevosía"
Abrazos
Merce
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