Caminante dijo... 4 de mayo de 2011 23:41 en el texto de 1 de mayo de 2011 de título EN LA DUERMEVELA... mundo-es-oblongo.blogspot.com/
En la duermevela todo es posible, hasta tener tus huesos mondos y lirondos en una vitrina o en tus manos.
Dejarlos huérfanos... una pena, sí. Mejor que continúen vestidos con su ropaje habitual, el que ves al mirarte al espejo.
Un abrazo. Vengo de casa de Antonio de Castro, en donde dejaste tu rastro. PAQUITA
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