marzo 14, 2014

La muerte de una asignatura, la muerte de una disciplina, por José Manuel

17 enero 2012

http://cosasdelauniversidad.blogspot.com.es/2012/01/la-muerte-de-una-asignatura-la-muerte.html

Cuando se aprobó y estableció la Especialidad de Materiales, dentro de Ingeniería Industrial en la Universidad Carlos III de Madrid, propuse la creación de una asignatura denominada Tecnología de Polvos. La ayuda y el apoyo de mi compañera Mónica Campos que la ha coordinado en los últimos años, ha convertido esta asignatura en una gran asignatura. La asignatura cubre el aprendizaje vinculado con la que es posiblemente la tecnología de fabricación más importante en el desarrollo de muchos materiales estructurales de última generación, junto con la tecnología utilizada en el desarrollo de componentes sinterizados para la industria de la automoción, uno de los sectores de los que nuestro país puede presumir de ser líderes (somos el segundo país productor de componentes en Europa, después de Alemania).  En el ámbito de la European Powder Metallurgy Association, se pone de ejemplo nuestra universidad, como única en Europa donde se impartía en una escuela de ingeniería, en el nivel del grado, una asignatura que cubriera con la extensión y profundidad de la nuestra la tecnología del sector que agrupa.

La asignatura se preparó, mucho antes de que se implantara Bolonia, como una asignatura donde el examen final únicamente se valora con el 50% de la nota y el resto se consigue con trabajo del estudiante en dos tipos de actividades: trabajos dirigidos y trabajo en el laboratorio. La asignatura fue motivo de un Proyecto de Innovación Docente y de un curso abierto en el sistema OWC de la UC3M. Al ser de una especialidad minoritaria dentro de la titulación (sería muy interesante algún día analizar el motivo de esta circunstancia) la siguen cada año entre 15 y 25 estudiantes que salen perfectamente capacitados para moverse con soltura en un laboratorio de materiales y metalografía y que luego pueden hacer su proyecto fin de carrera en el Departamento de Ciencia e Ingeniería de Materiales sin necesidad de ninguna adaptación al entorno. La asignatura siempre ha sido valorada por los estudiantes por encima de 4 (sobre 5). Muchos de esos estudiantes, después de los años, nos agradecen a los profesores que les impartimos esta docencia lo mucho que aprendieron. Un porcentaje relativamente alto de esos estudiantes han terminado haciendo la Tesis Doctoral.

Cuando se acometió la transformación de las Ingenierías en Grados, la creación de un Grado en Ingeniería de Materiales basado en la actual especialidad de Materiales se hubiera hecho a coste cero y nuestra universidad hubiera sido la primera en implantarlo.  Las decisiones tomadas entonces por la Dirección de la Universidad conducen a que este cuatrimestre que comienza, es el comienzo del fin de la Especialidad de Materiales y de la formación específica de Ingenieros en Materiales en esta universidad. Todo el prestigio adquirido por nuestros estudiantes empleados gracias a sus habilidades en este ámbito de la tecnología, va a desaparecer, de un plumazo, en los próximos tres años.

La asignatura Tecnología de Polvos desaparece, no para convertirse en otra cosa, dentro de otra titulación. Simplemente muere. Pero igual que esta asignatura, otras tantas, hasta 72 créditos de bien engrasadas asignaturas, con sus laboratorios y prácticas, se van por el sumidero de la estupidez y falta de visión de nuestros gestores universitarios. Gestores  que han optado por eliminar de nuestro curriculum como universidad la formación en una de las especialidades de ingeniería que más influencia tienen en la sociedad y que es la base de una de las áreas de investigación más potentes en el mundo.

Nuestra Universidad era (es)  un referente en la docencia de los Materiales en España, con clara proyección internacional (convenios Erasmus, proyectos docentes internacionales, reconocimientos internacionales,…). En la falsa cultura de la excelencia en la que nos movemos, donde departamentos con escasa productividad (en esos supuestos parámetros de excelencia impuestos desde el rectorado) florecen y crecen en base a grados cuyos curriculums se han desarrollado siguiendo la ley del más fuerte,  se permite que una especialidad puntera y de referencia muera y desaparezca.
¡Viva la excelencia!

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