Estimado don Miguel de Cervantes: En esta editorial hemos leído con sumo interés el manuscrito de su obra “El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha” y estaríamos dispuestos a publicarla próximamente si usted se aviniera con ciertas modificaciones imprescindibles para garantizar el éxito de la edición. En primer lugar nuestros asesores, todos personas de reconocida solvencia profesional en materia literaria y editorial, consideran excesivo el número de páginas para los hábitos lectores que hoy predominan y que tienden a la brevedad y a la concisión. Los lectores más críticos que han tenido acceso al manuscrito calculan que le sobrarían aproximadamente unas 700 páginas, pero creemos que bastaría con recortar unas 300 ó 400 para ajustarnos a los parámetros comerciales que como usted sabe son determinantes de nuestras actividades en el campo de la publicación. Nuestro grupo editorial, el primero en lengua castellana por su volumen de ventas, considera también que el título podría modificarse y abreviarse a “Don Quijote”, “El Quijote” o en todo caso a “Las aventuras de don Quijote”. La omisión de su ubicación en La Mancha , quizás demasiado localista, tendría por objeto la posible publicación en los países latinoamericanos. La tercera objeción está en el lenguaje arcaico que con toda propiedad y limpieza utiliza y que resultaría adecuado para la época en la que sucede la narración pero que hoy resulta poco menos que indescifrable en muchos pasajes. Los lectores a los que le pasamos su estimable obra, nos confesaron que, aún siendo personas doctas e ilustradas, han tenido que recurrir al Diccionario de la Academia para encontrar el significado de muchos términos y locuciones, alguno de ellos nos pide que le agradezcamos el haber enriquecido su léxico y proponen la posibilidad de introducir un diccionario al final de la obra, pero al tratarse de obra tan voluminosa sería peor el remedio que la enfermedad. La idea también sugerida de publicarla a modo de fascículos tampoco nos parece acertada pues estas publicaciones por entregas han llegado a saturar el mercado y en muchas ocasiones han obligado a las editoriales a interrumpir su publicación al ir perdiendo semana a semana muchos lectores.
Para tratar de solucionar estos y otros problemas y llegar a un acuerdo de publicación hemos pensado recurrir a Pérez. Agustín Pérez Reverte, autor de novelas de aventuras y académico, nos parece el autor más adecuado para condensar y reescribir su apreciable manuscrito poniéndolo al alcance de todos los públicos. En sus novelas del ciclo “Alatriste”, Pérez ha alcanzado una maestría y un dominio del lenguaje que usted don Miguel, como lector y hombre culto habrá sabido apreciar como se merece. Sus novelas históricas, según ha reconocido la crítica internacional, consiguen la doble pretensión de instruir y deleitar a un público de lo más variado, incluyendo a sectores infantiles y juveniles que suelen conformarse con ver las películas o las series de televisión basadas en libros de éxito. Además, el señor Pérez Reverte cuenta con cierta experiencia en plagios, acreditada en los tribunales pero, en este caso, nos ha comunicado que estaría dispuesto a compartir con usted la autoría y por supuesto los derechos de autor que generara, garantizándole, tanto él como nosotros, que la mención del exitoso y mediático nombre de Pérez junto al suyo en la portada generará una gran promoción y un considerable número de ejemplares vendidos.
Nos comunica ud don Miguel en la carta que adjunta al manuscrito la precariedad de su estado de salud lo que no deja de ser un posible “handicap” a la hora de promocionar el libro, sobre todo por su dificultad para firmar ejemplares con una sola mano. Ahí la generosa colaboración de Pérez, con su físico de deportista, su cuidada imagen aventurera y su facilidad de expresión, solucionarían cualquier problema de relaciones públicas, incluso de seguridad. Además sepa usted estimado don Miguel que nuestra editorial muestra un especial interés por los discapacitados a los que siempre damos un trato preferente y esmerado, por cuestiones de ética, igualdad de oportunidades y, no vamos a negarlo, también por posibles ventajas de promoción en campañas solidarias y benéficas. No lo piense más estamos para ayudarle a llevar a buen puerto su estimable aportación a la novela histórica y de aventuras en el seno de nuestro grupo editorial.
Por último le rogamos que nos haga llegar urgentemente una versión en formato digital y si no fuera posible otro manuscrito con menos tachaduras y borrones.
Un afectuoso saludo. Firmado: José María Fernández Tempranillo. Director editorial.
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