noviembre 30, 2006

Corresponsales en España (1936-1939)

Mi querido amigo me pediste que te contara la exposición que, sobre los corresponsales extranjeros que cubrieron la última guerra, aquí en España, se puede ver en la sede del Instituto Cervantes de Madrid -C/ Alcalá, 49- y a ello me pongo presta.
Lo primero que te digo es que, pese a que me cuentas que estás muy ocupado, te la recomiendo, y que la satisfacción que conseguirás con su visión directa te compensará las potenciales molestias de desplazamiento a esta urbe tan castigada como es Madrid.
Porque no sé qué pecado cometimos para merecer este tormento con que se nos agasaja un día sí y otro también. Si vienes en tu coche, dios te libre de circular por la M-30, trampa infernal en la que sucumben hasta los más hábiles del volante. Así que, lo mejor: el transporte público, y no lo digo por que realmente lo sea, sino por evitarte los atascos de antes más los provocados ahora.
Una vez conseguido el objetivo de llegar al edificio en cuestión, antigua sede bancaria, tienen todo el vestíbulo dedicado a mostrar brevemente quienes fueron dichos corresponsales, cómo afrontaron su tarea informativa, y algunos de sus textos más significativos.
Las primeras imágenes que te encuentras son de Badajoz, donde entraron los rebeldes en los primeros días del levantamiento, pasando previamente por Mérida. Cita el texto que, Badajoz fue cubierta de cadáveres -tal cual- encargándose de las ejecuciones los legionarios del tercio y los "regulares" marroquís. Fusilaron a los oficiales leales a la República -gobierno legalmente establecido-. Un total de 4.000 personas y quemaron sus cuerpos. Ahí se ven, amontonados en las cunetas, los cuerpos renegridos, ahí se ven.
Jay Allen, del Chicago Tribune, escribía: (...) una república que, al margen de lo que fuera, proporcionó a España tanto escuelas como esperanza, cosa que no había conocido en siglos.
Han puesto comentarios a algunas de las fotos del tenor: en la guerra se cometieron frecuentes y absurdas atrocidades. Alguna de éstas llevaría a decir a Antoine de Saint-Exupéry -que no estuvo en el frente-: (...) se fusila más que se combate.
En una vitrina exhiben ejemplares de los libros que escribieron muchos de ellos; está el de George Orwell, en versión original -inglés- "Homenaje a Cataluña" que acaba de leer mi hijo. Me impresionan sus palabras: (...) el gobierno español teme más a la revolución que a los fascistas. Es prácticamente seguro que la guerra acabará con alguna especie de acuerdo (...) no hay duda del esmero con que está aplastando a sus propios revolucionarios (...) las cárceles de Barcelona están repletas (...) están ahí no porque sus opiniones sean demasiado de derechas, sino demasiado de izquierdas.
Llama mi atención Louis Delaprée, de Paris Soir, que murió al ser abatido el avión en el que volvía a París, para protestar del tratamiento dado a sus artículos. Tenía 34 años y encoraginado les había dicho: (...) no enviaré nada más. No merece la pena. La masacre de cientos de niños españoles es menos interesante que un suspiro de Mrs. Simpson (...)
George Steer relató el bombardeo de Guernica, inesperado para la población, era lunes, día de mercado y la legión Cóndor con sus bombarderos los masacró, ametrallando a los que huían. Su periódico -The Times- se lo publicó en páginas interiores, mientras que el N. Y. Times colocó la noticia en portada. "No se sintió respaldado por su periódico, dejó de escribir, se enroló y murió en 1944. Tenía 35 años.
Impresiona la foto de Colliure en que aparecen infinidad de soldados españoles derrotados, camino de los campos de acogida -concentración- atravesando la localidad por una de sus calles -era febrero de 1939-.
A la entrada, a la derecha un monitor de televisón pasa una película de André Malraux -la única que hizo, eso pone- que se auxilió de Max Aub ¡! Se titula "La Sierra de Teruel" y es de 1937, exhibida por primera vez aquí en 1977. Parece interesante porque los escenarios y los personajes son auténticos, gentes del pueblo.
Sólo hay que disponer de 90 minutos más y una excelente forma física, porque no hay acomodo alguno y por la puerta entra todo el viruji del mundo. Que me digo yo que, si te acercas, les digas de mi parte que, bien podían haber acondicionado algo tipo salita, como en tantas exposiciones hacen actualmente.

Así que, recibe muchos besos, ánimo y vente. PAQUITA

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Verdad que hay personas (los periodistas que dices son un ejemplo) a los que parece que han querido borrar de la historia, que no aparezcan, no nombrar, mucho menos homenajear y de pronto te enteras de que existieron?