agosto 26, 2025

Valdeón y los vecinos de Picos de Europa respiran bajo el orbayo: "Los incendios los paramos el monte y nosotros", de Carlos J. Domínguez

 18/8/2025  Carlos J. Domínguez

Valle de Valdeón - Picos de Europa


“Esto lo ha parado el monte; nosotros y el monte”. Y también los 13 frescos grados a mediodía, la humedad que despliega la niebla y el orbayo de lluvia que riega el valle y que enfría el miedo. Señalando desde Posada de Valdeón, cabecera del municipio, hacia las cumbres más altas que tocan el cielo de los imponentes Picos de Europa, un vecino mayor al que todos parecen respetar mucho, Tomás Pérez, parece tener claro por qué hoy todo el mundo respira mejor entre una nube de humo que aún les envuelve.

La escena transcurre muy pocas horas de otra muy distintas. Ayer domingo llegaron los GRS de la Guardia Civil pueblo por pueblo, instando a cumplir la orden tajante de las autoridades, una medida sin precedentes en este verde valle: desalojar por completo seis pueblos, todos los del municipio de Posada, uno de los únicos enclavados en su totalidad en el Parque Nacional de Picos de Europa, junto al vecino de Sajambre.ubo miedo, admiten muchos. El Cecopi que preside la Junta de Castilla y León había tomado esta drástica decisión por la confluencia en la zona de dos incendios forestales muy graves: uno atacaba desde Asturias -Camarmeña, concejo de Cabrales-, que ya había obligado desde casi una semana atrás a cerrar la joya de la corona turística que es la Ruta del Cares por peligro de desprendimientos; el otro, un “infierno” incontrolable durante cinco días en Barniedo de la Reina que sigue asolando la comarca de Tierra de la Reina sin posibilidad de control.

Celia, vecina de Santa Marina de Valdeón, que es quien hablaba del “infierno” del domingo, optó como Tomás por desobedecer y ponerse a trabajar en tratar de defender los pueblos de lo peor. No era la única, ni mucho menos, que afeaba que en estos días no se han visto apenas efectivos de extinción, ni personal de tierra ni medios aéreos. Larry, el mejor corresponsal periodístico de Picos, rememora como la Guardia Civil fue “presionando” casa por casa para hacer cumplir las órdenes: “Primero amables, luego ya más insistentes, y que si tendríamos que identificarnos... y claro, al final te vas”.

La UME, al Pleno, y 240 camas listas

Como él lo hicieron casi todos. Y por supuesto, todas las familias con niños y con mayores delicados de salud. Hubo un operativo rápido y complejo, del que informaba el alcalde de Posada, Felipe Campo, para albergar a una mayoría en Riaño, la cabecera de la comarca de la Montaña Oriental, junto a su gran pantano. Allí, su homólogo, el regidor riañés, Senén Presa, recuerda que tras pedírselo el delegado provincial de la Junta “movimos a los militares de UME, llevándoles al Consistorio, ¡viven en al salón de plenos!, y preparamos unas 240 camas con Cruz Roja en el albergue municipal y en el colegio”.

Sin embargo, el desalojo mayoritario fue en coches particulares, porque “casi todos tienen casas o familias con casa en León capital y, hombre, prefieres estar con la familia”, reflexiona el expresidente de la Junta Vecinal de Posada a la puerta del bar que acogía hoy a todos los que ya iban regresando. Por eso, en los dos autobuses fletados no viajaron ni 16 personas en total para pernoctar la primera noche lejos del fuego y también lejos de sus casas. El segundo autobús llegó de noche con un único vecino.

La noche de Celia y otros vecinos fue distinta: cansados de desbrozar toda la tarde en los contornos de Santa Marina, por si acaso llegaban las llamas subieron a dormir en los casi 1.500 metros de altitud del puerto de Panderrueda, única entrada al valle por carretera en principio no amenazada directamente. Hoy al amanecer volvieron a empuñar desbrozadoras, rastrillos, motosierras y palas para dejar limpios de maleza los pueblo de Los Llanos y Prada de Valdeón, así como preparar cortafuegos preventivos. Las fotografías muestran una tarea espectacular a golpe de riñón vecinal. Una imagen tampoco muy habitual porque aquí, en pleno Parque Nacional, hasta para levantar una piedra hacen falta permisos, una queja recurrente de los paisanos locales.

De día “infernal” a 'invernal'

Para cuando todo fue pasando, esta mañana a mediodía el termómetro se desplomaba a 13 grados. Había niebla en todos los altos y la humedad se expandía. Incluso cayó orbayo por la tarde, esa fina lluvia que suele ser una maldición turística y una bendición local. Pocas veces más que hoy.

El director técnico de extinción del incendio de Barniedo, Víctor Fernández, daba por buena la sabiduría popular expresada al principio por Tomás, eso de “esto lo ha parado el monte”. Solo que Fernández lo explica así: “El tipo de vegetación del Valle de Valdeón ha favorecido el hecho de que el incendio se detenga: Los hayedos no han ardido, por suerte”.

El optimismo que ha hecho que hoy la gente ya regrese a sus casas, a pesar de no haber contraorden oficial para permitir el realojo en los pueblos del valle, no impide la cautela. El punto de más trabajo, con mucha maquinaria oficial, sigue siendo el puerto de Pandetrave. Tomás Pérez y Víctor Fernández saben, cada uno a su manera, que lo peor sería “que entre por ahí” el fuego, sería incontrolable, y quedan a tiro “las casas de Los Llanos”. Una realidad que ha comprobado todo el día el regidor de Posada, que ha hecho una constante visita a cada punto flaco de cada pueblo, para terminar, por suerte, igualmente tranquilizado.

Por el momento. Porque el verano de León, también en este paraje natural único en el mundo, está resultando un polvorín que causa un daño irreparable. Y en la vertiente leonesa del Parque Nacional más antiguo de España se sienten imponentes, desprotegidos, como muchas veces, arrinconados. Un paisano que pasa frente al bar de Posada recuerda, bocata en mano, que todo esto ha ocurrido después de que “en mayo o junio el director -del Parque Nacional- se pusiera de baja, y no han puesto a nadie” al frente. A pesar de uno de los peores episodios que ha vivido la zona. Un mal sueño que nadie sabe si se puede repetir.


agosto 25, 2025

Este rebaño de cabras está contratado para prevenir incendios, de María García de la Fuente

  María García de la Fuente   20/8/2025

EL ASOMBRARIO  — Es la historia de un rebaño de cabras trashumantes en la Comunidad de Madrid, 'contratadas' para desbrozar montes, como pieza fundamental en ...


Javier de los Nietos tiene 23 años y sigue los pasos de su padre, también Javier. Decidió hace 3 años empezar a pastorear cabras con su padre y hoy son los únicos pastores trashumantes de cabras que quedan en la Comunidad de Madrid. Foto: POR OTRA PAC


La autora de este reportaje, María García de la Fuente, nos propuso esta historia hace unos meses, en primavera; la hemos tenido guardada en los archivos de ‘El Asombrario’, y ahora, desgraciadamente, nos parece un buen momento para publicarla. Y decimos desgraciadamente porque nos habla de la prevención de incendios forestales, que se han convertido en la terrible noticia de este verano. Es la historia de un rebaño de cabras trashumantes en la Comunidad de Madrid, ‘contratadas’ para desbrozar montes, como pieza fundamental en la prevención de las llamas, que, con el cambio climático y el abandono de la España vaciada, más tarde o más temprano llegan con toda voracidad. Os dejamos aquí esta historia, que ha cobrado una muy oportuna y triste actualidad. Toda una lección.

Los barrancos y montes del entorno de El Atazar parecen recién nevados. Están cubiertos de millones de puntos blancos. Estamos en primavera y las temperaturas rondan los 30 grados. La nieve hace tiempo que desapareció y ha dado paso a las jaras. Su olor impregna todos los valles y la explosión de flores es única. Los últimos meses han sido muy lluviosos y el verde y blanco lo cubren todo. Un espectáculo de la naturaleza maravilloso, pero que también conlleva un riesgo. Los temidos incendios forestales. Como así lo están confirmando los terribles incendios forestales que arrasan la España interior este agosto…

A casi 1.000 metros de altitud, situado en la Sierra Norte, El Atazar es uno de los pueblos con menor población de la Comunidad de Madrid, tan solo 107 habitantes. Rodeado de montes escarpados, su nombre da lugar a la presa que abastece de agua a la capital. Este curso, por primera vez en 20 años, ha tenido que desembalsar agua. 

En barrancos con tanta pendiente es casi imposible que entre maquinaria para abrir cortafuegos y por eso, las únicas capaces de entrar en la maleza y subir y bajar riscos son las cabras. Un rebaño de 280 cabras se encarga durante tres meses de abrirse paso y desbrozar para evitar los fuegos que arrasarían todo el monte.

Javier de los Nietos tiene 23 años y sigue los pasos de su padre, también Javier. Decidió hace 3 años empezar a pastorear cabras con su padre y hoy son los únicos pastores trashumantes de cabras que quedan en la Comunidad de Madrid. La trashumancia es el desplazamiento del ganado extensivo; durante los meses de primavera y verano el rebaño se lleva a montes más altos donde el clima es más fresco y hay mejores pastos, y en invierno bajan a los valles. 

Las primeras cabras, unas 100, se las compró Javier a un pastor que hacía la trashumancia hacia Extremadura. Eran cabras lecheras para producción de queso; cuando las metieron en los montes madrileños, vieron que esa raza no era viable, porque cada día tenían que curar las heridas de las ubres por enganches y roces. Así que cada año las han ido cruzando con machos de la raza autóctona de cabra de Guadarrama, y ahora el rebaño se dedica solo a desbroce para prevención de incendios forestales, gracias a un convenio con la empresa pública Tragsa. 

Durante el resto del año, las cabras viven en Manzanares El Real y cada primavera trashuman a El Atazar. En esta zona hubo hasta 4.000 cabras en diferentes rebaños, que tradicionalmente se encargaban de mantener los montes desbrozados y prevenir incendios forestales, pero hoy solo quedan las 280 de Javier y su padre. 

Hace 3 años, cuando Javier llegó a El Atazar con su padre, hacía 50 años que las cabras habían desaparecido, así que están recuperando un oficio que estaba perdido y que era una práctica tradicional en la zona. 

Hoy la tecnología les ayuda a controlar a las cabras y organizar el trabajo. Cada día colocan los rediles de pastores eléctricos en la zona de monte que quieran desbrozar y las cabras pastorean dentro. Y cada noche duermen en una zona del monte diferente para abrir los cortafuegos. 

A las 280 cabras les acompañan, vigilan y protegen dos perros mastines, Bosco y Cayetana, y dos collies, atentos a cada movimiento de las cabras y a las indicaciones de los pastores.

Javier obtiene ingresos por cada terreno desbrozado con el convenio con Tragsa. En las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC) se reciben ingresos por cabra y hectárea pastada, pero en su caso, al ser terreno forestal, no se contempla, solo si están en zona de pastos. Desde la plataforma Por Otra Pac reclaman que las ayudas a la renta reconozcan las superficies ocupadas por árboles y arbustos. 

En una visita con la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA), Javier nos señalaba que para recibir las ayudas de la PAC es necesario mantener la actividad al menos 5 años, porque si la dejas antes, las tienes que devolver al 100%, y nos comenta que ese requisito, cinco años, a su generación –que no suele programar a medio plazo– le parece una barbaridad. 

La ganadería extensiva es viable y se puede vivir de ella, pero necesita un reconocimiento y proyectos que la impulsen como la prevención de incendios. Además, el rebaño de cabras de Javier mejora la fertilidad de los suelos, favorece el secuestro de carbono, lucha contra el cambio climático y potencia la biodiversidad. La trashumancia de cabras es una solución basada en la naturaleza que sería imposible sustituir por maquinaria.

En pueblos con pocos habitantes como El Atazar, crear empleo como el pastoreo en extensivo es un aliciente para fijar población y generar nuevas oportunidades vinculadas al territorio. Cada primavera, en El Atazar están deseando escuchar los berridos de las cabras de Javier subiendo por sus montes.  

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PERROFLAUTAS DEL MUNDOBBC News - El ejército de Israel anuncia el inicio de su asalto a la Ciudad de Gaza tras movilizar a 60.000 reservistas

Genocidio programado. Las autoridades israelíes privan de agua a los palestinos en Gaza. Por Médicos Sin Fronteras · Jerusalén 


agosto 24, 2025

Arde lo público, de Juan José Millas

 Juan José Millas   14 AGO 2025 

Arde el país como una carta vieja de amor en la chimenea de la pereza

Arde el monte abandonado, arde la encina centenaria dejada de la mano de Dios, arde la mezquita de Córdoba, utilizada de almacén, arden las Médulas, sin un plan de protección integral contra el fuego. Arden las vigas de la historia, arden las cuadernas de la nave en la que veníamos sorteando tormentas y tifones sin fin desde el homínido hasta el supuesto Sapiens. Arde el país como una carta vieja de amor en la chimenea de la pereza.

Arden las listas de espera: tres meses para el médico de asistencia primaria, seis para la operación, un año para la asistencia psiquiátrica, dos para el entierro. Arde la universidad pública. Arde la beca que no llega, arde el profesor que se jubila y no es sustituido, arde la biblioteca cerrada por falta de personal. Se abrasan Shakespeare y Cervantes y Lope de Vega y Calderón y Joyce y Kafka e Idea Vilariño y Alfonsina Storni y Juana de Ibarbourou y San Juan de la Cruz y Gabriela Mistral y hasta Rubén Darío arde recitando para sí mismo los versos de Lo fatal: "Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo, / y más la piedra dura porque esa ya no siente, / pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo, /ni mayor pesadumbre que la vida consciente".

Arden los versos y la prosa, arden los servicios subcontratados, las responsabilidades externalizadas, arden los trabajos precarios y las nóminas. Arden el precio de la cesta de la compra, el de la cultura y arde el alquiler de la habitación, arde el artículo 47 de la Constitución que consagra el derecho a una vivienda digna. Arde el piso de los padres que hay que vender aprisa y corriendo para pagar sus últimos cuidados.

Arden las ayudas a la dependencia, tan lentas que llegan cuando el dependiente lleva seis o siete meses enterrado. Arde la burocracia que pide para todo un papel que no existe (si existiera, inventarían otro irreal). Arde el funcionario que cierra la ventanilla con el gesto del que baja la guillotina. Arde también la xenofobia, el miedo al otro, a lo otro, y hasta a la otredad que habita en cada uno de nosotros. Todo es fuego lento o dinámico, de brasas frías o enérgicas, país en llamas macroeconómicas pomposas y en combustión microeconómica silente. Ardemos en medio de un humo de resignación. Arde lo público y en sus llamas se abrasan los contribuyentes y sus bienes.

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PERROFLAUTAS DEL MUNDO:  El Incendio. Un mono con pistolas en la Mezquita, de David Bollero

Ángel Malanda / Bombero forestal “Llevamos 60 años de retraso en la lucha contra los incendios” Por Gorka Castillo 




agosto 23, 2025

Picos de Europa 2025. S.Mª Valdeón-Collado-Sedo Pedavejo-Vega Asotín-Cordiñanes, 9/8/2025

 Las fotos llevan una explicación y al relato lo precede un *asterisco. Lo copiado aparece "entrecomillado" Para VER las FOTOS, sus detalles, DEBEN AGRANDARSE clicando sobre ellas. Crónica día anterior   https://paqquita.blogspot.com/2025/08/picos-de-europa-2025-posada-valdeon.html


1.- Hayedo en inicios del camino: Ctra. Santa Marina de Valdeón: inicio a las 8h. 20´


2.- Finalizado el hayedo, vegetación de poca altura. Arándanos con fruto.


3.- Poste caminos en Collado Valdeón. Izda.: a Pandetrave. Dcha.: Collado Jermoso.  Hacia aquí: Fuente Dé. Y por donde hemos venido, final en Posada de Valdeón. Camino que seguiremos, frente derecha. Hora llegada: 9h. 20´

4.- Foto de Ana. Peña Remoña centro foto.

5.- Foto de Álvaro. Mar de nubes sobre Cantabria.


6.- Foto de Ana. Mismo lugar, más adelante.

7.- Foto de Álvaro. Iniciando la subida.

* Por donde están las nubes cercanas subía la humareda, si no las llamas, el 18 pasado.

Pretendemos hacer la ruta suave, circular, de Santa Marina de Valdeón a Cordiñanes, sin pasar por el Collado Jermoso, mucho más bonita pero también más enojosa.
Mi idea fue hacer Collado Jermoso, mi hijo, más racional, planteó la variante que estamos realizando.
Al Collado Remoña subimos por el Tiro o Sedo Pedavejo, primera vez para mí. Pensamos que por aquí no subiría nadie, error, varios grupos nos sobrepasaron.


8.- Foto de Álvaro. Primera parada en el Sedo Pedavejo. Abajo: Collado Valdeón.


9.- Foto de Álvaro. Subiendo el Tiro o Sedo de Pedavejo.    "
Llamamos “sedo” a aquellas sendas o tramos de sendas, a veces armadas por los pastores, que se estrechan o se retuercen dibujando auténticas cabriolas para atravesar parajes aéreos o superar zonas complejas, e incluso peligrosas"


10.- Foto de Álvaro. Peña Remoña y su collado, detrás.


11.- Foto de Ana.  Tras superar el Sedo Pedavejo. Pico La Mina enfrente.


12.- Foto de Ana. 
Vega de Liordes a derecha, detrás montículo.


13.- Foto de Álvaro. En la plataforma de la 
Vega de Liordes, ésta delante nuestro.


14.- Foto de Álvaro. Desde mismo lugar: 
 Torre Santa.

15.- Foto de Ana. Pasando de la Vega de Liordes a la de Asotín. Torre Santa al fondo.

16.- Foto de Ana. Sombra: lugar comida.

17.- Foto de  Álvaro. Lugar comida.  Torre Santa al fondo. Gendarme a dcha.



18.- Foto de Álvaro.

* El sol es inclemente, Álvaro busca una sombra en que guarecernos para comer algo.
Es pequeña pero suficiente. 
Estando allí pasan dos jóvenes, preguntan cuánto queda para Cordiñanes. Tienen idea de comer allí. Parecen inexpertos, el muchacho lleva una botella de agua, de plástico, apoyada en el antebrazo derecho y un saco de dormir, de los abultados, colgando con una cinta de la mochila.

19.- Foto de Ana. Vista a derecha. Lugar laguna, está contaminada. Bajando Álvaro

20.- Foto de Álvaro. Continuamos bajada. 

21.- Foto de Álvaro. Vista al frente. Valdeón abajo.  Torre Santa arriba.


22.- Foto de Álvaro. Vega de Asotín. Venimos del fondo.

* En la Vega de Asotín, Ana y yo, ocupamos la única sombra cercana disponible. Frente a nosotros tenemos la subida a Collado Jermoso.


23.- Foto de Álvaro. Pasada la Canal de Asotín.


24.- Foto de Ana. 


25.- Foto de Ana. Volviendo a Valdeón. Ferrata enfrente.


26.- Foto de Ana. Remontando el cinturón abrazado a la roca

27.- Foto de Ana. Descanso con vista a la ferrata.

* Una vez en la vertiente de Cordiñanes, comenzamos a ver grupos que ascienden por el camino. Suponemos que harán noche en el refugio.

DATOS de  INTERÉS:  

Desnivel de subida: 800m. De Bajada: 1300m. Recorridos 12 kms. Tiempo: 8h. 20´menos descansos.