marzo 26, 2025

Paseo semanal por CTXT, por Adriana M. Andrade: Ver el mundo arder

 21/2/2025

Querida comunidad contextataria:  


Mientras el mundo cambia rápidamente ante nuestros ojos, en CTXT seguimos empeñadas en poner algo de orden. Esta semana el panorama internacional nos ha tenido muy entretenidas, aunque el doméstico tampoco se ha quedado corto, así que aquí va un pequeño resumen de los temas a los que nos hemos dedicado. 

 

Elecciones en Alemania, tecnofascismos y destrucción bélica

 

“Este domingo 23 de febrero, un partido de nombre Alternativa por Alemania (AfD) y de ideología nacionalista, reaccionaria y xenófoba se va a convertir en la segunda fuerza del país más importante de la Unión Europea con el apoyo de probablemente nueve millones de votantes, más del 20% del voto”. Empezamos con este artículo de Oriol Bartomeus que afirma que la “alternativa al thatcherismo era el turbothatcherismo”. Para algo más de contexto sobre estos comicios también pueden leer este magnífico análisis de Daniel Peral de hace unos días. 


“El objetivo de Musk y sus seguidores es tomar el control del aparato del Estado, lo que significa (como durante la Revolución Cultural china o las transiciones poscomunistas de Europa del Este) la purga de empleados públicos”. Este artículo de Branko Milanović les ayudará a hacerse una idea de lo que nos depara Estados Unidos. 

 

“No hay día que los titulares de la prensa no destaquen la nueva animalada proferida horas antes por Trump”, dice Ignacio Echavarría en la entrega más reciente de su dietario. ¡Lean, lean!

 

En los actuales tecnofascismos, “el nuevo evangelismo es financiero y recorre el universo virtual vendiendo biblias para resurgir como un individuo íntegramente crpitonizado”. Emiliano Gullo nos cuenta la última maniobra de Milei, promocionar el lanzamiento de una criptomoneda dirigida al “corazón de los libertarios”. 

 

Mientras en Europa no “hay ningún proyecto común que empujar, quede dentro o fuera de la lógica de sumisión a Estados Unidos”. Esa es la conclusión de Irene Zugasti de la cumbre de Múnich


En su último reportaje desde Líbano Marta Maroto retrata la retirada del ejército israelí del país. Lo que han dejado a su paso, especialmente en el sur, es destrucción: “Montañas de hormigón y muebles rotos por las que las familias trepan tratando de identificar cosas que puedan salvar”.


Gordofobia, memoria y crisis 

 

Adriana T. nos trae un estupendo reportaje sobre la gordofobia. “La cultura de la dieta y la generalización de supuestos medicamentos milagro como el Ozempic agravan el estigma del sobrepeso. Si estás gorda, no estás sana, y además no tienes voluntad”. No se lo pierdan. 

 

Desde Paterna, Eva Máñez, escribe sobre cómo 85 años después, hijos, nietos y bisnietos de once de las víctimas de la fosa 126 del cementerio de la localidad valenciana pueden por fin cerrar la herida abierta en el lugar donde yacían sus familiares. 

 

Por su parte, Emilio de la Peña, se centra en el problema de la vivienda. “El acaparamiento de pisos por parte de grandes grupos privados, el incremento del número de viviendas de uso turístico y el aumento de las compras desde fuera de España agravan la crisis habitacional”. Tienen que leerlo. 

 

Gerardo Tecé no ha parado estos días. El jueves, un poco críptico, hablaba sobre algunas cosas que sabemos y una que no queremos saber. Y el lunes se centraba en las últimas palabras de Miguel Ángel Rodríguez, el asesor de Isabel Díaz Ayuso, de quien lo mejor que se puede decir es que lo apuesta “todo a la indecencia”. 

 

Por si el fin de semana pasado se lo perdieron, les dejo aquí esta interesantísima entrevista de Elena de Sus al profesor de informática de la Universidad de Glasgow Wim Vanderbauwhede. “Si la IA generativa es útil o no es irrelevante. Podría ser extremadamente útil, pero si aun así hace que el planeta arda, no es buena”.

 

Para terminar. Acción Contra el Odio ha denunciado al influencer canario Rudy Ruymán por delitos de odio contra inmigrantes. Si no quieren perderse nada del trabajo que lleva a cabo la asociación tienen su página aquí

 

Esto es todo, amigas. Si necesitan más contexto no se olviden de visitar nuestra web. 

 

Un abrazo,  

Adriana M. Andrade


marzo 25, 2025

Una demanda millonaria en EEUU amenaza con dar un golpe mortal a Greenpeace y a las protestas climáticas

 Por Raúl Rejón | 25/02/2025 |

Detrás del caso 30-2019-0V-00180 asoma una mordaza multimillonaria que se cierne                                        sobre el activismo ecologista. Una demanda por 300 millones de dólares amenaza con                                      hundir a Greenpeace-EEUU y succionar el movimiento de protesta ambiental. La                                constructora de oleoductos Energy Transfer persigue a la organización en los tribunales                                      desde hace ocho años por unas protestas contra uno de sus proyectos en Dakota del Norte                                    hasta haber conseguido sentarla en el banquillo. Este lunes comienza el juicio. “El resultado                            definirá los límites del poder corporativo y la posibilidad de la sociedad para resistirlo”,                                vaticinan juristas y politólogos.

“Las petroleras quieren silenciar a los que se les oponen y, como Greenpeace ha sido                              históricamente efectiva, quieren destruir no solo a la organización sino al movimiento                                            de protesta”, comenta unos días antes de iniciarse las vistas la directora ejecutiva de                                 Greenpeace-EEUU, Sushma Raman.

Durante el proceso contra Greenpeace, los argumentos de la empresa se han alineado                                            con la ola mundial de criminalización del activismo verde. En un primer momento                                           acusó a los ambientalistas ante un tribunal federal de violar la ley contra organizaciones                            criminales. En los diversos escritos presentados ante los jueces, Energy Transfer ha                                        hablado de “situar ecoterroristas” en las protestas, de impulso de una “agenda extremista”                                       o “diseminación de falsedades” al decir que su oleoducto –hecho para llevar combustibles                              fósiles– agravaría el cambio climático.

“Este caso es un disparo de advertencia a todos los grupos de protesta, no solo los ecologistas”                                  , analiza para elDiario.es la profesora de la facultad de Derecho en la Universidad Barry,                                   Nadia Ahmad. Ahora el temor es que una condena así no solo afecte de manera casi fatal a                    Greenpeace, sino que en esa caída arrastre también al movimiento de protesta ecologista.                                      “El objetivo de demandas como esta es instalar el miedo y la duda. Hacer a las organizaciones                  pensárselo dos veces antes de desafiar intereses muy poderosos”, aclara la académica.

“Energy Transfer está intentando dar ejemplo con Greenpeace. Lanzar el mensaje: si te                               enfrentas a las infracciones de una empresa afrontarás consecuencias graves. Se trata de un                                 caso de libro de SLAPP”. La investigadora se refiere por su siglas en inglés (strategic                                     lawsuit against public participation) a la denominada litigación estratégica contra la                                  participación pública. Una estrategia a base de presentar procesos judiciales “diseñada para                          intimidar, agotar y mutilar financieramente a las organizaciones”, aclara Ahmad. “Este                                        caso va de si las corporaciones pueden usar sus bolsillos para silenciar a quienes están en contra”.

El codirector de la Escuela de Estudios Políticos de la Universidad de Bristol, Oscar                                    Berglund, considera que, si bien “la táctica de demandar a los activistas no es nueva,                                          lo que sorprende en este caso es que se apunte a una organización tan respetada como                            Greenpeace”. El catedrático cuenta a elDiario.es que sospecha que “el nuevo o clima                                      político en EEUU hace que Energy Transfer actúe descaradamente, que no le preocupe                                          dar mala imagen”.

La empresa por su parte insiste en que su demanda contra Greenpeace “no trata sobre                                            la libertad de expresión, sino sobre saltarse la ley. Cuando el derecho de protesta no                                              se hace de acuerdo con la ley tenemos un sistema legal para solventarlo” defiende. Y                                    considera que la ONG “busca eludir las consecuencias de sus actos ilegales”.

¿Cómo se llegó hasta el banquillo?

El juicio comienza este lunes y se prolongará unas cuatro semanas, pero el caso arrancó                                      hace casi nueve años.

En 2016 Greenpeace apoyó las protestas que una tribu sioux llevó a cabo contra la                                    construcción de un oleoducto denominado Dakota Access Pipe Line o DAPL en lo que                          consideraban parte de sus tierras. Sostenían que el tubo iba a contaminar el agua, iba a                                contribuir a quemar más combustibles fósiles y que invadía su reserva. La campaña derivó                                        en un campamento multitudinario durante ocho meses en el que se congregaron miles                                              de personas hasta ser desalojados por las fuerzas policiales en febrero de 2017.

En agosto de 2017, Energy Transfer presentó una denuncia contra Greenpeace y otros                                    activistas en la que les acusaban, básicamente, de organización criminal. En su demanda                      alegaban que la organización recaudó dinero con “falsos testimonios”, que “entrenó a                                        miles de manifestantes”, se “coordinó para situar a ecoterroristas en los campamentos”                                           [de protesta] y que Greenpeace publicó un artículo de la activista Krystal Two Bulls que                                    pedía unirse a las protestas o donaciones. El juez federal –al desestimar el caso el 14 de                                febrero de 2019– tuvo que recordar a la empresa que “publicar artículos de personas                                             que comparten tus creencias no crea una organización criminal”.

Lejos de abandonar, Energy Transfer presentó una semana después una nueva demanda,                                        esta vez ante un juez estatal de Dakota del Norte, para obtener resarcimiento económico.                                      “La sede judicial, casi en medio de la nada, no está escogida al azar”, explica el abogado                           ambientalista Scott Wilson Badenoch. Badenoch, que coordina un equipo de juristas que                                        va a supervisar el juicio, argumenta que, “por un lado, nadie presta mucha atención a lo                                         que ocurre en ese estado. Y, por otro, se trata de un pequeño juzgado en un estado minero                                        y petrolero donde el juez es elegido por votación, es decir, que es pro minería y pro petróleo”.

Las acusaciones son por allanamiento, difamación, interferencia ilícita [perjudicar el                                        negocio de otro], conspiración, complicidad en allanamiento y en apropiación indebida.                                    Están intentando extender la responsabilidad civil de manera que destruya a Greenpeace.                                      Les hacen responsables por cualquier acto que hagan individuos, de cualquier daño que                                    hagan porque apoyaron esa protesta general. Esto podría matar directamente a la organización                                  ”, analiza el abogado.

Lo que pasa en Dakota no se queda en Dakota: repercusiones

Badenoch afirma que “la situación es más preocupante ahora con la nueva administración                                Trump. Esta Casa Blanca quiere eliminar a los manifestantes y la protesta, así que el plan                                          es presentarlos como terroristas sin importar lo que hayan hecho. Ahora es Greenpeace,                                       pero van a ir a por más”.

La organización defiende que se está intentado “crear precedentes legales que limitarían                                          la capacidad del movimiento climático para organizarse, protestar y expresar disenso”.

Además, prosigue el letrado, “este caso pone en peligro el sistema de organizaciones no                            gubernamentales incluso en Europa, porque si una ONG con sede en Europa critica o                                      protesta o molesta a una empresa con base en EEUU, la corporación podrá demandarles                                            en un tribunal estadounidense y los jueces aquí están muy dispuestos a escucharles.                                          EEUU se está convirtiendo en un refugio seguro para los contaminadores”, sostiene.

Contraataque en un juzgado europeo

Greenpeace Internacional ha contraatacado. La organización ha demandado a Energy                                        Transfer en un tribunal de Países Bajos (sede de la ONG) acogiéndose a la directiva                                        europea contra, precisamente, la SLAPP (la litigación estratégica contra la participación                           pública).

Greenpeace responde así en los tribunales a la demanda multimillonaria que la constructora                                      de oleductos, con base en Texas, ha llevado hasta el juicio que comienza este lunes en un                                  juzgado estatal de Dakota del Norte. “Es el momento de demostar que las prácticas de SLAPP                                    no merecen la pena”, decía Greenpeace en un comunicado tras presentar la demanda.

Energy Transfer ha contestado que esta acción legal no tiene sentido porque “nuestra                                    demanda no es una SLAPP sino un intento legítimo de la empresa para que Greenpeace se                                  haga responsable de la difamación y destrucción de la propiedad que se ha inflingido a                                     Energy Transfer”. Y dice que “se trata de una argucia que solo va a malgastar el tiempo                                            y los recursos del sistema legal neerlandés. Ninguna ley neerlandesa o europea puede exigir                                       responsabilidades a una empresa radicada en los EEUU”, argumentan.

marzo 24, 2025

La sobreexplotación de acuíferos podría dejar 4.700 pozos secos en diez años en el Alto Guadiana

 

Aníbal B.C. / CIUDAD REAL

El IGME estima que ya hay 2.155 pozos legales secos en las masas centrales de Ciudad Real

Las masas centrales de agua subterránea del Alto Guadiana (antiguo acuífero 23) cerraron 2024 con un descenso medio de nivel de 17 metros, un vaciado de agua de casi 2.000 hm³

Instalación de riego con aguas subterráneas en el entorno de los Ojos del Guadiana / Clara Manzano


La sobreexplotación de las masas subterráneas de la zona central del Alto Guadiana no solo afecta a los ríos y humedales asociados a ellas, como el parque nacional de las Tablas de Daimiel, también a captaciones legales de agua que ven comprometida su viabilidad, hasta el punto de que en
 diez años, de continuar la sequía, podrían quedarse secos más de 4.700 pozos.
 diez años, de continuar la sequía, podrían quedarse secos más de 4.700 pozos.

    diez años, de continuar la sequía, podrían quedarse secos más de 4.700 pozos.

    Así lo ha dado a conocer el coordinador del grupo de investigación en Hidrogeología Aplicada y Geotermia Somera del departamento de Aguas y Cambio Global del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC), Miguel Mejías, en el marco de la jornada sobre gestión de las aguas subterráneas en las masas declaradas en riesgo, que se ha celebrado en Ciudad Real, que se recoge en el último informe sobre evolución piezométrica de las masas de agua subterráneas elaborado por esta institución para la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG).

    El informe señala que, teniendo en cuenta la persistente secuencia climática seca, se ha llevado a cabo un análisis para identificar las zonas en las que los descensos piezométricos podrían estar afectando la viabilidad de algunos aprovechamientos.

    Las tendencias piezométricas decrecientes desde el año 2014 en las tres masas centrales reflejan que, a pesar de las limitaciones y de las medidas de control y vigilancia que la CHG , no se consigue mejorar la situación, sino que la pendiente de descenso se mantiene prácticamente constante.

    Más de 2.100 pozos secos en la actualidad

    En este contexto, las proyecciones del IGME estiman que en la actualidad 2.155 pozos legales estarían secos, una cifra que para el año 2029 aumentaría hasta los 3.561 y en el año 2034 alcanzaría los 4.772 pozos.

    En su informe, el IGME sostiene que la afección no sería igual en todas las masas de agua centrales, puesto que las heterogeneidades del acuífero y las diferentes configuraciones de las captaciones influyen en los caudales y volúmenes que se pueden extraer en cada caso.

    Por lo general, las captaciones situadas en las zonas más productivas y de mayores espesores del acuífero tienen un mayor margen de tiempo para seguir bombeando hasta que sus caudales se vean afectados por los descensos.

    En cambio, las situadas en zonas periféricas de menor espesor y en áreas menos permeables, los descensos de los niveles piezométricos provocarán que haya un menor espesor de zona saturada del acuífero y, en consecuencia, disminuyen los caudales, pudiendo llegar incluso a secar los pozos por completo.

    El vaciado del acuífero alcanza los 2.000 hectómetros cúbicos

      Las masas centrales de agua subterránea del Alto Guadiana cerraron el año 2024 con un descenso medio del nivel de 17 metros, lo que según el IGME, implica un vaciado de agua de casi 2.000 hectómetros cúbicos, el tercer peor registro histórico, tras los alcanzados en 1996 y 2009.

      Durante su participación en estas jornadas, Megías ha recordado que el periodo seco se extiende ya 11 años y que el acuífero sólo se recupera cuando se produce la recarga, para lo cual debe haber precipitaciones.

      Si las lluvias no llegan, ha señalado el científico, «será difícil volver a ver manar y correr agua por los Ojos del Guadiana», como ocurrió en 2014, el último año en el que las masas de agua tuvieron una situación «asimilable al régimen natural».

      Desde entonces, ha continuado, el nivel freático ha bajado 13 metros y sólo en el año 2024 se ha registrado un descenso de los niveles 


marzo 23, 2025

"Paremos la limpieza étnica del pueblo palestino": Dónde ver 'No Other Land', ganadora del premio Oscar 2025 al Mejor documental

 POR 

El discurso de los directores de 'No Other Land', premio Oscar 2025 al Mejor documental, fue de los más políticos de la noche contra Donald Trump. Te decimos donde ver este magnífico documental.


Era la primera gala de los Oscar en el segundo mandato de Donald Trump, el presidente que no deja de anunciar medidas contra la esencia más pura del ser humano (terribles decisiones migratorias, salida de los acuerdos climáticos, apoyo a Rusia, etc), pero en general, los principales premios del cine, entregados ayer, fueron bastante fríos con el mandatario.
No Other Land', ganadora del premio Oscar 2025 al Mejor documental de www.elle.com

Nos quedamos sin oír apenas discursos contundentes contra Trump, salvo la defensa de Zoe Saldaña hacia los emigrantes o las fabulosas palabras pronunciadas por el equipo de directores de 'No Other Land', la fabulosa película que se llevó el Oscar 2025 al Mejor documental. Para muchos, el mejor discurso de la noche, puesto que los cuatro cineastas, Yuval Abraham, Basel Adra, Hamdan Ballal y Rachel Szor, pidieron "una solución política" a la guerra de Gaza.

Los cineastas Yuval Abraham, Basel Adra, Hamdan Ballal y Rachel Szor subieron al escenario para recoger el Oscar al mejor documental por su trabajo en «No Other Land», aprovecharon la oportunidad -en uno de los únicos momentos abiertamente políticos de la retransmisión- para hacer una enérgica petición de «una solución política» a la guerra de Gaza.

"Pedimos al mundo que tome medidas serias para poner fin a la injusticia y a la limpieza étnica del pueblo palestino», declaró Adra. Hace unos dos meses fui padre, y mi esperanza para mi hija es que no tenga que vivir la misma vida que yo vivo ahora. 'No Other Land' refleja la dura realidad que llevamos décadas soportando y a la que aún nos resistimos".

Por su parte, Abraham, israelí, señaló: "Hicimos esta película, palestinos e israelíes, porque juntos, nuestras voces son más fuertes. Nos vemos unos a otros, la destrucción de Gaza y su gente, que debe terminar, los rehenes israelíes, brutalmente tomados el 7 de octubre [de 2023], que deben ser liberados».

pinterest
En su discurso, Abraham señaló que él y Adra llevan vidas «desiguales». «Vivimos en un régimen en el que yo soy libre bajo la ley civil y Basel está bajo leyes militares que destruyen su vida y no puede controlar. Hay un camino diferente, una solución política sin supremacía étnica, con derechos nacionales para nuestros dos pueblos».

Abraham añadió que la política exterior de Estados Unidos bajo la administración del presidente Donald Trump «está ayudando a bloquear este camino". «¿Por qué no pueden ver que estamos entrelazados?», concluyó.

'No Other Land' es, sin duda, uno de los documentales del año, que se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Berlín (en el que ganó dos premios). Suma también, hasta el momento, otros 30 premios y 16 nominaciones (incluidas mejor película y mejor documental en los Premios del Cine Europeo y mejor documental en los Premios Gotham). El protagonista de esta producción es un joven activista palestino que registra, durante cinco años y junto a un colectivo de cineastas israelíes y palestinos, una realidad que vive desde pequeño: los violentos desalojos de palestinos en Cisjordania. Durante este proceso, forja una improbable alianza con un periodista israelí que quiere unirse a su lucha, pero sus circunstancias son muy diferentes.

VER 'NO OTHER LAND' EN MOVISTAR PLUS+

PERROFLAUTAS DEL MUNDO:  CTXT. ‘No Other Land’: el documental que desafía la narrativa israelí y sacude la política mundial